Detrás de todo, siempre hay un datacenter

Cada vez que le pedimos algo a Internet, es un objeto (página, imagen, video, etc.) almacenado en un servidor. Cada vez que le hacemos una pregunta a una IA o alguna actividad relacionada con criptomonedas, estamos exigiendo poder de procesamiento. Cada vez que ingresamos en la nube para tener alguna actividad en una red social, en un servicio de mail o en una aplicación de gestión empresarial, recurrimos a datos almacenados en un servidor *y* exigimos poder de procesamiento. Incluso algunas acciones que llevamos a cabo en distintos dispositivos (hablar o chatear desde el celular, por ejemplo) también nos hacen ingresar en Internet.

Hay una vieja sentencia que dice “el software es lo que se putea, el hardware es lo que se patea”. Y para que usemos un software en la nube, necesitamos un hardware en algún lado. Y como la actividad informática es cada vez más y más (y mucho más) solicitada, es que se necesitan cada vez más (y muchos más) servidores. Para eso sirven los datacenters: para disponer de cientos y, a veces, decenas de miles de servidores.

El vertiginoso avance de la tecnología -estoy seguro de que nunca escuchó esa frase antes- hace cada vez más urgentes las infraestructuras necesarias para soportar las crecientes demandas. Pero alguien tiene que fabricar los componentes, montarlos, administrarlos, comercializarlos y todos los etcéteras que a usted se le ocurran.

Demanda creciente

Cuando una empresa —del tamaño que sea— necesita un servicio, generalmente no se preocupa (mucho) dónde está radicado u hosteado sino quién lo brinda de la mejor manera y al menor (o mejor) costo.

Las compañías proveedoras, por su parte, saben que no pueden quedarse atrás en términos de costos ni de tecnología e innovación. Deben estar constantemente planeando el futuro de sus centros de datos. Esto podría incluir la adopción de nuevas tecnologías, la optimización de la eficiencia energética, la expansión de la capacidad o la consolidación de instalaciones.

Según Sergio Calviello, Sr. Director Data Center Business en Cirion Technologies, “los construimos [a los datacenters] teniendo en mente la sostenibilidad. Las prácticas sostenibles, como el uso de energía renovable, la optimización del uso de recursos y la reducción de residuos, pueden no solo reducir los costos operativos a largo plazo, sino también mejorar la eficiencia general del Data Center. Esto a su vez puede mejorar la competitividad de la empresa en el mercado”.

Para Freddy Saavedra, Director Senior para Soluciones de Data Center en Dell Technologies, “la eficiencia operativa es clave para organizaciones resilientes y escalables. Esto implica medir procesos con métricas orientadas a resultados, mejorando la experiencia del cliente, la retención de empleados y la flexibilidad operativa. Reducir costos operativos requiere una visión a largo plazo, evitando optimizaciones aisladas que perjudiquen el rendimiento general”.

El 59% de los responsables financieros, según Gartner, necesita sistemas integrados para mejorar la eficiencia y alinear equipos. Romper silos entre departamentos y sistemas de TI reduce retrasos y errores, y permite redirigir recursos a iniciativas de mayor beneficio.

Por su parte, Rafael Mattje, Head of Solutions Architecture para la región SOLA en AWS, afirma que su empresa “tiene un firme compromiso con la eficiencia operativa y la reducción de costos para sus clientes”. Asegura que desde 2006 han estado bajando sus precios y trabajando para bajar costos estructurales. “Esta estrategia se basa en la optimización continua de sus procesos y la inversión en infraestructura eficiente, lo que permite ofrecer precios más bajos sin comprometer la calidad del servicio”.

Asegurar es la tarea

La seguridad es una preocupación primordial para los centros de datos. Buscamos entender qué medidas se han tomado para proteger los datos de los clientes y garantizar el cumplimiento de las regulaciones. Esto podría incluir la implementación de nuevas tecnologías de seguridad, la capacitación del personal o la adopción de estándares de seguridad.

“Medidas avanzadas diseñadas para proteger los datos de sus clientes —jura Matje que están aplicando—. La infraestructura está vigilada las 24 horas del día por un equipo de expertos en seguridad, garantizando la detección y mitigación de amenazas en tiempo real”.

Calviello explica: “El objetivo es siempre minimizar las superficies de ataque: por eso siempre buscamos entender primero el negocio del cliente, detectar sus principales problemas de seguridad y ver cómo proteger todo el recorrido de los datos y de las aplicaciones. El interés de las empresas regionales en el tema es señal de que estamos entrando en un nuevo nivel de madurez”.

Pero quien es más explícito es Saavedra: “Utilizamos IA y machine learning para detectar y responder a amenazas eficientemente”. Y describe los tres pilares en los que se basa sus estrategias, que incluyen:

• Confianza cero: suponemos que las amenazas pueden venir de dentro y fuera de la red, permitiendo solo tráfico autorizado.
• Resiliencia cibernética: reducimos superficies de ataque, detectamos y respondemos a amenazas, y aseguramos la recuperación de datos críticos.
• Consultoría y servicios de seguridad: ofrecemos asesoramiento en protección de datos, gestión de identidades y accesos, y evaluaciones de seguridad para garantizar el cumplimiento normativo.

Trabajadores se necesitan

Es innegable que un desarrollo rápidamente creciente de los datacenters implica un mercado laboral altamente competitivo. La industria de los centros de datos necesita personal altamente capacitado. Hay que atraer y retener talento y debemos entender cómo la empresa está abordando su escasez. Esto podría incluir programas de capacitación, salarios competitivos, beneficios atractivos o iniciativas de diversidad e inclusión. Cada empresa busca su propia estrategia.

Calviello opina que esta industria emergente demanda habilidades complejas en áreas como infraestructura y manejo de energía. “Hemos visto la aparición de nuevas tecnologías de protección y conceptos de industria orientados a cubrir estas necesidades, por lo que los perfiles de ciberseguridad son ahora más apetecidos pero la oferta de mano de obra calificada no ha avanzado a la misma velocidad”.

Una de las principales dificultades es que este tipo de tecnologías requiere mucho autoaprendizaje y no todos los profesionales aceptan este camino de certificaciones, pruebas, laboratorios y experiencia. “Aunque cada vez más se evidencian iniciativas de capacitaciones y certificaciones incluso gratuitas, aún esperamos una generación más orientada a este campo que cubra el déficit de talento en el mercado”.

Dell, según Saavedra, apuesta a “recursos para el crecimiento profesional, como capacitación integral, planes de desarrollo, retroalimentación de 360 grados, tutoría y redes. Recomendaciones personalizadas para el desarrollo, incluyendo mentoría y roles internos alineados con las habilidades y objetivos de los empleados. Además, fomentamos una línea de liderazgo diversa y contamos con Grupos de Recursos para Empleados que apoyan diversos intereses, promoviendo un sentido de comunidad y pertenencia”.

“AWS cree —agrega Mattje— en la importancia de construir una cultura inclusiva, diversa y equitativa para atraer y retener talento en un entorno altamente competitivo. La empresa implementa programas de formación en inclusión para todos sus empleados, revisa periódicamente sus datos de empleo para identificar posibles desequilibrios y trabaja activamente en aumentar la representación de grupos subrepresentados en su equipo”.

Hay futuro

Este subtítulo surgió, en realidad, de la pregunta ¿hay futuro en los datacenters tal como los conocemos hoy? En rigor, salvo las innovaciones en procesamiento, memoria, almacenamiento, energía, etc. no se concibe, por el momento, que exista otro mecanismo, otro modelo u otra infraestructura para el tratamiento de la ingente cantidad de datos que es necesario manejar, sobre todo en un momento en el que la IA precisa, para dar respuestas adecuadas, trabajar con millones de parámetros y otros tantos datos. Por lo tanto, el futuro de los datacenters es probable que esté más ligado a la expansión a nuevos mercados, la diversificación de servicios o la adopción de nuevos modelos de negocio.

Mattje sostiene que “el futuro de los centros de datos está marcado por la necesidad de mayor eficiencia, sostenibilidad y flexibilidad, y AWS se está posicionando para liderar esta transformación. La empresa apuesta por el desarrollo de infraestructura altamente escalable y energéticamente eficiente, con un fuerte compromiso con la sostenibilidad, incluyendo el uso de energías renovables y estrategias de reducción de huella de carbono”.

Saavedra visualiza el futuro de los centros de datos “como entornos dinámicos, escalables y eficientes que aprovechan tecnologías avanzadas. Nos enfocamos en crear soluciones modulares y escalables que soporten entornos multinube y procesamiento en el borde (Edge), facilitando el procesamiento de datos en tiempo real. Integramos capacidades de IA y aprendizaje automático para optimizar la gestión de la infraestructura de TI, reducir el tiempo de inactividad y mejorar la eficiencia”.

La infraestructura tecnológica, y especialmente los datacenters, juega un papel crucial en el desarrollo de soluciones de analítica de datos e inteligencia artificial. La confiabilidad y baja latencia en las capacidades de cómputo son esenciales para ejecutar tareas y algoritmos especializados de manera eficiente y segura. La combinación de la inteligencia artificial, la analítica de datos y una infraestructura de datacenters seguros promete revolucionar el futuro de los negocios.

“Es fundamental aprender a utilizar esta tecnología a nuestro favor para tomar decisiones estratégicas en beneficio de la visión de cada negocio”, puntualiza Calviello. “Es fundamental aprender a utilizar esta tecnología a nuestro favor para tomar decisiones estratégicas en beneficio de la visión de cada negocio”.

Probablemente no recordemos —y, como dijimos más arriba— quizá no nos importe dónde están los servidores que sirven nuestra fanpage de Facebook o nuestro sistema de RRHH o nuestro repositorio de archivos o nuestro centro de entretenimiento por streaming; quizá tampoco querramos ocuparnos de aquellas tareas incordiosas que sólo los tecnólogos saben llevar a cabo y que nos permiten ocuparnos de nuestros negocios o de nuestros ocios. De lo que no cabe la menor duda es que, detrás de todo eso, seguramente hay un datacenter en algún rincón del globo terráqueo.

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