
Robots, inteligencia artificial y empleo: la visión de Altman para el futuro cercano
El CEO de OpenAI advierte sobre una transformación profunda del mundo laboral impulsada por la inteligencia artificial, y anticipa un futuro en el que conviviremos con robots humanoides en las calles.
Sam Altman, CEO de OpenAI, volvió a encender el debate sobre el impacto de la inteligencia artificial en nuestra vida cotidiana. En una entrevista reciente con Bloomberg Originals, afirmó que la IA no solo transformará el mundo del trabajo, sino también el entorno físico en el que vivimos: “El primer día que vayas caminando por la calle y haya como siete robots que pasan a tu lado haciendo cosas se va a sentir muy sci-fi, pero será pronto”.
Esa escena, digna de una película de ciencia ficción, no es un simple ejercicio de futurología. Altman sostiene que la inteligencia artificial ya está alterando el mercado laboral y que esa transformación se acelerará en los próximos años. “Definitivamente va a cambiar muchos trabajos y va a eliminar algunos totalmente”, dijo sin rodeos. Las tareas rutinarias, repetitivas o basadas en reglas claras serán las primeras en ser absorbidas por sistemas de IA.

Y no está solo en su diagnóstico. Figuras como Bill Gates han advertido que la automatización afectará empleos administrativos, legales, contables y de atención al cliente. Más recientemente, Dario Amodei, CEO de Anthropic, aseguró que la IA podría hacer desaparecer hasta el 50% de los trabajos de nivel inicial en menos de cinco años, generando una disrupción social de gran escala si no se implementan medidas adecuadas.
Altman pone el foco en la velocidad del cambio. A diferencia de otras revoluciones tecnológicas —como la mecanización agrícola o la industrialización—, la inteligencia artificial se expande con la lógica del software: rápida, global y de bajo costo marginal. “El problema no es el cambio en sí, sino qué tan rápido ocurre. Las economías pueden adaptarse, pero no tan rápido como esto avanza”, advirtió.
A pesar del escenario desafiante, el CEO de OpenAI también identifica oportunidades. Como sucedió en otras épocas con la aparición de nuevas profesiones, la IA está generando demanda por roles que hace una década no existían: ingenieros de aprendizaje automático, entrenadores de modelos, diseñadores de interacción humano-máquina, analistas de datos éticos y supervisores de IA generativa.

“Esto es lo que siempre ha pasado con la tecnología”, afirmó Altman. Lo importante, según su visión, es acompañar la transición con políticas públicas activas: inversión en capacitación, reconversión laboral, educación accesible y mecanismos de protección para los sectores más vulnerables.
En paralelo al avance técnico, compañías como Figure, Sanctuary AI y Tesla ya exhiben prototipos de robots humanoides capaces de caminar, interactuar con objetos y ejecutar tareas complejas. Para Altman, el momento en que estos robots comiencen a integrarse en el paisaje urbano marcará un antes y un después. “Será un punto de quiebre psicológico. Lo que hoy es teórico, se volverá visceral”, sentenció.
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