Inteligencia Artificial

Victoria Martínez Suarez: «La inteligencia artificial no es una tendencia, es la nueva electricidad»

En diálogo con ITSitio durante el evento Pulso IT 2024, Victoria Martínez Suarez, Gerente de Desarrollo de Negocios de Inteligencia Artificial en Red Hat Latam, reflexionó sobre los desafíos de implementar inteligencia artificial en los negocio, desde la necesidad de superar el exceso de información hasta la importancia de la observabilidad y la capacitación.

Durante el evento Pulso IT 2024, Victoria Martínez Suarez, Gerente de Desarrollo de Negocios de Inteligencia Artificial en Red Hat para América Latina, compartió su visión sobre los retos de implementar y educar en el uso de la inteligencia artificial en los negocios. En diálogo con el podcast de ITSitio, Martínez Suarez describió los desafíos de su rol y cómo esta tecnología está transformando no solo las empresas, sino también la forma en que se conciben los negocios.

Uno de los puntos clave mencionados por Martínez Suarez fue el impacto que tiene el exceso de información en el entendimiento de la IA. Según ella, esta sobrecarga genera confusión sobre qué es y qué no es posible con esta tecnología. “A veces uno se imagina que resuelve más de lo que realmente puede, o no ve los problemas que enfrentará más adelante, como temas de compliance, seguridad o escalabilidad para múltiples casos de uso”, explicó.

En este sentido, destacó la importancia de entender que la IA no es un producto que se pueda vender como un componente aislado, sino que debe ser parte de una solución integral. “No vendo IA, vendo una combinación de productos que tienen inteligencia artificial incorporada”, enfatizó, mencionando un estudio de IDC que compara esta tecnología con “la nueva electricidad” debido a su capacidad de transformar industrias enteras.

Identificar la necesidad: el primer paso hacia soluciones efectivas

Martínez Suarez subrayó que la clave para implementar IA de manera exitosa es identificar la necesidad específica, ya sea interna o externa. A menudo, los clientes se enfocan en usar la tecnología más novedosa, incluso cuando no es necesaria. “A veces me dicen: ‘Tengo que resolver tal caso de uso con inteligencia artificial’, y mi respuesta es: no hace falta, se puede hacer de otra manera mucho más económica”, comentó.

Este enfoque pragmático también incluye considerar las limitaciones presupuestarias y los objetivos de largo plazo. Según Martínez Suarez, la IA no es una solución única, sino una combinación de técnicas que deben integrarse de manera coherente para generar valor.

“No es una sola herramienta la que ofrece una solución completa; se necesita una mezcla de técnicas y estrategias” – Victoria Martínez Suarez.

El impacto en la vida personal y empresarial

Durante la entrevista, Martínez Suarez relató casos de uso de la IA tanto en el ámbito personal como corporativo. Mencionó, por ejemplo, a un comunicador que creó un avatar virtual para asistirlo en la redacción de noticias y otras tareas específicas. “Lo interesante es que estas herramientas pueden aprender a redactar como vos, hablar como vos, e incluso imitar tu tono y frecuencia”, dijo.

Sin embargo, advirtió que en el mundo empresarial aparecen dolores y responsabilidades adicionales, como la privacidad de los datos y el cumplimiento de normativas. “En las empresas, es crucial asegurarse de que los datos están auditados de punta a punta, desde su generación hasta su transformación y uso final”, comentó. Esto, según ella, implica una creciente necesidad de herramientas que permitan observar y medir la confiabilidad de los modelos, así como minimizar sesgos y errores.

Uso responsable de la IA y el rol de la regulación

Martínez Suarez también abordó la importancia de establecer normativas claras para el uso responsable de la IA. En su opinión, este es uno de los mayores desafíos actuales, ya que aún no existen estándares globales que certifiquen la seguridad y funcionalidad de los modelos de IA. “Así como un respirador artificial pasa por un proceso de certificación, los algoritmos deberían tener un sistema similar de evaluación”, propuso.

En línea con este objetivo, mencionó iniciativas como la creación de comunidades que comparten taxonomías y habilidades específicas para entrenar modelos, promoviendo así un desarrollo colaborativo. Estas herramientas no solo ayudan a mejorar la precisión de los modelos, sino que también facilitan su uso en aplicaciones más específicas.

Prepararse para un futuro impulsado por IA

La adopción de la IA no solo implica implementar tecnología, sino también un cambio cultural profundo. Según Martínez Suarez, los canales y resellers deben convertirse en sus propios clientes para comprender cómo incorporar la IA en sus procesos antes de venderla a terceros. “Esto requiere otro nivel de entendimiento y capacitación. Identificar los dolores y necesidades internas facilita hablar después con los clientes y ofrecer soluciones adecuadas”, explicó.

En cuanto a sus expectativas a futuro, Martínez Suarez se mostró optimista sobre el aumento de la adopción de IA en los negocios. “Hoy estamos en una etapa experimental, pero espero que en los próximos meses se acelere este proceso y seamos más conscientes del uso de la inteligencia artificial, tanto a nivel personal como corporativo”, concluyó.

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