
El cibercrimen se convirtió en la tercera economía mundial y pone en jaque a Latinoamérica
La expansión del delito digital supera la capacidad de respuesta regional. Sin personal calificado ni estructuras de defensa adecuadas, miles de organizaciones quedan expuestas a ataques que amenazan la estabilidad operativa y el desarrollo económico.
Octubre es el mes de la ciberseguridad y nos invita a reflexionar sobre la problemática del cibercrimen el cual dejó de ser un problema técnico para convertirse en un fenómeno económico global. Esta industria ilegal ya mueve US $10,5 trillones al año, lo que la ubica como la tercera economía mundial, detrás de Estados Unidos y China.
Dentro de este contexto devastador, en Latinoamérica, este negocio criminal crece de forma acelerada y de él se desprende otra problemática: la de la falta de talento en el sector.
La preparación para enfrentar el cibercrimen es mínima y se estima que solo el 2% de las empresas de la región cuentan con un CISO (Chief Information Security Officer) que lidere la estrategia de ciberseguridad.

En Argentina, la situación también es preocupante: solo el 20% de las grandes compañías tienen un SOC (Centro de Operaciones de Seguridad) activo, y ese número se reduce a un 5% entre las pymes, lo que deja a miles de organizaciones vulnerables frente a ataques cada vez más sofisticados.
Ante este contexto Sergio Oroña, CEO de Sparkfound, empresa pionera en cibervigilancia en la región, explica: “Estamos frente a un negocio criminal que crece más rápido que la capacidad de defensa de gobiernos y empresas. Si no reaccionamos ahora, el impacto económico y social será devastador”. Y agrega: “En la economía digital, no contar con protección equivale a dejar la puerta de la empresa abierta. Los ciberdelincuentes aprovechan esas brechas y pueden paralizar operaciones completas en minutos”.
Según el experto una de las claves es la ciber resiliencia que consta de tener una preparación previa y una planificación, monitorear para detectar ciberdelitos, dar una respuesta rápida y trabajar en la recuperación de los datos y especialmente generar conciencia de que la cultura de la ciberseguridad es clave para las empresas.

La urgencia de actuar
En América Latina se está gestando una crisis silenciosa que pone en riesgo a empresas, gobiernos y ciudadanos: la falta de profesionales capacitados en ciberseguridad. Mientras los ataques digitales crecen en frecuencia y sofisticación, la cantidad de expertos disponibles no aumenta al mismo ritmo, generando una brecha que deja a la región vulnerable frente a amenazas cada vez más complejas.
Hoy, la ciberseguridad ya no es un tema exclusivo de áreas técnicas; es un asunto estratégico que impacta la economía, la confianza en los servicios digitales y hasta la estabilidad de un país. Sin embargo, muchas organizaciones carecen de los recursos humanos necesarios para protegerse. Este déficit no solo afecta a las grandes corporaciones, sino, sobre todo, a las PyMEs, que suelen ser las más desprotegidas y, paradójicamente, las más atacadas.
Según el experto: Para cerrar esta brecha necesitamos avanzar de manera simultánea en tres frentes claves:
- Formación y reconversión profesional: es urgente multiplicar los programas de capacitación en ciberseguridad, no solo en universidades, sino también en institutos técnicos y a través de iniciativas de reskilling. Muchos profesionales de IT tienen la base necesaria para especializarse, pero requieren entrenamiento y certificaciones que les permitan dar el salto a roles críticos en seguridad.
- Colaboración público-privada: ningún sector puede enfrentar este desafío solo. Gobiernos y empresas deben trabajar en conjunto para generar incentivos y marcos que promuevan la formación de talento. En países donde se implementaron políticas colaborativas, los resultados fueron claros: la brecha comenzó a achicarse.
- Tecnología como aliado: mientras formamos nuevos profesionales, las empresas necesitan soluciones inmediatas. Los modelos de ciberseguridad como servicio, como SOC, SIEM y SOAR administrados, ofrecen acceso a equipos especializados y herramientas avanzadas que muchas organizaciones no pueden costear de manera interna.

La ciberseguridad ya no es un tema del futuro. Es el presente, y si no se aceleran los procesos, los atacantes seguirán moviéndose más rápido que la capacidad de defensa que tienen las organizaciones. A su vez, la región necesita tener una estrategia integral que combine educación, cooperación y tecnología para construir un ecosistema seguro y resiliente ya que de su capacidad de reacción dependerá no sólo la protección de datos e infraestructuras, sino también la confianza digital y el desarrollo económico de Latinoamérica.
Un modelo de seguridad accesible
Fundada en 2023, Sparkfound surgió para cubrir esta necesidad creciente. La empresa creció 650% en facturación en menos de tres años y logró una retención del 99% de sus clientes, cifras que reflejan la urgencia del mercado.
La compañía ya invirtió más de US $3,5 millones en infraestructura propia, incluyendo un SOC de última generación y una nube privada, y cuenta con 100 profesionales especializados que trabajan bajo estándares internacionales como la norma ISO 27001.
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