
Renault apuesta por introducir mayor número de autos eléctricos en México
Pese a una caída del 13.4% en ventas en el primer trimestre de 2025, la marca busca reposicionarse en el mercado.
Renault decidió pisar el acelerador en México y no precisamente con motores de combustión, la automotriz francesa se prepara para una nueva etapa en el país, una apuesta decidida por los vehículos eléctricos y la movilidad sustentable con la llegada de modelos como el Mégane E-Tech -que es 100% eléctrico- y el Koleos híbrido, buscando ampliar su portafolio y liderar la transformación hacia un futuro más limpio y eficiente en la vialidad de los mexicanos.
A nivel global la industria automotriz vive una transformación impulsada por una creciente presión regulatoria, avances tecnológicos y un consumidor cada vez más consciente del impacto ambiental de sus decisiones, es por ello que el territorio azteca con su dinamismo económico, una joven población y un ecosistema automotriz robusto representa una pieza clave en ese rompecabezas.
Durante su reciente visita a América Latina, Iván Segal, director global de Ventas y Operaciones de Renault, dejó en claro que la región está en la mira de la compañía para tomar riesgos estratégicos y conquistar terreno en un momento crucial.

Una jugada estratégica en un terreno fértil
México no solo es un país de tradición automotriz, también es un territorio que empieza a abrirse a la movilidad eléctrica, durante 2024 y de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), se vendieron más de 85 mil vehículos electrificados, lo que representó un crecimiento del 40% respecto al año anterior y aunque aún es un mercado emergente, los números dejaron ver que los mexicanos están comenzando a mirar hacia opciones más sostenibles.
En ese contexto, Renault quiere ser parte activa del cambio y no se trata solo de lanzar nuevos modelos, sino de reposicionar su marca en la mente de un consumidor que exige más tecnología, eficiencia y responsabilidad ambiental.
El Mégane E-Tech, por ejemplo, competirá con vehículos como el Nissan Leaf y el BYD Dolphin, mientras que el Koleos híbrido va a ir tras el segmento de SUVs como el RAV4 Hybrid de Toyota o el KIA Niro. ¿La ventaja? Renault promete una propuesta con tecnología de vanguardia y precios más accesibles.
Pero el reto no es solo de producto. Si bien hay un creciente interés por los autos eléctricos, la infraestructura todavía no está a la altura del potencial del mercado. Las estaciones de carga siguen siendo escasas fuera de los grandes centros urbanos y muchos consumidores dudan en dar el salto por miedo a no encontrar dónde recargar su vehículo.

Una visión más allá del volante
Por eso, Renault no solo planea vender autos eléctricos, también quiere contribuir a construir el ecosistema necesario para que la electromovilidad despegue realmente en el país. La marca trabaja en iniciativas para facilitar el acceso a infraestructura de carga y fomentar alianzas estratégicas con actores clave, desde gobiernos locales hasta startups tecnológicas y empresas energéticas.
Este enfoque es coherente con lo que Renault ha venido construyendo en Europa, donde es pionera en la electrificación de su gama y con más de una década de experiencia en modelos eléctricos, la compañía busca trasladar ese know-how a América Latina adaptando su estrategia a las características locales.
Un mercado que busca alternativas
La llegada del Mégane E-Tech y el Koleos híbrido también es una respuesta directa a los cambios en la demanda. Hoy, más consumidores buscan vehículos que no solo los transporten, sino que también reflejen sus valores, pues la preocupación por el cambio climático, la calidad del aire en las ciudades y el costo de los combustibles fósiles han hecho que las opciones eléctricas ya no se vean como un lujo, sino como una inversión a largo plazo.
Aunque la marca francesa registró una caída del 13.4% en ventas durante el primer trimestre de 2025, según datos del INEGI, el nuevo enfoque eléctrico podría cambiar ese panorama. El lanzamiento de modelos electrificados y el impulso de una visión sostenible podrían devolverle protagonismo al mercado.