Inteligencia Artificial

Con un pedido de 10.000 millones de dólares, OpenAI producirá su chip de IA en 2026

La compañía busca mayor control sobre su infraestructura de inteligencia artificial y se asocia con Broadcom, siguiendo la tendencia de grandes tecnológicas que diseñan chips propios para entrenar y ejecutar modelos cada vez más complejos.

OpenAI confirmó que en 2026 comenzará la producción masiva de su chip de inteligencia artificial personalizado, diseñado en colaboración con Broadcom y fabricado por TSMC. Este proyecto marca un hito en la estrategia de la compañía liderada por Sam Altman: ganar autonomía en hardware, optimizar costos y depender menos de Nvidia, que hoy controla casi todo el mercado de procesadores para IA.

Una apuesta multimillonaria

La iniciativa contempla un pedido de alrededor de 10.000 millones de dólares en semiconductores. Se trataría de millones de unidades destinadas exclusivamente al uso interno de OpenAI, sin planes de comercialización para terceros.

El diseño del chip, que incluye una arquitectura basada en systolic array y memoria de alto rendimiento (HBM), apunta a maximizar la eficiencia en el entrenamiento y la inferencia de modelos avanzados como GPT-5 y Sora. Según fuentes cercanas al proyecto, el diseño final estaría listo este año para enviarse a la planta de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), líder mundial en procesos de 3 nanómetros.

Sam Altman, CEO de OpenAI, lidera la transición hacia la autonomía tecnológica mediante el desarrollo de su propio chip de inteligencia artificial, con el objetivo de reducir la dependencia de Nvidia.
Sam Altman, CEO de OpenAI, lidera la transición hacia la autonomía tecnológica mediante el desarrollo de su propio chip de inteligencia artificial, con el objetivo de reducir la dependencia de Nvidia.

Por qué OpenAI se independiza de Nvidia

La decisión de dar este paso responde a una realidad conocida en la industria: Nvidia domina entre el 80 y el 90% del mercado de chips de IA con sus GPU de la serie H100 y sus sucesores. Si bien su hardware es extremadamente poderoso, también es costoso, difícil de conseguir y está fuertemente atado al ecosistema propietario de CUDA.

La dependencia de Nvidia se ha vuelto un cuello de botella para todas las empresas que desarrollan IA generativa. OpenAI busca diversificar sus fuentes y ganar control sobre su cadena de suministro.

El caso de OpenAI no es aislado. Google, Amazon y Meta ya llevan años invirtiendo en procesadores propios, desde los TPU de Google hasta los Trainium y Inferentia de Amazon. La meta es la misma: contar con hardware diseñado a medida, capaz de reducir costos y ofrecer mayor rendimiento para cargas de trabajo específicas.

El nuevo chip de OpenAI, diseñado en colaboración con Broadcom, incluye una arquitectura de 'systolic array' y memoria de alto rendimiento para optimizar el entrenamiento de modelos avanzados como GPT-5.
El nuevo chip de OpenAI, diseñado en colaboración con Broadcom, incluye una arquitectura de ‘systolic array’ y memoria de alto rendimiento para optimizar el entrenamiento de modelos avanzados como GPT-5.

Broadcom, un socio estratégico

Para llevar adelante el proyecto, OpenAI eligió a Broadcom, uno de los gigantes del sector de semiconductores, con experiencia en el diseño de chips personalizados para grandes clientes. Informes de Tom’s Hardware señalan que Broadcom llevaba meses trabajando con un cliente “misterioso” en un encargo multimillonario de procesadores de IA, y ahora todo apunta a que se trataba de OpenAI.

La elección no es casual. Broadcom aporta ingeniería y capacidad de diseño, mientras que TSMC garantiza la producción en escala. De esta forma, OpenAI asegura una cadena de valor integrada, con menos riesgos de depender exclusivamente de un proveedor como Nvidia.

OpenAI asegura la integración vertical de su cadena de suministro al colaborar con TSMC para la fabricación de chips personalizados a gran escala.
OpenAI asegura la integración vertical de su cadena de suministro al colaborar con TSMC para la fabricación de chips personalizados a gran escala.

Implicaciones para la industria

El lanzamiento de este chip no significa que Nvidia vaya a perder el liderazgo de inmediato. Sus GPU siguen siendo la opción más versátil para múltiples clientes, desde startups hasta grandes corporaciones. Sin embargo, la jugada de OpenAI es un paso estratégico hacia la soberanía tecnológica.

Además, el movimiento refuerza una tendencia que se acelera en todo el sector: la integración vertical. Las empresas que dominan tanto el software como el hardware están mejor posicionadas para competir en un mercado donde la demanda de cómputo crece de manera exponencial.

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