El 83% de las empresas que adoptan Zero Trust reducen ataques, pero casi nadie usa IA ¿por qué?
DXC y Microsoft buscan acelerar la adopción de modelos de seguridad inteligentes y sostenibles en todo el mundo.
Aunque las organizaciones están adoptando modelos más sofisticados para proteger sus activos digitales, aún existe una brecha significativa en el aprovechamiento de la inteligencia artificial (IA) como herramienta de defensa. Así lo revela el nuevo informe “The Trust Report: From Risk Management to Strategic Resilience in Cybersecurity”, elaborado por DXC Technology en colaboración con Microsoft.
El estudio que incluyó entrevistas con más de un centenar de expertos en ciberseguridad de cuatro continentes muestra que el 83 % de las organizaciones que adoptaron el modelo Zero Trust lograron reducir los incidentes de seguridad, disminuyendo los costos de remediación y soporte. Sin embargo, solo el 30 % utiliza actualmente herramientas de autenticación basadas en IA, un dato que evidencia el amplio potencial aún sin explotar para fortalecer las estrategias de protección digital.
“Zero Trust se considera cada vez más como el estándar del futuro”, afirmó Dawn-Marie Vaughan, líder global de la oferta de ciberseguridad en DXC. “A medida que las amenazas impulsadas por IA se aceleran, las organizaciones deben evaluar la seguridad de forma holística abarcando identidad, dispositivos, redes, aplicaciones y datos. En DXC ayudamos a nuestros clientes a integrar Zero Trust en su cultura y tecnología para proteger sus operaciones”.

Zero Trust: el nuevo estándar de la seguridad digital
El enfoque Zero Trust se basa en la premisa de que ninguna entidad, ya sea interna o externa, debe ser considerada confiable por defecto. Cada acceso a los recursos corporativos debe verificarse y monitorearse de forma continua. Este modelo se consolida como un marco de referencia esencial amenazas son cada vez más sofisticadas, automatizadas y difíciles de detectar.
Según el informe, el 72 % de las empresas considera que las nuevas amenazas cibernéticas son el principal impulsor para mejorar sus políticas de seguridad y prácticas de Zero Trust. En tanto, el 66 % identifica los sistemas heredados como su mayor obstáculo para avanzar en la adopción de este modelo.
A pesar de estos retos, el reporte también destaca beneficios adicionales. Más del 50 % de las organizaciones descubrió que la implementación de Zero Trust no solo fortaleció su seguridad, sino que también mejoró la experiencia del usuario, al ofrecer accesos más fluidos y personalizados sin comprometer la protección.
El informe de DXC y Microsoft subraya que, aunque la IA se perfila como una herramienta clave para la defensa cibernética, su adopción en las áreas de autenticación, detección de amenazas y automatización de respuestas sigue siendo limitada. Apenas tres de cada diez organizaciones reportan usar inteligencia artificial en sus procesos de verificación de identidad o monitoreo proactivo.
Este rezago contrasta con el avance de los atacantes, que sí están aprovechando la IA para evadir defensas, generar ataques más sofisticados o explotar vulnerabilidades en tiempo récord. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México y América Latina registran un aumento de más del 20 % anual en ciberataques impulsados por IA generativa, lo que hace urgente reforzar la resiliencia digital.
“En DXC, nuestra experiencia integral nos permite defendernos de las amenazas basadas en IA y, al mismo tiempo, aprovechar una IA segura en una sola acción decisiva”, añadió Vaughan.

México y la urgencia de acelerar su madurez cibernética
En el contexto nacional, la Asociación Mexicana de Ciberseguridad estima que el 60 % de las empresas en México no cuenta aún con un plan integral de Zero Trust, y que la mayoría se encuentra en etapas iniciales de adopción. Los sectores financiero, manufacturero y de servicios públicos son los que más han avanzado, impulsados por regulaciones y la creciente digitalización de sus operaciones.
México, además, se posiciona como el segundo país de América Latina más afectado por ciberataques, de acuerdo con Fortinet, con un incremento del 40 % en intentos de intrusión durante 2025. Ante este panorama, los expertos coinciden en que el país necesita acelerar su transición hacia modelos más maduros de ciberseguridad, donde la colaboración entre el sector público y privado, así como la capacitación del talento especializado, sean pilares fundamentales.
Microsoft: integración y simplificación como claves
Por su parte, Alex Simons, vicepresidente corporativo de Microsoft Entra, destacó la importancia de la alianza con DXC para simplificar el camino hacia la adopción de Zero Trust.
“La mayoría de las empresas ya dependen de Microsoft Entra ID y Microsoft 365 como la columna vertebral de sus entornos de TI”, señaló Simons. “Desarrollar soluciones Zero Trust junto a DXC amplía ese valor, permitiendo una integración más estrecha, operaciones simplificadas y una mayor visibilidad y control. Al consolidarse en torno al ecosistema de Microsoft, las organizaciones pueden reducir la complejidad, disminuir costos y acelerar su camino hacia Zero Trust”.
Microsoft reforzó su portafolio de seguridad empresarial con herramientas como Microsoft Entra, Defender XDR y Sentinel, que integran capacidades de IA para la detección temprana de amenazas y la respuesta automatizada ante incidentes. Estas soluciones, combinadas con la experiencia de DXC en integración tecnológica y servicios gestionados, buscan ofrecer un modelo más ágil y seguro a las organizaciones.
“Las empresas deben ver la ciberseguridad no como un costo, sino como una inversión estratégica. La resiliencia digital se construye día a día, con cultura, tecnología y aliados que comprendan la complejidad del entorno actual”.






