Columna de Opinion

Protección de datos en Chile: judicialización y persecución de los ciberdelitos

Por Víctor Paredes Ch., Gerente Comercial en TLine Chile S.A.

Este 28 de enero se celebra a nivel internacional el Día de la Protección de Datos, que nació con el objetivo de informar y concientizar sobre los derechos que tienen las personas sobre sus datos, promoviendo las mejores prácticas de privacidad y protección de la información.

Pero, ¿qué entendemos por datos privados, sensibles o privados? ¿Y cuál es la diferencia y propósito respecto de los datos abiertos? Cuando nos referimos a datos privados o sensibles, estos corresponden a toda información relevante para una persona, compañía o institución, ya sea esta información comercial, financiera u operacional. En el último tiempo, la información de identificación personal ha tomado gran relevancia por la nueva ley de protección de datos y las estandarizaciones creadas para su tratamiento y protección.

Hoy el mundo se rige prácticamente por el IoT y la IA. En cuanto al IoT, lo tenemos presente en miles de formas y convivimos con él casi sin darnos cuenta, generando información de alto valor para las compañías. Incluso, ha escalado a una posición altamente relevante para el negocio de estas, apalancando la transformación de las operaciones y sus negocios.

De ahí la importancia de contar con una estrategia de protección de datos apropiada, que permitirá un mayor grado de confianza para el negocio, su continuidad y crecimiento. Sin embargo, esto trae consigo riesgos para los usuarios y organizaciones, al estar expuestos a ciberataques. Este riesgo dependerá de la exposición de cada entidad; phishing, malware y robo de identidad son solo algunos de los ciberdelitos más frecuentes. Estas son las formas de ataque más comunes a las que están expuestas las personas, y la práctica más utilizada es la ingeniería social.

Para una compañía, se agregan los ataques dirigidos; DDoS o denegación de servicio, explotación de vulnerabilidades y otros mecanismos con la intención de contaminar con malware del tipo Ransomware, el cual ya no solo encripta y solicita pago por el rescate, sino que hoy también se enfoca en el robo de información y su venta o reventa, como otro mecanismo para generar ingresos.

Hoy en día, los sectores más vulnerables al ataque de correos fraudulentos para el robo de información (phishing) siguen siendo el financiero, retail y gubernamental. Sabemos que en los dos primeros sectores el objetivo es el lucro por el rescate de información encriptada por Ransomware o la reventa de información en la Deep Web.

En el sector gubernamental, el robo de información es el principal objetivo, dado que es el mayor controlador y procesador de información de identificación personal, algo muy valioso para los ciberatacantes. En la actualidad, la Inteligencia Artificial también está siendo utilizada por los ciberatacantes, lo que ha llevado a una proliferación de ataques más sofisticados y de mayor precisión.

Chile ha dado pasos importantes para fortalecer la ciberseguridad a través de la creación de un marco legal sólido, junto con estrategias y participación en iniciativas internacionales. Hoy contamos con una Ley Marco de Ciberseguridad e Infraestructuras Críticas, un CSiRT y una recientemente inaugurada Agencia Nacional de Ciberseguridad (ANCI).

Esto posiciona al país entre los de Latinoamérica con mayor avance en esta área. Sin embargo, Brasil, México y Uruguay avanzan rápidamente, mientras que otros países lo hacen de forma más paulatina, lo que permite a los ciberatacantes enfocarse en la región.

Este panorama ha hecho que las estrategias de ciberseguridad sean prioridad en la mayoría de los negocios, sean o no web. Para la industria, esto exige la entrega de servicios de protección de datos y continuidad operacional, como BaaS, DRaaS, SoCaaS, análisis de vulnerabilidades y otros servicios complementarios, como parchado y concientización.

Este 2025, el desafío de las organizaciones se centra en robustecer la protección de datos en entornos Cloud o multicloud, la ejecución efectiva de buenas prácticas de seguridad, la normalización de sistemas mediante la adopción de estándares de protección de datos y la obtención de certificaciones que avalen la gestión de información.

Chile avanza en la dirección correcta, pero es necesario fortalecer los aspectos judiciales y la persecución de delitos informáticos.

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Autor

  • Maxi Fanelli

    Periodista especializado en tecnologías y responsable de contenidos comerciales en ITSitio y en la Comunidad de Gaming. Editor de Overcluster. Anteriormente, trabajé en medios de IT; y como colaborador en Clarín, TN Tecno, Crónica TV y PC Users. Lic. Comunicación Social y Periodismo en la UNLP.

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Maxi Fanelli

Periodista especializado en tecnologías y responsable de contenidos comerciales en ITSitio y en la Comunidad de Gaming. Editor de Overcluster. Anteriormente, trabajé en medios de IT; y como colaborador en Clarín, TN Tecno, Crónica TV y PC Users. Lic. Comunicación Social y Periodismo en la UNLP.

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