El Internet de las Cosas es una tendencia con grandes oportunidades de negocio, pues abre varias posibilidades en diferentes tecnologías como los analíticos, la nube, la movilidad y el almacenamiento. Sin embargo, todavía existe una preocupación sobre los riesgos de tener diferentes dispositivos conectados.
Hay que partir del análisis de las diferentes categorías de equipos conectados al Internet de las Cosas (IoT): mientras se vuelven más controlables o autónomos, la intensidad de la amenaza aumenta, ya que los criminales son capaces de robar datos sensibles, insertar malware y, últimamente, realizar sabotaje del tipo «comando y control».
Gartner clasifica a los dispositivos en: cosas identificables (etiquetas RFID pasivas); cosas de comunicación/detección (sensores de presión); de detección controlables (sistemas HVAC), e inteligentes autónomas (carros auto-conducibles).
Cada “cosa” conectada es potencialmente una entrada para los ciberdelincuentes. Por ejemplo, un hogar conectado hackeado puede abrir la puerta principal a los ladrones; un auto tiene la posibilidad de ser controlado, entre otros casos.
La compañía brinda tres consejos para prevenir riesgos en el IoT:
- Tener un sentido claro de amplio espectro de escenarios de ataques.
- Entender la intensidad de las amenazas dadas las categorías específicas de dispositivos del IoT. También se debe prestar atención a las enormes cantidades de datos recolectados por estos sistemas.
- Tomar un enfoque holístico para la estrategia cibernética; así mismo, se debe revisar la orientación y recomendaciones de varias organizaciones que trabajan en el mismo campo.
