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Bitcoin: el oro digital que está redefiniendo el valor del dinero

Desde su creación en 2009, Bitcoin se consolidó como la criptomoneda más adoptada y segura del mundo. Su carácter descentralizado, su emisión limitada y la confianza de los inversores han convertido a este activo digital en una reserva de valor clave en el ecosistema financiero. En esta nota, exploramos los fundamentos que hacen de Bitcoin una opción única frente a otras criptomonedas.

Es Pablo Sorbilli especialista en IT aplicada al mercado de capitales.

Hoy en día la tecnología poco a poco va tomando preponderancia en todos los aspectos de la vida que nos rodea. Y sin dudas el nacimiento del dinero digital y específicamente de las criptomonedas fue un antes y un después en la forma en que utilizamos el dinero como activo de intercambio a nivel global.

Y dentro de este enorme mundo, tenemos una particularidad adicional para un activo muy especial. Estoy hablando del Bitcoin, la primera criptomoneda creada en el año 2009 bajo la firma/seudónimo  aclamado como Satoshi Nakamoto. Esta declaración en un paper de 8 páginas es la meca fundacional del mundo cripto y vamos a ahondar un poco en ella.

¿Por qué Bitcoin es diferente? Esta nota no pretende hacer un listado de las diferencias técnicas que pudiéramos evaluar entre diferentes ofertas de criptomonedas, sino hacer un repaso de las bases que hacen que Bitcoin sea la cripto más adoptada, más utilizada y más segura de todas. La idea es que puedan entender qué es lo que hace que países, grandes marcas, micro inversores y todo tipo de personas en el mundo entiendan que tener Bitcoin es una forma de reserva de valor segura y legítima. Lo primero que quiero destacar es que Bitcoin es un tipo de activo descentralizado. Esto quiere decir que no hay una entidad que regule y maneje la emisión o el flujo del Bitcoin.

Esto sucede por una red de nodos que operan por medio de la aclamada BlockChain o cadena de bloques. Un desarrollo que permite que diferentes validadores desde diferentes puntos del globo y con diversos intereses, puedan generar controles cruzados en cada una de las transacciones que se realizan en esta red o cadena de bloques.

Estas validaciones generan una recompensa para quien se tome el trabajo computacional de realizarla y le da sentido al interés por tomar esta tarea.

Esta cadena de bloques además, al contar con diferentes actores que validan cada una de las operaciones, permite un registro permanente de cualquier operación confirmada. Esto le da una característica de seguridad muy interesante al no depender de ninguna entidad o regulador centralizado.

Esto le permite ser una red de control cruzado descentralizada que le da un carácter de seguro e inmodificable una vez que las operaciones impactan en la red.

Otro punto central es que si bien, en la actualidad la tecnología utilizada para la red de Bitcoin no es de punta. En el sentido que no se fue adaptando a las mejoras de eficiencia y evolución técnica, se mantuvo con su formato básico y robusto, en términos tecnológico, dándole un halo de seguridad al no tener ningún tipo de cambios desde su concepción.
Hay que aclarar que en lo fino tiende a tener ciertas mejoras, pero nada desde lo estructural por el riesgo que conlleva.

Podríamos decir que el paper inicial de 8 páginas que fundó las bases sigue respetando y demostrando que no tendrá grandes cambios ni ayer, ni hoy, ni mañana.

Esto es fundamental al pensar en reserva de valor y seguridad, dos factores que hacen que los inversores adopten este commoditie como un bien de cambio y acumulacion muy interesante.

Emisión limitada: el factor escasez

Bitcoin cuenta con un principio fundamental en su consistencia que es la emisión limitada y programada de una cierta cantidad del activo virtual.

Su suministro total está limitado a 21 millones de monedas. Esta decisión fue tomada por su creador, Satoshi Nakamoto, para imitar la escasez del oro, creando una forma de «oro digital».

La idea es simple: al establecer un límite, Bitcoin se asegura de que no haya inflación desenfrenada como en las monedas tradicionales, donde los gobiernos pueden imprimir más dinero a su antojo. Esto hace que cada Bitcoin sea más valioso a medida que la demanda aumenta y el suministro se vuelve más escaso.

El protocolo de Bitcoin programa la creación de nuevas monedas a través de la minería, que se reduce a la mitad aproximadamente cada cuatro años en un evento conocido como «halving». Al final, esto significa que será cada vez más difícil y costoso extraer nuevas unidades. A medida que nos acercamos a esos 21 millones, el valor potencial de un Bitcoin puede aumentar, lo que lo convierte en un atractivo «almacenamiento de valor» en el mundo financiero.

Así que, en pocas palabras, el límite de 21 millones es una jugada inteligente para mantener a Bitcoin raro, valioso y resistente a la inflación.

El efecto HODL: la confianza a largo plazo

Bitcoin sin duda es la bandera de los cripto entusiastas, el pilar fundamental de todo este movimiento que impacta en las economías reales.

Esto generó que además de la especulación y el uso de bitcoin como método de transacciones, un fenómeno global de HOLD.

El “hold” no es más que la conducta de mantener el activo sin importar las fluctuaciones en su cotización. Esto es motivado por una profunda confianza en que con el tiempo el Bitcoin multiplicará su valor por valores estratofericos. Y además es una declaración de confianza de que el mundo cripto será una herramienta cotidiana, fundamental y segura.

Por lo tanto, no solo tenemos escasez en base a su característica de finito, sino que también tenemos la reducción del flujo por esta tendencia generando un efecto positivo en la apreciación del Bitcoin.

Por estas particularidades no existe hoy otra criptomoneda de ningún tipo que pueda cumplir con el apetito de los consumidores en el aspecto seguro y constante como Bitcoin.

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