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¿Nuevo en el tema de criptomonedas? Evita estos diez errores que pueden ser comunes

En el primer semestre de 2025, los usuarios de criptomonedas en México crecieron un 31,5%, de acuerdo con Cointelegraph.

Redacción de ITSitio 3 de octubre de 2025

4 minutos de lectura

El mercado de criptomonedas en México se encuentra en plena expansión y promete convertirse en un actor relevante dentro de la economía digital regional. Según datos de Chainalysis, el país se ubica como el cuarto de Latinoamérica en adopción de criptomonedas y el número veintitrés a nivel mundial. Durante el primer semestre de 2025, las transacciones y el número de usuarios en plataformas cripto crecieron un 31,5%, según informó Cointelegraph.

El mercado mexicano de criptomonedas, si mantiene esta trayectoria, podría superar los 80.000 millones de dólares hacia 2033, proyecta la consultora especializada. Además, la llegada de remesas a través de soluciones blockchain y el interés creciente de los jóvenes por la inversión digital han sido factores clave para el auge del sector.

A pesar de este dinamismo, los expertos advierten sobre los riesgos que implica ingresar a este ecosistema todavía joven. Virginia Mijes, profesora de finanzas en EAE Business School, perteneciente a la red Planeta Formación y Universidades, asegura que “aunque el ecosistema ha madurado y México muestra una gran receptividad, las criptomonedas siguen siendo un mercado joven. La clave es educarse bien en su funcionamiento, entender los riesgos y avanzar paso a paso, con seguridad y criterio”.

Volatilidad y regulación: los desafíos persistentes

Uno de los principales riesgos que enfrentan los inversionistas es la volatilidad extrema de las criptomonedas. Los precios pueden subir o caer en cuestión de horas, generando ganancias rápidas, pero también pérdidas significativas. “El desafío para los próximos años será equilibrar innovación y regulación”, señala Mijes. “Los marcos normativos claros pueden ayudar a dar confianza a los inversores, pero al mismo tiempo hay que evitar barreras que limiten la inclusión o el acceso a nuevas oportunidades”.

La regulación es otro punto crítico. En México, aunque se han dado pasos hacia la regulación del mercado cripto, aún existen vacíos legales que limitan la interoperabilidad transfronteriza y la protección al consumidor. La Ley Fintech, implementada en 2018, marcó un primer avance, pero la rapidez del desarrollo tecnológico ha hecho que algunas áreas queden desactualizadas, expertos aseguran que contar con reglas claras y actualizadas podría aumentar la confianza de los inversores y fomentar un crecimiento sostenible.

Además, la seguridad sigue siendo un tema sensible. Hackeos, estafas y proyectos fallidos han generado un ambiente de cautela. Si bien la adopción de políticas de prevención de lavado de dinero (AML) y de «conozca a su cliente» (KYC) ha mejorado la protección, también limita la privacidad de los usuarios y la forma en que se realizan las transacciones.

Diez errores comunes que los principiantes deben evitar

Para quienes deciden entrar al mundo cripto, la educación financiera y la prudencia son fundamentales. La profesora Mijes identifica los diez errores más comunes de los inversores principiantes:

No investigar adecuadamente la criptomoneda: Entender el proyecto, el equipo, la tecnología y el potencial en el mercado es esencial antes de invertir.
Invertir dinero que no pueden permitirse perder: Muchos se dejan llevar por la emoción y ponen en riesgo su estabilidad financiera.
Seguir a la multitud: El «FOMO» (miedo a quedarse fuera) puede llevar a decisiones apresuradas y mal informadas.
Concentrar todos los fondos en un solo activo: La diversificación ayuda a mitigar riesgos.
Mantener fondos en exchanges en lugar de wallets personales seguras: Incrementa la vulnerabilidad ante hackeos.
No comprender la volatilidad del mercado: Las fluctuaciones pueden ser extremas y rápidas.
Intentar predecir el mejor momento para comprar o vender: Incluso los expertos enfrentan dificultades al intentar cronometrar el mercado.
Ignorar noticias y desarrollos del mercado: Estar informado sobre avances tecnológicos y cambios regulatorios puede marcar la diferencia.
Desconocer obligaciones fiscales y regulatorias: La falta de cumplimiento puede derivar en sanciones legales.
No ser crítico ante oportunidades demasiado buenas para ser verdad: Evitar fraudes y proyectos engañosos es crucial.

Mijes enfatiza que “invertir en criptomonedas no es ni una apuesta segura ni un juego de azar. Es un proceso que requiere disciplina, diversificación y formación continua. Solo así puede convertirse en una vía real de inclusión y de participación en la economía digital del futuro”.

México y el auge de las criptomonedas

El interés por las criptomonedas no es solo anecdótico. Datos de Statista muestran que en 2025 México contaba con más de 6 millones de usuarios activos de criptomonedas, cifra que representa un aumento significativo frente al año anterior. Bitcoin y Ethereum continúan siendo las criptos más populares, aunque altcoins como Solana, Cardano y Polygon comienzan a ganar terreno gracias a sus aplicaciones en finanzas descentralizadas y contratos inteligentes.

El crecimiento de las remesas digitales también ha impulsado el uso de criptoactivos en el país. Cada vez más mexicanos reciben transferencias internacionales a través de plataformas que utilizan blockchain, reduciendo costos y tiempos frente a métodos tradicionales. Este fenómeno refleja cómo la adopción de tecnología financiera avanzada está dejando de ser exclusiva de inversionistas expertos y se acerca a un público más amplio.

Asimismo, las instituciones financieras tradicionales han comenzado a integrar servicios relacionados con criptoactivos, desde la custodia hasta la asesoría en inversión, lo que fortalece la infraestructura del mercado y aumenta la confianza del público.

“México tiene una oportunidad única para posicionarse como líder regional en adopción de criptomonedas, siempre y cuando se mantenga un equilibrio entre innovación, seguridad y educación financiera”, concluye Virginia Mijes.