Columna de Opinion

Los beneficios de un sistema de diseño para el desarrollo de productos digitales

Javier Madrazo explica qué es un sistema de diseño, cómo se implementa y qué beneficios aporta al desarrollo de productos digitales que satisfagan las necesidades y expectativas de los usuarios y la marca.

Resultado de la digitalización acelerada que vivimos en los últimos años, las empresas debieron responder a las demandas de sus clientes y a un Time to Market cada vez más apremiante con el desarrollo de productos digitales que muchas veces no cumplen con estándares fundamentales para los usuarios y la imagen de la marca.

Si bien las prioridades de las empresas hoy están estrictamente vinculadas con la experiencia que se le ofrece a sus clientes y colaboradores, la falta de estos estándares genera incongruencias en la usabilidad y el diseño, interfaces de usuario inconsistentes y dispersión de la información.

La importancia de los sistemas de diseño en la experiencia del usuario

Un sistema de diseño, en inglés conocido como design system, es un conjunto de componentes, principios y directrices que se utilizan para crear una experiencia de usuario coherente y consistente en todos los productos digitales de una organización. Su importancia radica en la mejora de la experiencia de usuario y la construcción de una imagen de marca más sólida.

Los Design tokens juegan un papel clave, ya que proporcionan un lenguaje común entre diseñadores y desarrolladores dentro de un Design system.

Al recurrir a un sistema de diseño propio, se sientan las bases para el desarrollo sustentable del ecosistema aplicativo de una organización, logrando resolver problemas tales como: la existencia de muchas soluciones digitales que no están unificadas a nivel visual o de usabilidad y la baja adopción de las mismas por parte de los usuarios.

Además, permite alinear a las diferentes áreas involucradas en la creación de los productos digitales como Marketing, Negocio, Diseño UX/UI y Desarrollo de Software bajo las mismas pautas, lo cual optimiza el proceso de construcción y agiliza la entrega.

Esta metodología puede implementarse en un plazo menor a un año y al tratarse de un sistema vivo, que evoluciona junto al negocio y la marca, se adapta constantemente a los numerosos cambios que puede atravesar una organización, como una actualización de su logo o mejoras en la experiencia de uso.

En definitiva, un sistema de diseño no solo responde a las demandas actuales, sino que también se destaca como una herramienta dinámica, que evoluciona junto al negocio, asegurando su capacidad para generar constantemente aplicaciones más sólidas y adaptadas a un entorno digital cambiante.

Por Javier Madrazo, User Experience Head de Baufest.

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