El mundo hiperconectado de hoy, en donde estar disponible en todo momento es el sueño de todas las empresas, aunque para ello se deba tener señal en cada dispositivo para acceder a los datos y las aplicaciones, desde cualquier parte, tiene como base indispensable una red.
La frase que acuñara Sun Microsystems en los 90, “la red es la computadora”, es hoy más cierta que nunca, pues sin una conexión que nos permita acceder a las aplicaciones y servicios modernos, ninguna empresa podría funcionar. Es más, la red, ya sea cableada o inalámbrica, representa la puerta a los negocios y a la interacción actual, pero, sobre todo, del mañana.
De hecho, para lograr una modernidad tecnológica, es necesario empezar a pensar en la red como el cimiento del negocio, suficientemente poderoso para soportar toda la infraestructura, seguro, hasta cierto punto flexible, para tolerar movimientos y que siga los estándares establecidos.
Los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía aseguran que casi la mitad de los habitantes del país usan Internet y una parte significativa tienen computadoras. Sin embargo, eso no representa en realidad nuestro avance tecnológico.
La red es el centro de la tecnología, pero la calidad de la señal y de los servicios a los que podemos acceder es lo que en realidad marca en dónde nos encontramos como país; en ese aspecto, el panorama mexicano todavía tiene un largo camino para andar.
LA MOVILIDAD
Aunado a ello, la adopción de dispositivos móviles cambió la interacción que el usuario espera de una conexión, a la vez que incrementa los requerimientos en la capacidad de una red; por ello, el mercado de infraestructura se mantiene como un negocio atractivo, ya sea para implementar una nueva instalación o, bien, al habilitar a la base instalada para el creciente tráfico de datos de hoy en día.
Se espera que el tráfico global para conexiones fijas y móviles crezca a una tasa anual de 1.6 zettabytes por año para el 2018. Y, aunque la siguiente cifra se lee como imposible de creer, el tráfico IP generado ese año rebasará el existente desde 1984 al 2013.
Por su parte, HP refiere que, en particular, al hablar de “redes de campus”, se vive una clara tendencia que se dirige a modificar la estructura tradicional de accesos cableados y adoptar estrategias de movilidad.
“Ahora, muchas empresas hacen renovaciones de sus infraestructuras, principalmente por la explosión de terminales móviles como teléfonos inteligentes y tabletas”, asevera Everth Hernández, gerente de Arquitectura de Soluciones en la compañía.
Aunque no se puede hablar de un decremento en los puertos cableados —comenta el ejecutivo de HP— es claro que sus ventas pasan por un estancamiento. Caso contrario se presenta en los inalámbricos, en el cual se reporta un importante crecimiento de doble dígito, año contra año.
Tal vez ese comportamiento suma a la suposición de un reemplazo de tecnologías viejas por las más recientes, pues los clientes en sus proyectos de renovación de red migran de puertos cableados a inalámbricos.
CONVERGENCIA
Sin embargo, no se trata de que las nuevas tecnologías sustituyan a las que llevan varios años vigentes, en especial cuando éstas evolucionan y se adaptan a los requerimientos actuales. Un ejemplo claro de esto se da en la infraestructura de redes, pues si bien en una primera impresión se supondría un progreso al pasar de cableado de cobre a fibra óptica, la transformación en este caso radica en la coexistencia.
Esto ocurre porque el cableado se usa y se ocupará por mucho tiempo, sin embargo, sus características son diferentes, pues hoy contamos con implementaciones de cable categorías 6 y 6e, que soportan fácilmente 1 gigabit por segundo (Gbps) y hasta 10 Gbps de transferencia; y ya se encuentra en puerta la categoría 8 para uso en data centers, la cual soporta hasta 40 Gbps.
Velocidades indispensables para el buen funcionamiento de los clientes de servicios de videoconferencia en alta resolución o aplicaciones como servicio y telefonía IP que serán todavía más demandadas con los servicios que están por venir.
Podría decirse que la fibra es hoy una gran autopista de 10 carriles en la que circula la información; el cobre representa las vías secundarias que distribuyen los datos. De tal manera que estas tecnologías son complementarias y, por tanto, ambas son necesarias en una implementación.
“Cuando se habla de un proyecto de TI, el presupuesto se distribuye de la siguiente manera: 60% corresponde a las aplicaciones y el licenciamiento; entre un 20 y 30% es destinado al hardware (servidores, switches, etc.); y menos del 10% es para la infraestructura física (cableado, racks, gabinetes, aire acondicionado, energía). Paradójicamente, en lo que más se invierte es en lo que tiene menos tiempo de vida, así que una buena red es aquella que soporta los cambios por venir”, sentenció Marco Damián, gerente de Ingeniería Técnica de Panduit.
INTEGRACIÓN
Asimismo, otro nuevo camino es la integración de redes empresariales e industriales, las cuales se mantenían separadas hasta hoy, cada una con sus protocolos y estándares; no obstante, ahora la innovación en software, análisis de datos y monitoreo de producción hace necesario que el data center concentre toda la información para dar mejores resultados, pues la fusión entre diferentes redes, las de datos, las de comunicaciones y las de energía, han cambiado el mercado y es requisito adaptarse.
Frente a esta realidad, el Canal debe hacer ver a sus clientes que, si quieren aprovechar las nuevas tendencias en servicios y aplicaciones, deben pensar bien su red, ampliarla, modificarla o reestructurarla, para que cumpla con los nuevos fines. Ya no se trata de compartir archivos e impresoras, ahora es el camino por el cual nos llega todo el negocio y por el cual le damos cause.
Hoy la aplicación dicta el tipo de red y por ello es tan importante hacer conciencia en los usuarios y, si bien un consultor no puede hacerse cargo de todo, es posible que ahora una venta tenga distintas etapas y por ende, diferentes interlocutores, un financiero, un técnico e incluso un mercadólogo, proponen los especialistas.
Los distribuidores deben reaprender a vender la red, o aprenderlo por primera vez, pues experimenta un gran crecimiento, necesita un nuevo modelo de presentación y complementa cualquier solución que se quiera ofrecer, sobre todo, a las empresas pequeñas y medianas, aunque también a muchas grandes.
