Componentes

G-Sync versus FreeSync, la batalla por la sincronización

Los juegos mejor renderizados pueden verse lisa y llanamente arruinados por culpa del “screen tearing” (desgarro de pantalla) que se produce cuando falla la sincronización entre la placa gráfica y el monitor. Tanto Nvidia como AMD ofrecen soluciones basadas en tecnología de refresco adaptativo, con diferencias en implementación, beneficios y costos; pero más importante, acompañada de una división de las aguas en el mercado de monitores.

Antes de que los dos principales vendors de tecnología gráfica propusieran sus respectivas soluciones a los problemas de sincronización entre GPUs y monitores, la única respuesta para el problema de pantallas desgarradas era V-Sync, una tecnología de alto rango con el efecto secundario de problemas de performance y lag. G-Sync y FreeSync están diseñadas para suavizar el juego, reducir el lag y evitar los desgarros de pantalla. Ambas soluciones aplican diferentes métodos para conseguir sus objetivos, pero lo que realmente las diferencia es que Nvidia mantiene a G-Sync como tecnología propietaria, mientras que AMD comparte FreeSync abiertamente con la industria.

G-Sync requiere la inclusión de un módulo especial dentro del monitor, mientras que FreeSync usa la funcionalidad de la placa gráfica para administrar la tasa de refresco del monitor usando la tecnología Adaptive Sync incorporada en la especificación estándar de DisplayPort.

tecnologia-g-sync-en-el-interior-de-un-monitor
Tecnología G-Sync en el interior de un monitor

 

El desgarro de pantalla y el “tartamudeo” (stutter) de las imágenes son un efecto de la falta de alineación entre el número de cuadros por segundo (FPS) que genera la placa gráfica y la tasa de refresco del monitor. Si el monitor se encuentra a la mitad de la tarea de dibujar un cuadro y enseguida le llega otro, corta la tarea a la mitad y comienza a dibujar el nuevo cuadro. Esto causa el tartamudeo hasta que la imagen se actualiza, o un desgarro horizontal que causa que dos mitades de cuadros diferentes se muestren en pantalla al mismo tiempo.

Quienes hayan notado el problema, pueden haber activado V-Sync para aliviarlo, observando en consecuencia una caída de performance. Esto se debe a que V-Sync ajusta la salida de cuadros de la placa a la tasa esperada de refresco del monitor, la cual es casi siempre de 60 Hz (60 refrescos por segundo). Eso está bien si la computadora puede mantener 60 cuadros por segundo en forma pareja, pero si no puede, V-Sync debe bajar a un divisor de 60 FPS; normalmente, 30 FPS, o si la PC no consigue esa frecuencia, 20 FPS o menos.

G-Sync, la respuesta de Nvidia a los problemas de desgarros de pantalla, tartamudeo y lag
G-Sync, la respuesta de Nvidia a los problemas de desgarros de pantalla, tartamudeo y lag

 

V-Sync trabaja de esta forma porque normalmente los monitores no devuelven información a la placa gráfica. Su tasa de refresco es siempre la misma, sin importar cuántos cuadros se le envíen por segundo. La tecnología de sincronización adaptativa hace posible que la tasa de refresco del monitor varíe para ajustarse a la salida de la placa gráfica. Esto evita los desgarros de pantalla sin poner un límite en los FPS de la placa.

Desafortunadamente, no todas las tecnologías de sincronización adaptativa son iguales, lo que obliga a elegir un bando: Nvidia o AMD.

Una de las primeras cuestiones que se surgen al hablar de tecnología de refresco adaptativo es la diferencia entre un estándar abierto y uno cerrado. Mientras que G-Sync es tecnología propietaria de Nvidia, y requiere el permiso y la cooperación de la empresa para usarlo, FreeSync es gratuito.

los-desgarros-de-pantalla-y-la-solucion-freesync-de-amd

G-Sync lleva más tiempo en el mercado, y su control está en manos de Nvidia. FreeSync, gracias a su mayor apertura, está ganando terreno rápidamente. La incompatibilidad entre ambas tecnologías obliga a decidirse por un bando y elegir un monitor y una GPU que puedan interactuar a la hora de sincronizar sus FPS y sus frecuencias de refresco.

EL COSTO

Al considerar el costo de las dos alternativas para manejar la sincronización de FPS y tasa de refresco se deben considerar dos aspectos: la GPU y el monitor. Con la alternativa de Nvidia, el módulo que se ubica dentro del monitor es el encargado del trabajo pesado involucrado en el ajuste de la tasa de refresco. Esto se ve reflejado en el precio que se paga por el monitor, dado que su fabricante debe pagar a Nvidia por el hardware G-Sync.

El módulo G-Sync, además, libera de la tarea de sincronización a la placa gráfica, por lo que permite utilizar placas gráficas de rango relativamente bajo. En el sitio web de Nvidia se muestran todas las GPUs compatibles con G-Sync, las cuales van desde la Titan X y la GeForce 980 Ti hasta la económica GeForce 650 Ti Boost.

A diferencia de G-Sync, FreeSync no obliga a los fabricantes de monitores a comprar hardware especial para adaptarlos a la tecnología, por lo que los monitores compatibles con FreeSync tienden a tener precios sustancialmente más bajos que los G-Sync de características similares.

Por el lado de la GPU, FreeSync requiere una GPU compatible, lo cual limita las opciones a las Radeon R9, R7 o superiores. Afortunadamente hay modelos económicos que soportan FreeSync, como la R7 260, cuyo precio ronda los U$S 100.

PERFORMANCE

El módulo G-Sync de Nvidia
El módulo G-Sync de Nvidia

Hay diferencias de performance entre FreeSync y G-Sync en varios aspectos. Con respecto a FreeSync, si bien se nota la reducción en problemas de desgarro y tartamudeo, aparece otro problema: las imágenes fantasma. A medida que los objetos se mueven por la pantalla, van dejando detrás un poco de la imagen en su última posición, como una estela. Es un efecto que mucha gente ni siquiera nota, pero que puede irritar a usuarios detallistas; además, el modelo está acotado a determinados modelos de monitores, por lo que es necesario informarse adecuadamente antes de adquirir un monitor FreeSync.

La razón física de las imágenes fantasma tiene que ver con la administración de energía. Si no se alimenta a los píxeles con la suficiente energía, la imagen puede aparecer con brechas, mientras que si se les suministra energía en exceso, pueden aparecer las imágenes fantasma. Es difícil balancear la tecnología de balanceo adaptativo con una adecuada distribución de energía.

Tanto G-Sync como FreeSync pierden eficacia cuando los FPS no son consistentes con el rango de tasas de refresco del monitor. G-Sync puede mostrar problemas de parpadeo con índices de cuadros muy bajos, y si bien la tecnología habitualmente se las arregla para compensar esos parpadeos, hay excepciones. FreeSync, por su parte, presenta el problema de tartamudeo si los FPS caen por debajo de la mínima tasa de refresco del monitor. Muchos especialistas que han hecho comparaciones en igualdad de condiciones prefieren la calidad de G-Sync, debido a que no tiene problemas de tartamudeo con bajos índices de FPS, haciendo que los juegos funcionen con mayor suavidad. Algunos monitores FreeSync presentan un rango adaptativo de frecuencias de refresco muy acotado, y si la placa gráfica no ofrece un índice de FPS dentro de ese rango, comienzan a aparecer problemas.

Sin considerar ningún otro componente, cualquier gamer debe estimar un gasto cercano a los U$S 1.000 para hacerse de una placa gráfica con G-Sync y un monitor compatible, especialmente si se busca una placa que sea capaz de lidiar con juegos en resoluciones 4K. El umbral de entrada a FreeSync es inferior: por alrededor de U$S 600 se puede acceder al nivel básico de la tecnología, incluyendo un monitor 4K y una placa Radeon básica con compatibilidad FreeSync como puede ser la R7 260, que no es apta para juegos  4K. Con unos U$S 200 más se puede escalar a una R9 290, la cual sí es capaz de soportar títulos 4K.

A pesar de tener menos tiempo en el mercado, la cantidad de opciones en materia de monitores FreeSync es ya muy superior a la de G-Sync. El sitio web 144HzMonitors (especializado en análisis de monitores de gaming) presenta un listado de 20 monitores G-Sync disponibles, mientras que la cantidad de opciones FreeSync alcanza 85 modelos, ofreciendo un mayor número de combinaciones de tamaños de pantalla, tasas de refresco y resoluciones.

Las razones por las que hay menos opciones con G-Sync no se limitan al sobrecosto que impone el módulo que los monitores deben incorporar, sino también a cuestiones de diseño. Algunos fabricantes de monitores observan que el módulo G-Sync requiere más espacio dentro del monitor, por lo que deben crear diseños especiales para los monitores que incorporen la tecnología de Nvidia. Minhee Kim, gerente de marketing y comunicaciones de la unidad de negocios de PCs y monitores de LG, explica que la alternativa de AMD permite que los fabricantes de monitores la incorporen en sus diseños existentes. “Esto facilita la dispersión de modelos, no sólo para monitores de gaming de alto rango, sino también para modelos de media escala”, destaca Kim.

LG ofrece varios modelos de monitores de 1080p de menos de 30 pulgadas ultra-anchos (radio de aspecto 21:9) por precios finales que no superan los U$S 300. Con G-Sync, la única opción 1080p es un panel curvo de 35 pulgadas de Acer con un mayor rango de tasas de refresco y un nivel de precio también muy superior (alrededor de U$S 900).

innovaciones-en-pantallas-de-la-mano-de-lg-y-freesync

Lenovo ingresó en el mercado de los monitores de gaming de la mano de un modelo curvo, habilitado para FreeSync. “Nuestro último monitor, el Lenovo Y27f Curved Gaming Monitor, está optimizado para gaming”, dijo Li Jun Su, director ejecutivo y gerente general de la unidad de negocios de dispositivos visuales de Lenovo. “La tecnología AMD FreeSync, junto con una veloz tasa de refresco de 144 Hz, elimina los desgarros de pantalla y minimiza el tartamudeo y el lag, consiguiendo movimientos más naturales. Combinando esto con una resolución de 1920 x 1080 y la pantalla más curva hasta el momento, el monitor ofrece a los usuarios la experiencia de gaming más suave posible”.

SUPERIORIDAD TÉCNICA

En una entrevista, Tom Petersen, director de marketing técnico de Nvidia, acepta que el mayor costo de desarrollo de los monitores compatibles con G-Sync los pone en un segmento del mercado de mayor costo. Pero el directivo señala que eso está bien, puesto que la tecnología G-Sync está pensada para productos premium.

“Cuando veo monitores G-Sync con mayores precios, entiendo que eso es más una indicación de valor que de costo”

Petersen indica varios detalles en donde G-Sync muestra superioridad por sobre FreeSync, como por ejemplo su capacidad para adaptarse a cualquier caída en la tasa de refresco y el control completo que Nvidia tiene sobre cuestiones tales como el color y el efecto de motion-blur, en las cuales la alternativa de Nvidia es superior (según Petersen) a lo que los fabricantes de monitores ofrecen sin el módulo G-Sync. “Cuando veo monitores G-Sync con mayores precios, entiendo que eso es más una indicación de valor que de costo”, explica el directivo de Nvidia. “Porque al final del día, especialmente con los monitores en los segmentos superiores del mercado, el costo de los componentes no determina directamente el precio”.

Algunos fabricantes de monitores preferirían que Nvidia admitiera el estándar de sincronización adaptativa de DisplayPort, de forma tal que los usuarios pudieran disfrutar de algunos beneficios de la tecnología anti-desgarro sin contar con monitores G-Sync. Al respecto, Petersen respondió “nunca digas nunca”, pero aclaró que por el momento no habría beneficios en hacer tal cosa. “Me preocupa que, por lanzarlo abiertamente al mercado, brindemos la misma experiencia menos que asombrosa que FreeSync ofrece actualmente, y esa simplemente no es nuestra estrategia”.

Para los consumidores leales a Nvidia, el mensaje es claro: si prefieren G-Sync, deben prepararse para entrar en el mundo de los monitores de gaming lujosos, puesto que la tecnología no estará disponible para el mercado masivo en el futuro próximo.

Autor

  • Pamela Stupia

    Editora de ITSitio para toda la región. Comenzó su camino en medios gráficos y digitales hace más de 10 años. Escribió para diario La Nación y revista Be Glam del mismo grupo.

[mdx-adserve-bstreet region="MED"]

Pamela Stupia

Editora de ITSitio para toda la región. Comenzó su camino en medios gráficos y digitales hace más de 10 años. Escribió para diario La Nación y revista Be Glam del mismo grupo.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba