
Millones bajo vigilancia inteligente así se prepara México para el Mundial 2026
Kabat One unifica datos de cámaras, sensores y reportes ciudadanos en tiempo real.
A menos de un año del Mundial 2026, México enfrenta el reto de garantizar la seguridad y movilidad de millones de visitantes en un evento deportivo que si bien es histórico pero que trae consigo beneficios económicos.
Con el país como una de las sedes junto a Estados Unidos y Canadá, las autoridades y el sector privado aceleran sus planes de modernización tecnológica. En este escenario, plataformas como Kabat One, especializada en la homologación de datos y la inteligencia en tiempo real, buscan convertirse en pieza clave para blindar las ciudades anfitrionas.
“En Kabat One nos estamos preparando para el Mundial fortaleciendo nuestras plataformas de interoperabilidad con un enfoque en la homologación de datos y la integración en tiempo real”, explica Niv Yarimi, fundador y presidente de Grupo Kabat y Kabat One.

Un evento que pondrá a prueba la seguridad tecnológica
El Mundial 2026 será el primero en la historia en realizarse en tres países y espera reunir a más de 5 millones de visitantes internacionales, según estimaciones de la FIFA y la Secretaría de Turismo de México. Solo la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, sedes confirmadas, recibirán una carga inédita de turistas, vehículos, eventos masivos y actividades paralelas.
Sin embargo, los riesgos que esto conlleva pueden ser aglomeraciones, incidentes de movilidad, emergencias médicas, accidentes viales y delitos oportunistas. Para Yarimi, la clave no está únicamente en reaccionar, sino en prever. “Nuestra plataforma integra datos en tiempo real con analítica predictiva, lo que permite detectar patrones anómalos, como movimientos inusuales en cámaras, llamadas atípicas al 911 o congestiones en puntos específicos. Con esta inteligencia, las autoridades pueden anticipar eventos antes de que escalen”.
México, sin embargo, arrastra un desafío como la fragmentación de datos en seguridad pública. A nivel nacional, existen al menos 32 Centros de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C5), además de múltiples C4 y centros municipales. Cada uno maneja distintos sistemas y bases de datos, lo que dificulta la interoperabilidad.
“La fragmentación histórica de datos es uno de los grandes retos en México. En Kabat One homologamos diferentes fuentes cámaras, sensores, reportes ciudadanos, llamadas en un lenguaje unificado. Esto permite obtener una visión integrada y actualizada en tiempo real”, señala Yarimi.

De la reacción a la prevención
Los modelos tradicionales de seguridad, basados en monitoreos aislados y reacciones tardías, suelen enfrentar retrasos de minutos críticos al momento de un incidente. Kabat One busca acortar esa brecha. “Con nuestra plataforma, un operador puede visualizar de inmediato un panorama claro y completo de la situación. Esto facilita la coordinación interinstitucional y la toma de decisiones en segundos”, sostiene el directivo.
El ángulo diferencial de Kabat One radica en que no se limita al sector público. Además de trabajar con C5 estatales en entidades como Ciudad de México, Jalisco, Michoacán, Sinaloa, Yucatán, Durango y Chiapas, la plataforma también presta servicios al Instituto Nacional de Migración y a municipios como Ecatepec y Naucalpan, donde la densidad poblacional y los retos de seguridad son críticos.
Yarimi asegura que la tecnología de Kabat One ya protege de forma directa o indirecta a más de 70 millones de personas en México, una cifra calculada con base en la población bajo cobertura en las regiones donde opera.
Resultados medibles
Uno de los casos más emblemáticos citados por Yarimi es Michoacán, estado que ha vivido por años altos índices de violencia. “Mientras en 2002 el estado enfrentaba más de 2,700 homicidios, hoy ese número se ha reducido a menos de 900. Esto refleja un impacto positivo en la gestión del riesgo y la reacción ante incidentes”, asegura. La clave, afirma, es la integración tecnológica que permite unificar procesos de respuesta, coordinar instituciones y aplicar estrategias preventivas basadas en datos en tiempo real.
El impacto, agrega, se mide a través de métricas como la reducción de incidentes, disminución en tiempos de respuesta, nivel de coordinación interinstitucional y calidad de la información disponible para la toma de decisiones.
De acuerdo con datos de IDC y Statista, el gasto en soluciones de seguridad pública y privada en el país superará los 2,000 millones de dólares en 2026, impulsado en gran parte por la necesidad de modernizar sistemas ante eventos internacionales y la creciente urbanización.
Actualmente, México cuenta con más de 80 mil cámaras de videovigilancia en operación en diferentes estados, y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ha invertido en ampliar la red de sensores y sistemas de monitoreo. Sin embargo, especialistas coinciden en que el reto no es solo instalar más dispositivos, sino lograr que toda esa información sea interoperable y útil, un punto en el que empresas como Kabat One encuentran su oportunidad.
“El verdadero valor está en la inteligencia de datos en tiempo real. No basta con más patrullas o más cámaras; se necesita integrar la información y convertirla en acciones preventivas”, subraya Yarimi.
Para estar listos de cara al 2026, Yarimi estima que será necesaria una inversión coordinada pública y privada en tres frentes ya sea en actualización de infraestructura (cámaras, sensores, servidores), plataformas integradoras y capacitación especializada de personal.
En este sentido, Kabat One ya trabaja con gobiernos locales y federales en procesos de capacitación y homologación de datos, además de participar en la planeación de estrategias de seguridad y emergencias. “Nuestra estrategia incluye un crecimiento proyectado cercano al 25% en los próximos meses. Queremos asegurar interoperabilidad en todas las sedes oficiales y facilitar la integración con autoridades locales, estatales y federales”, apunta el empresario.
Aunque el Mundial es el catalizador inmediato, Yarimi subraya que el verdadero impacto de la inteligencia de datos va más allá. “La seguridad urbana no puede depender únicamente del patrullaje físico o del número de cámaras instaladas. El valor está en la inteligencia predictiva que permite detectar riesgos incipientes antes de que se conviertan en emergencias”, asegura.