
Conectividad aérea y ciberseguridad ¿está la industria lista para volar al ritmo de la transformación digital?
La conectividad aérea pasó de ser un lujo a una expectativa básica para los pasajeros
La industria aeronáutica, históricamente enfocada en garantizar la seguridad física, enfrenta hoy uno de sus mayores desafíos en el terreno invisible de lo digital, pues la conectividad aérea está transformando radicalmente la forma en que volamos permitiendo trabajar, entretenerse o comunicarse en pleno vuelo. Pero esta evolución también abre la puerta a vulnerabilidades antes impensadas.
Ya no basta con ofrecer acceso intermitente o de baja velocidad, los pasajeros esperan una experiencia digital a la altura de lo que viven en tierra firme. ¿Está la infraestructura lista para ese nivel de exigencia? ¿Qué barreras existen para hacerlo posible?
De lujo a necesidad, el nuevo estándar de conectividad
En este contexto, la conectividad aérea pasó de ser un servicio premium a una expectativa básica. En entrevista con IT Sitio, Reza Rasoulian, Vicepresidente Senior y Director General de la Unidad de Negocio de Aviación de Hughes, explicó:
“La infraestructura ha avanzado considerablemente en los últimos años. Hemos pasado de servicios irregulares y de ‘mejor esfuerzo’ a soluciones sofisticadas que combinan capacidad entre satélites GEO y LEO. Con plataformas como Hughes Fusion, ahora ofrecemos una experiencia constante y de alto rendimiento, incluso en regiones polares y rutas de alta demanda”.
Este avance no solo mejora la experiencia del pasajero, también ofrece beneficios operativos para las aerolíneas, como optimización de rutas, gestión eficiente del tráfico aéreo y la posibilidad de ofrecer servicios personalizados a bordo.

Pero este salto tecnológico también expone a las aerolíneas a amenazas más sofisticadas. Jerome Copin, Director del Centro de Integración de Soluciones de Movilidad en el Espacio Aéreo de Thales para América Latina, lo resume así:
“La digitalización de la aviación permite operaciones más eficientes, sostenibles y conectadas, pero trae consigo un nuevo conjunto de amenazas”.
Hoy las aeronaves ya no son islas tecnológicas, sino nodos interconectados que dependen de sistemas IP, redes satelitales y control remoto. Esta integración facilita una operación más precisa, con menores tiempos de espera y una mejor experiencia para los pasajeros. Sin embargo, también amplía la superficie de ataque.
“No se trata solo de proteger datos, sino de garantizar la integridad de las comunicaciones y la resiliencia de los sistemas en todo momento”, advierte Copin.
Las amenazas van desde ransomware y phishing, hasta ataques dirigidos a tecnologías operativas críticas. La calidad del Wi-Fi ya no es un simple valor agregado: se ha convertido en un factor clave en la experiencia del cliente.
“La conectividad impacta directamente en la lealtad del pasajero y en los puntajes Net Promoter. Nuestro objetivo es que nunca sea la razón de una mala experiencia”, afirma Rasoulian.
Según datos de EUROCONTROL, los ciberataques notificados en la industria aérea aumentaron un 530% entre 2019 y 2020, y se duplicaron nuevamente en 2021. Estas intrusiones no solo afectan la operación de vuelos, sino que también pueden comprometer información confidencial y dañar la reputación de las aerolíneas.
“La aviación no puede reaccionar como otros sectores. Aquí, un ataque no solo afecta las finanzas; puede poner en riesgo vidas”, subraya Copin.
Defensa digital un “sistema de sistemas”
Para enfrentar este nuevo escenario, Thales propone una arquitectura de defensa integral denominada “sistema de sistemas”. Esta estrategia combina sensores avanzados, sistemas de comando y control (C2), inteligencia artificial y ciberseguridad integrada para detectar y neutralizar amenazas en tiempo real.
“Implementamos la ciberseguridad desde el diseño, con múltiples capas de protección y protocolos cifrados. Así protegemos desde el avión hasta los centros de control en tierra”, explica Copin.
Un caso destacado fue su participación, junto a la Agencia Espacial Europea (ESA), en el primer ejercicio ético de ciberseguridad satelital a nivel mundial. El equipo ofensivo de Thales simuló exitosamente la toma de control de un nanosatélite, permitiendo identificar vulnerabilidades y reforzar defensas antes de que sean explotadas en el mundo real.
La seguridad aérea digital no puede abordarse de forma aislada. La coordinación entre aerolíneas, fabricantes, gobiernos y organismos internacionales es fundamental. La Resolución A40-10 de la OACI exhorta a los Estados a establecer estrategias nacionales de ciberseguridad bajo un enfoque colaborativo.
“La estandarización es esencial. Necesitamos normas globales adaptadas a la sensibilidad de este sector”, señala Copin.
Con la entrada en vigor de nuevas regulaciones en 2025, se espera una mayor exigencia en términos de cumplimiento. Esto obligará a las aerolíneas a blindar sus sistemas contra amenazas cada vez más avanzadas.
Desde el sector privado, también hay movimientos estratégicos. Hughes, por ejemplo, destaca su alianza con Airbus en el ecosistema HBCplus.
“Ofrecemos una plataforma digital que se instala una vez y puede evolucionar durante décadas. Eso le da flexibilidad y escalabilidad a las aerolíneas”, asegura Rasoulian.

Aviación comercial, privada y militar: diferentes riesgos, mismos principios
Cada segmento de la aviación enfrenta riesgos específicos. La aviación comercial lidia con el robo de datos y la interrupción de servicios; la aviación militar, con ciberespionaje y guerra electrónica.
“No es lo mismo proteger un vuelo comercial con 300 pasajeros que una misión militar crítica. La planificación de seguridad debe adaptarse al contexto”, advierte Copin.
En caso de detectar un ciberataque durante el vuelo, los sistemas están diseñados para actuar con autonomía:
“Detectan anomalías, aíslan componentes comprometidos y activan protocolos de contingencia sin comprometer la operación. Además, el análisis de big data permite brindar al piloto y operadores una visión contextualizada para tomar decisiones en tiempo real”.
¿Está preparada la industria?
La respuesta es va en camino. A pesar de los avances tecnológicos, el ritmo de transformación digital supera, en muchos casos, la capacidad de respuesta del sector. Certificaciones complejas, altos costos y sistemas cada vez más sofisticados convierten a la ciberseguridad en un desafío permanente.
Aun así, el compromiso de actores clave como Thales y Hughes está trazando una ruta más segura para el futuro. La industria comienza a contar con soluciones escalables, globales y profundamente integradas en la columna vertebral digital de la aviación moderna.