
Impacto económico del crimen informático
De acuerdo a las conclusiones de la investigación realizada por el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), patrocinado por McAfee, la empresa de Intel Security, frenar el cibercrimen podría impactar positivamente en las economías de todo el mundo 445.000 millones de dólares a nivel mundial.
El Informe, denominado “Net Losses – Estimating the Global Cost of Cybercrime”, concluye que el costo del cibercrimen en las empresas supera los 400.000 millones de dólares en todo el mundo. El parámetro más importante proviene del daño causado al rendimiento de las empresas y a las economías nacionales, al provocar importantes daños en la actividad comercial, la competitividad, la innovación y el crecimiento económico global.
Se debe tener en cuenta que el estudio estima que Internet genera anualmente entre 2 y 3 billones de dólares en las economías mundiales y mantiene una tendencia de rápido crecimiento. Según las conclusiones de este informe del CSIS, el cibercrimen extrae entre el 15% y 20% del valor creado por internet.
El cibercrimen tiene unos efectos especialmente dañinos en la propiedad intelectual, y los países donde este es un valor importante, sufren cuantiosas pérdidas en la actividad comercial, empleos e ingresos, muchas más que en aquellos países cuya economía se basa en la agricultura o en la industria de fabricación de bajo nivel. En consecuencia, los países con ingresos más altos tuvieron pérdidas mayores porcentuales del PIB que los países con economías más precarias, con un 0,9% de media.
“El cibercrimen puede considerare un impuesto que retarda el ritmo de la innovación global mediante la reducción de la tasa de retorno a los innovadores e inversores”, explicó Jim Lewis, socio y director del Programa de Tecnologías Estratégicas del CSIS. “Para los países desarrollados, el cibercrimen ha supuesto serias implicaciones en el empleo. Su consecuencia es la destrucción de empleo que genera más valor. Incluso los pequeños cambios en el PIB pueden afectar al empleo”.
El informe señala que solo en 2013 alrededor de 3.000 compañías en Estados Unidos fueron hackeadas, entre las que destacan algunas importantes del sector retail. En Reino Unido, el mismo sector reportó pérdidas superiores a los 850 millones de dólares.
Por su parte, las autoridades australianas reportaron ataques a gran escala a una aerolínea, cadenas hoteleras y compañías de servicios financieros, con un costo estimado de 100 millones de dólares. El informe también destaca las pérdidas globales relacionadas con las brechas de información personal que podrían alcanzar los 160.000 millones de dólares. Cuarenta millones de personas en Estados Unidos, aproximadamente el 15% de la población, sufrió robo de información personal. También se detectaron brechas de alto nivel alrededor del mundo: 54 millones en Turquía, 20 millones en Corea, 16 millones en Alemania, y más de 20 millones en China.
Parte de las pérdidas derivadas de la delincuencia informática tienen conexión directa con lo que los expertos llaman “costos de recuperación”, y que están directamente relacionados con las tareas de limpieza y recuperación de datos después de un ataque.
El informe de McAfee y CSIS descubrió que mientras los delincuentes no siempre obtienen beneficios económicos de toda la información robada, sus víctimas siempre deberán dedicar recursos importantes a las acciones correctivas. En Italia, por ejemplo, los ataques suponen actualmente pérdidas totales valoradas en 875 millones de dólares, mientras que los costos de recuperación y limpieza alcanzan los 8.500 millones de dólares.
En otras palabras, el costo de recuperación tras un ataque puede ser diez veces más costoso que el ataque en sí mismo. Los gobiernos están tomándose cada vez más en serio este problema, realizando esfuerzos para recopilar información y hacer públicos datos relacionados con el cibercrimen que puedan ayudar a otros países y empresas. Mejorar la colaboración internacional, así como los acuerdos entre entidades públicas y privadas está empezando a dar resultados en términos de reducción del cibercrimen. Por ejemplo, la colaboración entre 11 países hizo posible poner fin a la red de ciberdelincuentes que estaba propagando el malware denominado “GameOver Zeus” y que había logrado infectar miles de computadoras.
“Está claro que existe un impacto económico real y tangible asociado con el freno a la ciberdelincuencia”, explicó Scott Montgomery, CTO del área de administración pública de McAfee. “Durante años, el cibercrimen se ha convertido en una industria próspera, pero esto puede cambiar, con el aumento de la colaboración entre naciones y de acuerdos entre empresas públicas y privadas. La tecnología existe para mantener la información financiera y la propiedad intelectual a salvo, y cuando esto ocurre, es posible crear oportunidades positivas para el crecimiento económico y la creación de empleo en todo el mundo”.