
Estados Unidos autoriza a NVIDIA a exportar chips H20 a China bajo condiciones especiales
Tras meses de restricciones, la Casa Blanca dio el visto bueno. El acuerdo incluye condiciones económicas inéditas y despierta debates sobre seguridad nacional y competencia tecnológica.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos comenzó a emitir licencias que permiten a NVIDIA reanudar la venta de su chip H20, diseñado para aplicaciones avanzadas de inteligencia artificial, en el mercado chino.
La medida representa un cambio sustancial respecto al veto impuesto en abril del mismo año, que había bloqueado la exportación de modelos de alto rendimiento como el H20 bajo el argumento de preservar la seguridad nacional.
El chip H20 es uno de los más potentes de NVIDIA y estaba en el centro de la disputa tecnológica entre Washington y Pekín. Su uso abarca desde entrenamiento de modelos de IA generativa hasta análisis de datos de gran escala, lo que lo convierte en una pieza estratégica tanto para aplicaciones comerciales como para desarrollos de defensa.
Según Reuters, la prohibición inicial tuvo un impacto económico significativo: NVIDIA llegó a anticipar un cargo de hasta 5.500 millones de dólares por cancelaciones de pedidos e inventario acumulado. Con la nueva autorización, la compañía podrá evitar esas pérdidas y recuperar uno de sus mercados más relevantes.
Condiciones inéditas y negociaciones de alto nivel
El levantamiento parcial de las restricciones no se dio sin concesiones. Como parte del acuerdo, NVIDIA y AMD deberán entregar el 15 % de sus ingresos por ventas de chips en China al gobierno estadounidense. Esta cláusula, inusual en el comercio internacional de tecnología, busca asegurar que parte de los beneficios generados por estas operaciones se reinviertan en programas estratégicos nacionales.
Fuentes cercanas al proceso confirmaron que el cambio de postura del gobierno estadounidense estuvo precedido por intensas gestiones diplomáticas y corporativas. El propio Jensen Huang, fundador y CEO de NVIDIA, viajó a Washington y se reunió con el expresidente Donald Trump, un encuentro que habría sido determinante para destrabar la situación.
Pese al acuerdo, el tema sigue generando fricciones políticas internas. Legisladores republicanos que integran el Comité sobre China del Congreso expresaron su oposición, advirtiendo que esta medida podría acelerar el desarrollo de capacidades tecnológicas y militares por parte de Pekín. La preocupación central es que los chips H20, aunque diseñados para uso civil, podrían ser adaptados para proyectos de defensa e inteligencia.

Tensiones y desconfianza desde China
La autorización no ha estado exenta de polémica en el país asiático. Autoridades chinas convocaron a representantes de NVIDIA para solicitar explicaciones sobre posibles “puertas traseras” (backdoors) en el hardware, que pudieran permitir el acceso remoto o la manipulación de datos. Aunque NVIDIA negó categóricamente la existencia de cualquier vulnerabilidad oculta, el episodio refleja el alto nivel de desconfianza mutua que domina las relaciones tecnológicas entre las dos potencias.
China, por su parte, sigue avanzando en el desarrollo de sus propios chips de alto rendimiento, pero la brecha tecnológica con NVIDIA y otros fabricantes estadounidenses sigue siendo significativa. La posibilidad de acceder nuevamente a hardware como el H20 representa una ventaja temporal para empresas e instituciones chinas que buscan entrenar modelos de inteligencia artificial de gran escala.
Un mercado clave para NVIDIA
El mercado chino representa una porción importante del negocio global de NVIDIA. Antes de las restricciones, las ventas de chips avanzados a China y Hong Kong representaban alrededor del 20 % de sus ingresos.
La interrupción de este flujo no solo afectó a la compañía, sino también a fabricantes de servidores, integradores de sistemas y empresas de IA chinas que dependían del suministro estable de GPUs.
El regreso del H20 al mercado chino se produce en un contexto de demanda explosiva de hardware especializado para IA. Empresas tecnológicas, centros de datos y laboratorios de investigación compiten por acceder a los chips más avanzados, que son escasos y requieren complejos procesos de fabricación.
Un equilibrio frágil
La medida adoptada por Estados Unidos busca equilibrar dos objetivos contradictorios: mantener la supremacía tecnológica frente a China y, al mismo tiempo, proteger los intereses económicos de sus empresas líderes en el sector.
Mientras la licencia de exportación permite a NVIDIA recuperar un mercado clave, las condiciones impuestas buscan limitar el riesgo de transferencia tecnológica sensible.
Sin embargo, este equilibrio podría ser temporal. Expertos señalan que cualquier cambio en el clima político entre Washington y Pekín podría llevar a nuevas restricciones, afectando nuevamente la cadena de suministro global de chips avanzados.
El caso también pone de relieve un aspecto emergente en la geopolítica tecnológica: el uso de acuerdos comerciales condicionados como herramienta de política exterior. La exigencia de que parte de los ingresos vaya al gobierno estadounidense podría sentar un precedente para futuros acuerdos con empresas de sectores estratégicos.
LEER MÁS:
NVIDIA y OpenAI llevan modelos de IA avanzados a PCs con GeForce RTX
Top 10 de las mejores herramientas de Big Data en 2025: análisis avanzado, velocidad y escalabilidad