Una mirada desde AppWorld: el futuro del cibercrimen y la defensa digital

En el reciente evento AppWorld de F5 en Argentina, un foro clave en el ámbito de la tecnología y la ciberseguridad, se reunieron representantes de las principales industrias que impulsan el mundo digital. El evento convocó a especialistas de distintos sectores, desde los grandes bancos y compañías de telecomunicaciones hasta agencias gubernamentales, tiendas departamentales y comercios minoristas. Estas organizaciones, que operan mediante aplicaciones y tecnologías digitales, son piezas fundamentales en el engranaje de la economía global.

El encuentro tuvo como eje principal la creciente complejidad del panorama digital y los desafíos que enfrenta en términos de seguridad y eficiencia. Durante su presentación, Roberto Ricossa, Vicepresidente de Ventas de F5 para América Latina, puso el foco en los riesgos crecientes de la era digital, enfatizando la magnitud del fraude y las estafas online. “Alrededor del mundo, cada 14 segundos nuestros amigos, colegas y familiares son estafados y pierden miles de pesos”, señaló Ricossa. En este contexto, hizo hincapié en que para los delincuentes, “explotar el mundo digital representa el mejor negocio global, es el crimen que genera más dinero hoy en día, más que la falsificación, el tráfico de personas y el narcotráfico juntos”.

Cibercrimen y el rol de la inteligencia artificial en la defensa digital

El mensaje de Ricossa no solo retrata la realidad actual del cibercrimen, sino que también pone sobre la mesa las amenazas futuras. El avance de la inteligencia artificial y su capacidad para generar contenido falso, desde imágenes hasta audios y videos, podría exacerbar aún más los riesgos de fraude. “Imaginen cómo puede evolucionar eso en los siguientes cinco años, con la llegada de IA, y cómo podría afectar el cambio de un rostro o un audio para identificación digital. Es el futuro de nuestro mundo digital lo que está en juego”, advirtió.

Para enfrentar estos desafíos, la IA también se presenta como una herramienta clave. Ricossa explicó que la inteligencia artificial puede jugar un rol crucial en la defensa de los sistemas digitales, alimentada por grandes volúmenes de datos. Según los datos proporcionados por F5, hoy en día los modelos de IA se nutren de más de 550 petabytes de información, un volumen masivo que permite a estos sistemas identificar patrones y prevenir amenazas con mayor precisión. “Hay una batalla épica en el ciberespacio para prevenir catástrofes, pero no se lucha con armas, sino con teclados”, afirmó Ricossa, quien destacó el rol crítico de todos los actores del ecosistema digital para garantizar la seguridad, privacidad, dignidad y tranquilidad en el nuevo mundo digital.

Uno de los mayores retos que enfrentan las organizaciones en la actualidad es la complejidad operativa. Los datos presentados durante el evento revelaron que cerca del 90% de las organizaciones manejan sus aplicaciones en entornos distribuidos, lo que genera una “bola de fuego” de complejidad. Muchas empresas utilizan entre 300 y 1.000 aplicaciones distintas, cada una con su propio protocolo y requerimientos. Esto no solo sobrecarga a los equipos de trabajo y eleva los costos, sino que también abre más puntos de vulnerabilidad, exponiendo a las empresas a posibles ciberataques.

En este contexto, Federico Aragona, Director de Ventas en MCA de F5, habló sobre la necesidad de estar mejor preparados para enfrentar las crisis futuras. Aunque reconoció que es imposible predecir con exactitud cuándo ocurrirá el próximo gran ataque cibernético o la siguiente crisis digital, subrayó que la velocidad de respuesta será clave. “No podemos predecir la próxima gran crisis, pero podemos estar mejor preparados para actuar con mayor velocidad”, sostuvo Aragona. La preparación y la colaboración entre los distintos actores son esenciales para crear un entorno digital más seguro y eficiente.

Deep Web y Dark Web

En el evento AppWorld de F5 en Argentina, además de abordar los desafíos de seguridad digital, se ofreció un panel exclusivo sobre la Deep Web y la Dark Web, impartido por Daniel Ionadi, Solution Engineer de F5, y Juan Finocchietti, Digital Territory Account Manager de F5. Los expertos aclararon las diferencias entre ambas: mientras que la Deep Web incluye sitios no indexados pero no necesariamente ilegales, la Dark Web es una pequeña porción dedicada mayormente a actividades ilícitas, como la compraventa de armas, drogas y datos personales.

El acceso a la Dark Web requiere el uso del navegador Tor, que permite conexiones anónimas. Este anonimato es lo que facilita que los delincuentes prosperen, aunque las fuerzas del orden, mediante técnicas de threat hunting, están comenzando a identificar y rastrear transacciones en la blockchain para detener a los actores maliciosos.

Respecto al pago en la Dark Web, aunque criptomonedas como Monero ofrecían mayor anonimato, su complejidad ha reducido su adopción. En cambio, Bitcoin sigue siendo el método de pago más común, a pesar de ser rastreable.

Los especialistas también ofrecieron señales de peligro como cambios inesperados en los dispositivos y solicitudes sospechosas. Ante estas situaciones, recomendaron evitar enlaces desconocidos, cambiar contraseñas y escanear dispositivos con antivirus. Finalmente, se hizo hincapié en la educación y la colaboración entre empresas y usuarios para mejorar la seguridad en el entorno digital.

Colaboración conjunta para un ecosistema digital seguro

El mensaje central de AppWorld de F5 giró en torno a la necesidad de una colaboración conjunta. Las empresas, instituciones gubernamentales y todos los participantes del ecosistema digital tienen la responsabilidad de garantizar que todo funcione correctamente. Solo a través de una cooperación coordinada se podrá enfrentar la creciente ola de amenazas digitales y generar un mundo digital mejor, donde la seguridad sea una prioridad constante.

El evento dejó en claro que el panorama digital es cada vez más complejo y desafiante. Sin embargo, también resaltó el potencial de la tecnología, particularmente la inteligencia artificial, para transformar este mundo en un lugar más seguro. A medida que las empresas y organizaciones adoptan estas herramientas, deberán también asumir el compromiso de proteger no solo sus propios sistemas, sino también la seguridad de sus usuarios y del ecosistema digital en su conjunto.