Educación online, cierra la brecha entre la formación académica y la empleabilidad real
Más de 1,116,875 estudiantes Mexicanos ya optan por programas virtuales, de acuerdo con cifras de la Subsecretaría de Educación Superior.
La educación online se ha consolidado como una de las herramientas más eficaces para conectar la formación académica con las exigencias reales del mercado laboral. Frente al modelo tradicional, que muchas veces prioriza la teoría por encima de la práctica, las universidades digitales han encontrado la manera de ofrecer programas que combinan certificaciones internacionales, proyectos aplicados y habilidades digitales de alto valor, garantizando una empleabilidad inmediata y competitiva.
El crecimiento de la educación virtual en México
En México, esta tendencia es cada vez más clara. Según datos de la Subsecretaría de Educación Superior, la matrícula en modalidades no escolarizadas (incluye virtual y a distancia) de nivel profesional alcanzó las 1,116,875 personas en el ciclo 2023-2024, una cifra que refleja el crecimiento continuo de la demanda por formatos flexibles. Este giro responde a la expansión de internet en el país, que alcanzó a 83.1% de la población de 6 años y más en 2024, según el INEGI, lo que garantiza una amplia base de usuarios para la educación digital.
Ferran Calatayud Ventura, Executive Director/CEO de BIU University, lo resume de forma clara: “Hoy la creatividad y la capacidad de aprender rápido son más importantes que nunca; la educación online ofrece ese espacio para reinventarse constantemente y mantenerse vigente”.
No obstante, el reto no es menor. Según la ENDUTIH 2024 del INEGI, la brecha digital persiste, mientras el 86.9% de las personas usa internet en zonas urbanas, la cifra cae al 68.5% en zonas rurales. Además, el número de hogares con computadora es solo del 43.9% a nivel nacional. Superar esta brecha es clave para la igualdad de oportunidades y la formación docente.
En paralelo, los cambios del mercado laboral presionan cada vez más. Según datos regionales, en México ya el 13 % de los empleos corresponden a perfiles digitales, cifra que supera a Ecuador (1 %) Colombia (8%) y Chile (12%) pero aún queda por debajo de Argentina (16 %). Para Ferran la clave está en que la educación online conecta de forma directa al estudiante con las demandas emergentes “El conocimiento sin aplicación práctica se queda a medias. El reto está en que el estudiante salga con competencias que pueda usar desde el primer día en su trabajo”.
Áreas como inteligencia artificial, big data o negocios digitales requieren profesionales con formación sólida y ágil. Universidades como BIU han diseñado programas enfocados en estas tendencias globales, lo que no solo acorta la brecha entre la universidad y la empresa, sino que abre la puerta a oportunidades internacionales. Como concluye Ferran “El gran valor de la educación online es que democratiza el acceso al conocimiento y lo conecta con la realidad; ya no hay barreras de tiempo o espacio para aprender lo que el mercado necesita”.
La educación online es, en definitiva, una respuesta al cambio vertiginoso de la economía global. Y como señalan los expertos de BIU, aprender online no es una alternativa, sino una estrategia imprescindible para quienes buscan competir y destacar en el nuevo mundo laboral.




