
Bootcamp Trama: La celebración del emprendedorismo es también un gran emprendimiento
La cuarta edición del Bootcamp Trama de Emprendedores, la primera celebrada fuera de las instalaciones del ITBA (concretamente en el espacio Area Tres), fue una muestra de cuánto ha crecido ese espacio para-curricular, convocando este año a 120 jóvenes, entre 18 y 26 años de todo el país. Se trata de un encuentro de tres días organizado por el Club de Emprendedores Trama, uno de los cuatro clubes que nacieron en el seno del ITBA para complementar la oferta curricular, pero que hoy se mueven de manera autónoma, aunque con el soporte de la institución.
“Este año duplicamos la cantidad de participantes. De los ciento veinte asistentes, cuarenta son del interior. Quisimos que fuera lo más federal posible”, dice Luis Larrinaga, coordinador del Club de Emprendedores dentro de TRAMA, y uno de los diez que llevó adelante el encuentro en todas sus facetas (workshops, recruiting, foundraising y coordinación). La organización se encargó del hospedaje y las comidas de quienes vinieron de lejos, becando en algunos casos los traslados. Lo federal del encuentro queda demostrado a partir de la lista de procedencias. “Mayoritariamente fueron de Rosario, Córdoba, San Miguel de Tucumán y Salta capital. Por suerte fue bastante variado, y tuvimos participantes también de Ciudad de Neuquén, Luján de Cuyo (Mendoza), Ciudad de Santa Fe, Resistencia (Chaco), Yerba Buena (Tucumán), Mar del Plata, Ciudad de Corrientes, Ciudad de Caucete (San Juan), ¡y hasta un participante de Lima (Perú)!”
“Los ochenta de Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires no necesariamente están vinculados con el ITBA. La convocatoria estuvo dirigida a cualquier persona entre 18 y 26 años”, aclara Larrinaga. Para llegar a estos ciento veinte participantes, la organización analizó solicitudes de más de seis veces esa cantidad.
“El objetivo del BootCamp es brindar las herramientas básicas para el emprendedor”, explica Larrinaga. No es necesario que esto aplique a un proyecto propio ni a uno actual. “Al ser sólo tres días y nosotros imponer los grupos, es muy fácil que la idea y los grupos cambien. Queremos que se vayan con las herramientas, que si en el futuro quieren emprender sepan cómo. Que surjan de aquí emprendimientos concretos no es el objetivo principal”.
En la previa, muchos de los participantes visitan startups y grandes empresas que nacieron como emprendimientos (tal el caso de Globant, Wolox o Despegar.com), apoyados por TechTrek. Durante el primer día (viernes) la cuestión es romper el hielo, conectarse y empezar a pensar qué es eso de ser emprendedor en los tres ámbitos que propone el BootCamp: emprendimiento privado, social y ecológico. Es un día de presentaciones motivacionales para que surjan disparadores. La jornada termina en un bar, con los equipos formados, interactuando y evaluando las ideas en un ambiente informal. Al día siguiente (sábado), arranca la teoría y se trabaja más fuertemente en los proyectos. También se comienzan a sentar las bases de lo que serán las presentaciones finales al día siguiente, ante un jurado. Es lo que en la jerga se denomina pitcheo: exposiciones de pocos minutos que encierran la idea del emprendimiento, su propuesta de valor y su contexto. Sí, además de emprender, en el BootCamp se compite. El día cierra con una suerte de hackatón para trabajar fuertemente sobre las ideas. El domingo es el gran día, con algunas charlas más, pero sobre todo con la presentación ante los jurados y la elección de quienes formarán parte del podio. El premio son becas para participar de la competencia NAVES (del IAE): una competencia que ayuda a los emprendedores a convertir su idea en realidad.
Los auspiciantes del BootCamp incluyen a MercadoLibre, Turner, Frávega, OLX, Despegar.com, Eklos, Banco Ciudad, Globant, Wolox, Café Cabrales y Piraña. También reciben apoyo y asesoramiento de diversa índole de otros organismos e instituciones como el ITBA, Area Tres, el Ministerio de Producción de la Nación, e Ideas Factory, entre otras, a los que se suma ITSitio.com.
EL ECOSISTEMA EMPRENDEDOR
Al hablar del ecosistema emprendedor, Gustavo Cresta, jefe de Servicios a Emprendedores y PyMEs del Instituto PyME del Banco Ciudad, se entusiasma. De las tres categorías de emprendimientos considerados en el BootCamp, Cresta encuentra muchas satisfacciones en las relacionadas con lo social. “Todo el mundo te habla de desarrollo económico con inclusión, y creo que allí debemos apuntar. Tratar de incidir en la agenda de un político, de un gobierno, desde un proyecto que puede cambiarles la vida a miles de personas, es apasionante”. El Instituto PyME fue creado hace doce años para dar apoyo a emprendedores y pequeñas empresas, particularmente en lo referente a la formación empresarial, recursos y talleres. “Desde hace unos años integramos el ecosistema emprendedor de la Ciudad de Buenos Aires, y apoyamos a los emprendedores en sus diferentes segmentos. Y en la actualidad el banco se está expandiendo a provincias como Córdoba y Mendoza”.
De forma paralela, la banca comercial hace lo suyo a través de la gerencia de Canales. Pablo Federman, vinculado a esta gerencia, explica que su misión es abrir vínculos y espacios “para que los potenciales clientes se vinculen con el Banco Ciudad, y los actuales encuentren una experiencia de calidad y satisfacción acorde a los nuevos tiempos. En ese sentido el Instituto PyME acompaña muy bien todo lo que es el desarrollo y la formación de PyMEs y emprendedores, y nosotros trabajamos con todo el segmento de la banca de individuos desde la preventa e inclusión financiera, que se extiende hacia los adolescentes, los jubilados, los sectores vulnerables y todo el abanico de individuos en general”.
Globant es una de las empresas referentes cuando se habla de emprendedorismo en la Argentina, y uno de sus fundadores, Néstor Nocetti, respondió las preguntas de los participantes del BootCamp en el primero de los encuentros del viernes, con la intermediación “periodística” de Santiago Bermúdez, co-fundador de Wolox y estudiante de PhD del ITBA. Globant nació hace catorce años como una iniciativa llevada adelante por sus cuatro socios con el objetivo de brindar servicios de desarrollo de software. Ya por entonces buscaba ser una empresa rentable. “Empezamos desde cero con nuestros ahorros, y a lo largo del tiempo fuimos pasando por diversos estadios de inversiones privadas. Hace tres años hicimos un IPO”, recuerda Nocetti. “Esto no quita que comenzamos desde cero: cuatro personas muy complementarias en lo que cada una hacía, y con un espíritu de armar un equipo alrededor, para agregar las habilidades que no teníamos”.
Para Nocetti, el ecosistema emprendedor local se caracteriza por el talento. “Hay muchísimo talento en el país, entendido como capacidad de hacer frente a circunstancias inesperadas. Eso siempre es bueno para un emprendedor”. También encuentra carencias, algunas estructurales. Por ejemplo, la falta de capital para emprender: préstamos e inversiones a tasas relativamente blandas para que un startup arranque o se estabilice. “En los últimos años ha mejorado, yo sé que hay lugares donde por ejemplo te brindan préstamos para capital de trabajo, pero sigue siendo difícil conseguirlos. A diferencia de otros países, donde hay un ecosistema que aloja al emprendedor de una manera un poco mejor, en la Argentina hay mucho talento, buen ecosistema de alianzas o asociaciones (en el sentido de que tenés referentes, gente y organizaciones que te pueden ayudar), pero estamos un poco atrasados en el founding, sobre todo para un emprendimiento en las primeras etapas”.
Otra de las convocadas, tanto en calidad de jurado como oradora, fue Vanesa Kliksberg, una joven emprendedora social que trabaja en la Secretaría de la Responsabilidad Social de la Nación y conduce en el canal Magazine un segmento dedicado a emprendedores (“Emprendedores e innovadores”). Este espacio ha sido, durante el último año y medio, su emprendimiento, que tiene el objetivo de “potenciar en la televisión a los emprendedores. Creo que hay muchos talentos en la Argentina y lamentablemente no hay un espacio de difusión fuerte en televisión para mostrar esas experiencias”.
A la hora de hablarles a los jóvenes emprendedores, particularmente a los relacionados con las iniciativas sociales, Kliksberg quiere transmitirles que el emprendedorismo es un estilo de vida, “una forma de pensar las cosas, y eso es más importante que el producto final. La verdad es que muchos emprendedores, lamentablemente, no tienen éxito. Ése no debe ser el factor determinante para que sean emprendedores. Una cosa es ser emprendedor y otra, el emprendimiento. Ser emprendedor es una mentalidad distinta y quiero construir desde esa mentalidad”. Para Kliksberg, cualquiera puede transformarse en un Máximo Cavazzani (creador de Preguntados) o un Santiago Bilinkis (Officenet, Restorando, socio fundador de Quasar Builders).
LOS PROTAGONISTAS
Sebastián Larocca, estudia Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Mar del Plata, que es también su ciudad de residencia. Llegó al BootCamp por insistencia de algunos amigos que hace dos años habían participado del encuentro, y quiere avanzar sobre emprendimientos ambientales, sobre todo los relacionados con los temas de su tesis (que está cercano a terminar): tratamiento de aceites usados, ya sea de motores como de elementos hidráulicos, para convertirlos en un combustible alternativo al fueloil. “Espero encontrar gente copada, ideas nuevas, contactos, formas de insertarme al mercado —dice en relación a las iniciativas que podrían derivar de su tesis—. Me gustaría dar en Ciudad de Buenos Aires mis primeros pasos. Si bien Mar del Plata tiene lo suyo, Buenos Aires tiene un espectro muy grande en materia de industrias y diferentes compañías, y te da la posibilidad de elegir dependiendo de tu perfil y lo que quieras hacer”.
Larocca, de 24 años, disfruta de las charlas —en particular, esperaba la de Globant, que también tiene presencia en Mar del Plata—. «Y también me interesa el trabajo en equipo. Creo que eso es lo que fomenta el BootCamp. Poder desarrollar ideas a través de un trabajo en equipo, cada uno a partir de sus competencias”.
También estudiante de Ingeniería Industrial, pero en el ITBA (desde Ciudad de Buenos Aires), Manuel Gómez Sabaini (22 años) coincidió con Larocca en la categoría de emprendimientos medioambientales del BootCamp, pero sólo tiene en mente la semilla de un posible emprendimiento relacionado con la sustentabilidad. “Lo que más veo en el día a día, aquello con lo que convivo, es el tema de las bicis —apunta—. Me gustaría que surja una idea desde acá para facilitar ese tema”. Su llegada al BootCamp llegó también a través de conocidos y de la promoción que se les da a estos encuentros en el ITBA. “Vine con la idea de encontrar las herramientas para hacer brotar las semillas de esa idea. Y hay un ambiente muy bueno para eso”, concluye.
“Aunque el fin del evento es que te lleves las herramientas básicas para emprender, hay algunos emprendimientos que nacieron y surgieron del BootCamp Trama”, comenta Larrinaga. Uno de estos emprendimientos es CalECO (briquetas ecologicas para calefacción). También surgió de un BootCamp Trama el Proyecto Alimentar.
“En esta edición del BootCamp, la propuesta ganadora fue la del equipo de INFINITY BRICKS. Consiste en crear ladrillos a base a materiales reciclados como PVC u otros plásticos. Lo que tienen estos ladrillos de especial es que tienen una forma determinada donde directamente se encastran para no tener que usar ningún material extra para unirlos como cemento. Aunque hay muchas ideas parecidas en el mercado, los jurados consideraron que tiene una propuesta de valor distinta, que tiene una oportunidad. Van a seguir trabajando en su idea con la beca en la competencia Naves del IAE y con las horas de mentoreo de Ideas Factory”, explica Larrinaga.