
La participación femenina en el desarrollo de tecnologías innovadoras en Latinoamérica
El crecimiento de la participación femenina en tecnología en Latinoamérica refleja avances en inclusión, pero persisten desafíos como la brecha educativa, salarial y de liderazgo que limitan su pleno desarrollo.
Por Cristina Romero Romero, directora de Ventas México y MCLA (Latinoamérica multicountry), en SonicWall.
En la última década, la participación femenina en el sector tecnológico ha crecido significativamente en Latinoamérica. A pesar de los desafíos históricos que han limitado la inclusión de las mujeres en tecnología e innovación, se observan avances que reflejan un cambio en la percepción y en las oportunidades dentro de un sector clave para el desarrollo económico y social de la región.
Las mujeres han enfrentado diversas barreras para acceder y desarrollarse en el sector tecnológico. Una de las principales limitaciones ha sido la brecha educativa, que ha restringido su participación en carreras de tecnología e ingeniería.
Aunque prestigiosas universidades de la región muestran una participación significativa de mujeres en sus matrículas, la realidad es que en carreras tecnológicas su representación sigue siendo baja en comparación con otras áreas académicas.

De hecho, el informe de la ONU Mujeres advierte que: “Solo el 35% de los estudiantes de carreras y programas del campo de las STEM son mujeres. Es en esta instancia que comienza la especialización, cuando los estudiantes deciden qué temas estudiarán… América Latina y el Caribe es una de las dos regiones que han alcanzado la paridad en la proporción de hombres y mujeres investigadores (aquí el 45% del total de investigadores son mujeres). Con todo, la segregación horizontal y vertical continúa siendo elevada: las mujeres investigadoras aún se encuentran subrepresentadas en los niveles más altos de las carreras profesionales y continúan siendo una minoría en muchos campos de las STEM en casi todos los países de la región”.
A esto se suman otros desafíos como la brecha salarial y las dificultades para acceder a posiciones de liderazgo en empresas tecnológicas. Muchas mujeres que ingresan en la industria encuentran obstáculos en su desarrollo profesional, como la falta de mentoría, oportunidades de crecimiento y, en general, escaso apoyo institucional.

Impacto
La diversidad en los equipos de trabajo contribuye a una mayor innovación y eficiencia. Informes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la UNESCO destacan que la inclusión de más mujeres en tecnología podría generar un impacto positivo en la economía de la región, aumentando la competitividad de las empresas y promoviendo un ecosistema más equitativo.
Las mujeres no solo aportan nuevas perspectivas en la creación de tecnologías, sino que también contribuyen al desarrollo de soluciones con un enfoque más inclusivo. Por ejemplo, innovaciones en salud digital, fintech y educación tecnológica han sido impulsadas por mujeres, lo que demuestra la importancia de su participación en estos sectores. Su presencia en el diseño de productos y servicios garantiza que se tengan en cuenta las necesidades de una población diversa, generando beneficios para toda la sociedad.
Para continuar fortaleciendo la participación femenina en tecnología es fundamental implementar políticas que promuevan la equidad de género como:

- Programas de mentoría y apoyo: contar con referentes femeninas y sistemas de acompañamiento puede marcar una gran diferencia en la motivación y el crecimiento profesional de las mujeres en tecnología.
- Educación desde edades tempranas: incentivar a niñas y jóvenes a explorar carreras de tecnología e Ingeniería a través de iniciativas educativas, talleres y becas dirigidas específicamente a mujeres.
- Equidad salarial y de liderazgo: garantizar que las mujeres tengan igualdad de oportunidades en el acceso a puestos de liderazgo y en la percepción de ingresos dentro del sector tecnológico.
En conclusión, la equidad de género en tecnología en Latinoamérica aún enfrenta desafíos, pero el crecimiento de iniciativas, la presencia de mujeres referentes y el reconocimiento de su impacto en la innovación son pasos cruciales hacia un futuro más inclusivo y diverso.
La participación femenina en tecnología no solo es una cuestión de justicia social, sino una estrategia clave para el progreso de la región en un mundo cada vez más digitalizado.