
Troyano para Linux que lleva años funcionando.
Este malware representa la pieza que faltaba en el puzzle de Turla, una amenaza persistente avanzada que fue descubierta el pasado mes de agosto por Symantec y Kaspersky Lab. Durante los últimos 4 años ha tenido como objetivo todo tipo de instituciones de estado, desde el gobierno hasta el ejército, pasando por el sistema educativo, así como también a empresas farmacéuticas, afectando a 45 países en el mundo.
Hasta ahora Turla solo había infectado a sistemas operativos Windows, aprovechando diversas vulnerabilidades del sistema, entre ellas dos zero day. El malware se destaca por el uso de un rootkit que lo hace realmente difícil de detectar, provocando que se considere a Turla como una APT. Los investigadores de Kaspersky Lab en Moscú han descubierto un troyano para Linux, realizado con C y C++.
Debido a que es muy sigiloso, no puede ser detectado a través del comando netstat, y pudo estar alojado en ordenadores Linux durante mucho tiempo. El troyano también es capaz de enviar información sin necesidad de privilegios de administrador, siendo ejecutado a través de unos paquetes que se le mandan a través de una puerta trasera, que contienen una serie de “números mágicos” que activan el malware.
La complejidad de Turla dejó sorprendidos a los investigadores, además de que por ahora se desconoce quiénes son sus autores. Pese a todo, el claro enfoque hacia instituciones invita a pensar que por ahora los usuarios comunes no tienen mucho que temer, ya que se sospecha que todo puede formar parte de algún plan de espionaje.