
¿Humano o bot? La tecnología de World quiere asegurarse de que seas tú
73% de los mexicanos han dudado si están hablando con una IA o una persona real, según datos de World.
El desafío de distinguir entre lo humano y artificial en ocasiones puede ser un predicamento, pues este tipo de tecnología está evolucionando en todas las industrias, incluso dejando a la especulación si es confiable. Sin embargo, compañías como Tools for Humanity quieren cambiar la dirección de esta conversación “prueba de humanidad”, es así como nace Worldcoin proyecto insignia de esta compañía está buscando «devolverle la confianza al internet en la era de la inteligencia artificial”, comentó en entrevista, Miguel Rocha, director regional para México, Centroamérica y el Caribe.
Tools for Humanity nació hace seis años de la mano de Sam Altman (CEO de OpenAI) y Alex Blania, con la misión de desarrollar tecnología que siente las bases para la convivencia humana dentro de entornos digitales saturados de IA.
“Lo que hacemos con el protocolo World es construir herramientas que vamos a necesitar en la era de la inteligencia artificial. La piedra angular es esta prueba de humanidad”, explica Rocha.
Hasta ahora, mecanismos como el CAPTCHA intentaban cumplir esta función. Pero con los avances en IA como los grandes modelos generativos tipo ChatGPT o Gemini, ya no son eficaces y esto sucede desde bots que acaparan boletos para conciertos hasta deepfakes en apps de citas, la identidad digital se encuentra cada vez más expuesta y vulnerable.
De acuerdo con una encuesta interna a 12 mil usuarios en México reveló que el 58% cayó en algún deepfake y que el 73% ha dudado si está hablando con una persona o con una IA. “Esto ya no es ciencia ficción. Es un problema del presente”, advierte Miguel Rocha, director regional para México, Centroamérica y el Caribe.

Una identidad digital privada y abierta
La tecnología detrás de World funciona bajo principios de privacidad avanzados, como pruebas de conocimiento cero (ZK-proofs), que permiten verificar que una persona cumple con ciertos requisitos (por ejemplo, ser mayor de edad o residente de un país), sin exponer su información sensible.
Y todo esto bajo un modelo de código abierto, que permite la colaboración con gobiernos y otras instituciones. “Nosotros no solo cumplimos con la ley en cada país donde operamos; estamos abiertos a compartir nuestra tecnología con autoridades y sectores que estén desarrollando soluciones de identidad digital”, asegura el director regional para México, Centroamérica y el Caribe.
En un país como México, donde el 89% de la población ha sido víctima de fraude digital o conoce a alguien que lo ha sido, esta tecnología es una alternativa robusta para prevenir suplantaciones, fraudes y pérdida de confianza en el entorno digital.
Sin embargo, este proyecto no solo busca certificar humanidad, su implementación ya está empezando a tener impacto en industrias clave como el entretenimiento, gaming y las plataformas de citas.
Por ejemplo, la empresa anunció alianzas con la Federación Nacional de Videojuegos (Fenavi), para asegurar entornos de competencia justos sin bots. También colabora con Match Group (dueño de Tinder) en Japón, para verificar perfiles reales mediante World ID.
Otro caso destacado es el producto “DeepFace”, que ya opera en fase beta. “Permite validar en una videollamada que tú eres tú. Parece trivial, pero ya hay casos de fraudes donde un tesorero transfiere millones porque cree estar hablando con su jefe… y es un deepfake”, relata Rocha.

México es un mercado sensible, pero preparado
De acuerdo con Rocha, el usuario mexicano se muestra más cauteloso que en otros países, probablemente por su experiencia con fraudes digitales previos. Esta conciencia le da una ventaja: “Cuando les explicamos cómo nuestra tecnología puede ayudarlos, lo entienden rápidamente y se interesan.”
Además, México enfrenta un vacío legal en temas de identidad digital, justo en momentos en que el gobierno avanza en temas como el CURP biométrico y nuevas propuestas de ciberseguridad, esto hace más urgente la conversación sobre privacidad, resguardo de datos biométricos y colaboración público-privada.
“El sector privado debe estar dispuesto a colaborar con las autoridades para crear marcos confiables y herramientas útiles, que no solo protejan, sino que también eduquen al usuario sobre los riesgos digitales”, comentó Miguel Rocha.
Es por ello que para Tools for Humanity, el futuro de la identidad digital está vinculado a dos tendencias la anonimización efectiva y fortalecimiento de la economía descentralizada.
“No necesitas saber todo de una persona para darle acceso a un servicio. Si solo necesitas saber si soy mayor de edad, eso es lo único que debería compartirse. Nada más”, reflexiona Rocha.
En ese sentido, la tecnología de World basada en blockchain, criptografía y descentralización está ofreciendo un camino para interactuar con confianza, sin renunciar a la privacidad.

¿Qué sigue para World en México?
A corto y mediano plazo, la meta es una expansión acelerada. “La IA está creciendo de manera exponencial. Nosotros también debemos hacerlo”, enfatiza Rocha. Entre los objetivos de aquí a 2026 está la integración con más ciudades, alianzas con sectores estratégicos (como la boletería para eventos y educación en línea) y la expansión de su tecnología en nuevas plataformas.
Además, el proyecto busca seguir trabajando con autoridades mexicanas para crear estándares de identidad digital más sólidos, incluyentes y respetuosos de la privacidad.
Estudios recientes de Harvard estiman que en los próximos años, más del 90% del contenido en internet será generado o alterado por IA, World no pretende ser la solución definitiva, pero sí un espacio más seguro, más humano y más confiable.
World comenzó operaciones piloto en México en 2023. “Iniciamos pruebas técnicas, desde la conectividad hasta la experiencia de usuario. Fue hasta abril de 2024 que comenzamos con el despliegue más amplio”, detalla Rocha. Hoy, ya cuentan con más de 130 puntos de verificación en todo el país, incluidos estados clave como Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Baja California, Puebla y Querétaro.