Inteligencia Artificial

Por qué la Inteligencia Artificial no hará crecer la economía por sí sola (y qué profesionales pueden cambiar eso)

La inteligencia artificial promete revolucionar la economía, pero sin el talento adecuado su impacto será limitado. Desarrolladores, científicos de datos y expertos en transformación digital son clave para que la IA deje de ser promesa y se convierta en verdadero motor de crecimiento del PIB.

La inteligencia artificial (IA) ya dejó de ser una promesa futurista para convertirse en un motor capaz de transformar economías enteras. Sin embargo, su impacto en el Producto Interno Bruto (PIB) de un país no ocurre de forma automática: requiere talento humano capacitado para diseñar, implementar y escalar soluciones tecnológicas que incrementen la productividad y generen nuevos modelos de negocio.

De acuerdo con especialistas y estudios de consultoras globales como Accenture y PwC, existen tres áreas digitales clave que marcan la diferencia entre un país que adopta la IA de forma superficial y otro que la convierte en un verdadero motor de crecimiento económico.

Desarrollo tecnológico: el corazón de las soluciones de IA

El primer pilar es el desarrollo tecnológico. Los ingenieros de software y arquitectos de sistemas son quienes crean los algoritmos, diseñan plataformas escalables y convierten la IA en aplicaciones concretas para la industria y los servicios.

La inteligencia artificial ya está transformando industrias y economías enteras. Su impacto en el crecimiento depende del talento humano y de políticas que impulsen su adopción estratégica.
La Inteligencia Artificial avanza en la región, entre oportunidades y riesgos.La inteligencia artificial ya está transformando industrias y economías enteras. Su impacto en el crecimiento depende del talento humano y de políticas que impulsen su adopción estratégica.

Sin este talento, las empresas se ven obligadas a depender de soluciones importadas que muchas veces no se adaptan a sus necesidades locales. Además, contar con desarrolladores internos permite reducir costos, acelerar la implementación y mantener el valor agregado dentro del país.

En economías emergentes, este perfil resulta crítico para cerrar la brecha con las potencias digitales. Sin un ecosistema de programadores especializados en IA, los proyectos quedan atrapados en pruebas piloto y no logran escalar a nivel productivo. Por el contrario, cuando existe masa crítica de talento técnico, la adopción tecnológica se vuelve más ágil y el crecimiento económico se potencia.

Ciencia de datos: convertir la información en ventaja competitiva

La IA necesita datos para aprender y generar valor. Por eso, los científicos de datos y analistas avanzados son esenciales. Ellos se encargan de recopilar, procesar y modelar enormes volúmenes de información para extraer patrones y generar conocimiento aplicable. Su trabajo permite optimizar cadenas de suministro, anticipar tendencias de consumo, mejorar la logística y aumentar la eficiencia operativa en múltiples sectores.

El desarrollo tecnológico local permite a los países crear soluciones de inteligencia artificial adaptadas a sus necesidades y escalar su impacto económico.
El desarrollo tecnológico local permite a los países crear soluciones de inteligencia artificial adaptadas a sus necesidades y escalar su impacto económico.

Un informe de PwC estima que hasta un 31 % del impacto de la IA sobre el PIB mundial provendrá directamente de mejoras en productividad, impulsadas por el análisis inteligente de datos. En América Latina, donde muchas empresas aún están digitalizando sus procesos, formar expertos capaces de transformar datos en decisiones estratégicas es una oportunidad clave para dar un salto económico.

Transformación digital del negocio: llevar la IA de la teoría a la realidad

El tercer eje es la transformación digital del negocio. Estos especialistas funcionan como puente entre la tecnología y la estrategia empresarial. Su rol no se limita a implementar herramientas: ayudan a rediseñar modelos de negocio, a integrar la IA en los procesos críticos y a impulsar un cambio cultural que permita adoptar la innovación sin resistencia interna.

Sin líderes que comprendan cómo adaptar la organización a la nueva era digital, muchos proyectos de IA se quedan en el laboratorio o fracasan al intentar escalar. Las empresas que cuentan con directores de transformación digital o líderes de innovación tienen más probabilidades de convertir la IA en un activo económico tangible y sostenible.

Los científicos de datos son clave para convertir la información en decisiones estratégicas que mejoran la productividad y crean ventajas competitivas.
Los científicos de datos son clave para convertir la información en decisiones estratégicas que mejoran la productividad y crean ventajas competitivas.

Talento y políticas públicas: la base para un impacto real

El potencial de la IA para impulsar el PIB no solo depende de las empresas. También requiere políticas públicas que promuevan la formación de estos profesionales, incentivos para retener el talento local y un marco normativo que dé confianza a las inversiones digitales. Organismos como la OCDE y el Banco Mundial advierten que la falta de capital humano especializado y de infraestructura digital puede frenar el crecimiento que promete la IA.

En países como Colombia, por ejemplo, el sector tecnológico ya aporta cerca del 3,7 % del PIB y busca llegar al 5 % con mayor adopción de inteligencia artificial y talento capacitado. Accenture proyecta que la IA podría sumar hasta 88.000 millones de dólares a la economía colombiana y más de un billón de dólares en América Latina para 2038. Estas cifras demuestran que el impacto económico es posible, pero exige preparación.

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