Ozempic falso: de qué se trata la nueva estafa digital que amenaza la salud
Una investigación de Check Point Research reveló una ola global de fraudes que combinan deepfakes, robo de identidad y medicamentos falsificados, exponiendo a los usuarios a graves riesgos financieros y de salud.
En los últimos meses, Check Point Research, división de Inteligencia de Amenazas de Check Point® Software Technologies Ltd. (NASDAQ: CHKP), detectó una nueva amenaza que combina fraude, ingeniería social y riesgos reales para la salud. Los estafadores se hacen pasar por médicos y clínicas con licencia para promocionar medicamentos falsificados o inseguros, utilizando inteligencia artificial y tecnología deepfake para generar fotos, vídeos y testimonios falsos muy convincentes.
Las consecuencias van más allá del robo financiero: las víctimas son persuadidas para comprar y consumir sustancias no autorizadas o potencialmente peligrosas, comercializadas como medicamentos recetados legítimos. Esta convergencia entre el engaño digital y el daño físico hace que la amenaza sea especialmente insidiosa, ya que los delincuentes explotan la confianza en las relaciones sanitarias para generar ingresos y ampliar su alcance mediante la manipulación de redes sociales.
Una ola de fraudes médicos impulsados por IA
A partir de enero de 2025, Check Point Research detectó una oleada coordinada de estafas farmacéuticas dirigidas al sector sanitario, desde hospitales y plataformas de telemedicina hasta clínicas independientes. Estas operaciones utilizan deepfakes de médicos reales avalando tratamientos falsos, y crean perfiles fraudulentos en redes sociales que imitan el lenguaje y la estética de organizaciones médicas de confianza.
Un caso reveló una página falsa de Facebook que suplantaba a un médico estadounidense acreditado, utilizando su identidad para vender fármacos falsos para bajar de peso con GLP-1. Las víctimas eran redirigidas a farmacias en línea no reguladas. Según Check Point, se crean más de 500 páginas fraudulentas diarias con este esquema.

Medicamentos falsos y robo de identidad médica
Uno de los productos más agresivos detectados es PEAKA GLP-1 Slimming Pearls, promocionado como un equivalente de los medicamentos aprobados por la FDA Ozempic y Wegovy, pese a no tener ninguna validación científica. El análisis reveló un robo sistemático de propiedad intelectual, incluyendo el uso no autorizado de logotipos médicos y testimonios falsificados de pacientes y doctores.
PEAKA es solo un ejemplo dentro de un ecosistema de campañas fraudulentas globales que promueven tratamientos “milagrosos” para la diabetes, el peso o el envejecimiento, apoyados en contenidos generados por IA y diseñados para parecer legítimos.
Cómo operan los ciberdelincuentes
Estas operaciones siguen un protocolo metódico. Todo comienza con anuncios pagados en redes sociales que aparentan provenir de médicos o clínicas reales. Los vídeos y voces clonadas promocionan medicamentos falsificados y redirigen a los usuarios a sitios web falsos que imitan a clínicas legítimas con logotipos, fotografías y diseños profesionales.
En estos sitios, los delincuentes usan técnicas de manipulación como temporizadores falsos, alertas de “stock limitado” y grandes descuentos para generar urgencia. Los pagos se procesan a través de sistemas internacionales o en el extranjero, y los resultados suelen ser dos: pérdida de dinero o productos adulterados sin control sanitario.
Check Point estima que el 72 % de los anuncios analizados utilizan videos deepfake, clonación de voz o perfiles falsificados en redes sociales, afectando especialmente a médicos especialistas en diabetes y control de peso.

Un fraude industrializado
El análisis técnico realizado mediante la plataforma de Gestión de Riesgos Externos (ERM) de Check Point muestra que estas campañas forman parte de un sistema coordinado de ciberdelincuencia.
Infraestructura compartida: decenas de sitios web falsos comparten IPs, proveedores de alojamiento y certificados SSL, lo que indica una red automatizada.
Diseños web clonados: muchos sitios usan plantillas idénticas y kits prediseñados que facilitan la creación masiva de falsas clínicas.
Imágenes generadas por IA: los retratos de médicos o envases farmacéuticos presentan anomalías visuales típicas de modelos generativos.
Kits de fraude: en foros clandestinos se venden paquetes completos para lanzar nuevas estafas médicas en distintos idiomas.
Todo esto conforma un ecosistema de fraude automatizado e industrializado, que aprovecha la IA para escalar las operaciones con bajo costo y alta efectividad.
Del cibercrimen al riesgo físico
Estas estafas trascienden el robo digital: introducen riesgos médicos reales. Los consumidores pueden ingerir sustancias no probadas o contaminadas, agravando enfermedades o retrasando tratamientos legítimos. Además, minan la confianza en la telemedicina, un servicio esencial para millones de personas.
Los estafadores explotan emociones como el miedo y la ansiedad mediante empatía fabricada y autoridad falsa. Es una muestra clara de cómo el delito digital se convierte en peligro físico, una frontera cada vez más difusa en el ecosistema del fraude global.
Conclusiones y medidas de prevención
Las campañas farmacéuticas falsas representan la evolución del cibercrimen en 2025: replican ecosistemas médicos completos y usan IA para falsificar marcas, envases y notificaciones. Combatirlas requiere cooperación entre expertos en ciberseguridad, agencias de salud y plataformas de pago.
Recomendaciones para consumidores:
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Verificar que las farmacias estén acreditadas por entidades oficiales.
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Desconfiar de anuncios médicos en redes sociales.
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Confirmar de forma independiente cualquier recomendación médica.
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Prestar atención a señales de alerta como urgencia artificial o grandes descuentos.
En un escenario donde crear un falso médico cuesta solo unas horas de computación, la verificación y la educación digital son las mejores defensas. La confianza, más que nunca, debe ganarse.Leer más






