
Pemex avanza en energías renovables, pero enfrenta retos en indicadores ambientales
Pemex planea integrar más de 8,000 MW en sistemas de almacenamiento con baterías (BESS) a 2038.
La permanencia de Petróleos Mexicanos (Pemex) más allá de 2050 dependerá de su capacidad de adaptación frente a los cambios globales en materia energética, de acuerdo con Margarita Pérez Miranda, directora general de Pemex PMI Comercio Internacional, durante su participación en el Women’s Energy and Sustainability Summit 2025.
Uno de los pasos más relevantes en esta transformación es la apuesta por los sistemas de almacenamiento energético mediante baterías, conocidos como BESS por sus siglas en inglés (Battery Energy Storage Systems). Estas tecnologías no son nuevas, pero su adopción en México apenas empieza a acelerarse, datos del Mix Energético de Pemex y la Estrategia Nacional del Sector Eléctrico, se prevé incorporar 8 mil 412 megavatios de estos sistemas a 2038.
El pasado 22 de mayo del 2025, el consejo de administración de Pemex aprobó una reforma a su estatuto orgánico quien tiene la posibilidad legal de incursionar en negocios como la exploración de campos de hidrógeno, biocombustibles, geotermia, energías solares y eólicas.
Resultados mixtos en el camino verde
El primer trimestre de 2025 mostró luces y sombras en la estrategia ambiental de Pemex. Por un lado, la empresa redujo sus emisiones de dióxido de carbono equivalente en un 3.4%, al pasar de 14.7 a 14.2 millones de toneladas métricas frente al mismo periodo del año anterior. Además, el reúso de agua aumentó en 12.4%, gracias a la implementación de sistemas de tratamiento en refinerías y centros de proceso.
“Durante 2024, Pemex reportó avances en la implementación del sistema de tratamiento de aguas residuales… así como la mejora de indicadores de eficiencia que reflejan nuestro compromiso con el medio ambiente”, señaló Pérez Miranda.
Sin embargo, otros datos ponen en duda la efectividad de las estrategias. Las emisiones de óxidos de azufre crecieron un alarmante 28.9%, pasando de 298.6 mil toneladas a 384.9 mil. Un retroceso que evidencia los retos de coordinar las distintas áreas de operación bajo una sola lógica de sostenibilidad.
La directiva de Pemex fue enfática en que mirar hacia el futuro no es un lujo, sino una obligación “Debemos estar pensando en la transición energética que nos lleve hasta el 2050”, dijo. Con lo anterior, se contempla el uso del gas natural como combustible de transición, mejoras en eficiencia energética y control de fugas, además de inversiones en procesos más limpios para la refinación y la petroquímica.
En materia hídrica, Pemex también plantea reducir el consumo mediante tecnologías de recirculación, una necesidad urgente en regiones con estrés hídrico creciente.
«La sostenibilidad no es una meta aislada, sino un principio transversal que debe ser la guía en cada una de las decisiones y operaciones que se realicen hacia el futuro”, afirmó Pérez Miranda.