
Comet, el navegador de Perplexity que automatiza tareas y entiende lo que ves
La empresa detrás del buscador inteligente presentó Comet, un navegador diseñado desde cero con agentes de inteligencia artificial que automatizan tareas, entienden el contenido y acompañan al usuario en cada paso.
Perplexity, la startup que viene ganando protagonismo en el universo de la inteligencia artificial, anunció oficialmente el lanzamiento de Comet, su propio navegador web. A diferencia de cualquier otro disponible hoy en el mercado, Comet fue diseñado desde cero para incorporar agentes inteligentes que no solo buscan información, sino que también la procesan, ejecutan tareas y toman decisiones por el usuario.
Construido sobre Chromium, Comet ofrece compatibilidad con extensiones, marcadores y configuraciones de Chrome. Pero su diferencial no está en lo técnico, sino en la experiencia: busca reemplazar la navegación tradicional por una interacción mucho más activa, automatizada y contextual, asistida por inteligencia artificial.
¿Qué es Comet?
El eje de esta propuesta es su asistente inteligente, que vive en una barra lateral. Desde allí puede interpretar lo que el usuario ve en pantalla —ya sea un artículo, un video o un documento— y ofrecer acciones directas.

Con solo escribir o hablarle, es posible pedirle que resuma un texto, compare productos, traduzca información o incluso programe reuniones, envíe correos o realice compras en línea. La experiencia no se limita a responder preguntas: el navegador actúa como una extensión del pensamiento del usuario.
Además, Comet mantiene el contexto entre sesiones y pestañas abiertas, lo que permite reanudar tareas con continuidad y sin perder el hilo. Organiza automáticamente investigaciones, sugiere próximos pasos y centraliza la información relevante en un espacio de trabajo propio.
¿Cómo funciona?
El navegador no solo asiste, también automatiza. Permite agrupar pestañas por temas, cerrar las que no están activas, extraer eventos del calendario, gestionar correos y ordenar toda la actividad en torno a objetivos concretos. Se integra con herramientas como Slack, lo que refuerza su utilidad tanto en entornos laborales como personales.
Perplexity también pone el foco en la privacidad. Comet procesa localmente los datos sensibles —como correos, calendarios o historial— y no los utiliza para entrenar sus modelos de IA. Además, incorpora un bloqueador de anuncios nativo y mecanismos para evitar el rastreo, algo clave en un contexto donde la protección de datos es cada vez más relevante.

Acceso limitado y modelo de negocio
En esta etapa inicial, Comet está disponible exclusivamente para suscriptores del plan Perplexity Max, que cuesta 200 dólares al mes o 2.000 al año. El acceso se otorga por invitación, aunque la compañía ya habilitó una lista de espera. La promesa es que durante los próximos meses se liberará una versión gratuita para el público general. Por ahora, funciona en Windows y macOS, con futuras versiones previstas para Linux, Android e iOS.
Un lanzamiento con ambición global
El desarrollo de Comet cuenta con el respaldo de inversores como Nvidia, Jeff Bezos y SoftBank. Su objetivo es claro: desafiar a Chrome, que hoy domina el 60% del mercado, y posicionarse como el navegador del futuro. En palabras de Aravind Srinivas, CEO de Perplexity, la idea es ofrecer un “sistema operativo cognitivo”, que no solo responda a las necesidades del usuario, sino que lo acompañe activamente en cada paso de su vida digital.
La compañía ya había generado impacto con su buscador conversacional, pero este lanzamiento la ubica en una competencia directa con gigantes como Google y Microsoft, que también trabajan en integrar IA a sus navegadores.

Tensiones con medios y desafíos de adopción
No todo es entusiasmo. Perplexity recibió críticas por el uso de contenido de medios sin autorización, especialmente al resumir notas o extraer información. En respuesta, la empresa anunció acuerdos de reparto de ingresos con grandes grupos como Dow Jones y News Corp, aunque el debate por la propiedad del contenido sigue abierto. Este será, sin duda, uno de los desafíos a resolver si Comet quiere masificarse sin fricciones.
Al mismo tiempo, deberá convencer a usuarios que ya están cómodos con sus navegadores actuales y que, en muchos casos, no sienten la urgencia de cambiar. La clave estará en demostrar que una navegación asistida por IA no solo es más eficiente, sino también más segura, ordenada y productiva.
Comet no es un navegador más. Es una apuesta por reimaginar cómo interactuamos con la web. Si logra cumplir su promesa de convertirse en una herramienta que no solo muestra contenido, sino que lo comprende, lo organiza y lo transforma en acciones, puede marcar el comienzo de una nueva etapa en la relación entre humanos e internet.
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