El ecosistema fintech creció más del 340% en seis años
Así lo destaca un informe de Finnovista y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a junio de 2024. La pandemia aceleró la digitalización en el sector financiero, impulsando el uso de fintech y pagos sin efectivo en América Latina, aunque aún persisten barreras como la falta de capacitación y desconfianza.
Así como en un montón de otros rubros, la pandemia fue un parteaguas también para el sector bancario y financiero. La necesidad de “guardarse” hizo que lo virtual obtuviese una relevancia mucho mayor y más rápidamente de lo que hubiese pasado en circunstancias más “normales”. Así, florecieron las billeteras virtuales, los sitios web de home banking y, sobre todo, los bancos virtuales.
Conocidas con distintos nombres (Open Bank, Neobank, etc.) los bancos virtuales (bancos sin sucursales físicas como Brubank o Uilo), las billeteras virtuales (Mercado Pago, Modo, Ualá) o las billeteras digitales de los bancos establecidos (BNA+, Cuenta DNI), más otras entidades que existen, como las que trabajan con criptomonedas o las aseguradoras digitales, todas integran ese difuso ámbito de las Fintech (acrónimo por Tecnología Financiera). En otras palabras, y para hacerlo simple, nada de esto existiría sino es por la tecnología informática e Internet.
Dicho esto, veamos qué hay en este impreciso, pero rápidamente creciente, mundo de las fintech.
Sin plata en los bolsillos
Las fintech, impulsadas por la pandemia, fueron uno de los principales motivos por los que comenzó un fenómeno conocido como “pagos cashless” o sea, “pagos sin efectivo”. Una tendencia todavía embrionaria pero que va perfilando un futuro posible.
Una encuesta impulsada por iupana, Touchpoint Marketing y Galileo Financial Technologies, determinó, por un lado, las principales razones para adoptar esta circunstancia: la digitalización, el crecimiento continuo de la infraestructura y la mayor eficiencia en las ofertas de productos financieros han sido pilares fundamentales en este proceso.
Hay un gran reconocimiento sobre las mejoras que implicaría la adopción de pagos Cashless a los negocios y empresas de América Latina. El 79% de los encuestados opina que la principal es la eficiencia de tiempo. Luego le siguen el control administrativo (53%) y la reducción de pérdidas (40%).
A pesar de que estos factores han impulsado significativamente los pagos sin efectivo, todavía queda mucho por avanzar. 65% de las transacciones en América Latina siguen siendo en efectivo. Porque hay factores humanos que considerar.
El estudio identifica que una de las principales barreras para la adopción de métodos de pago digitales radica en la falta de capacitación de los usuarios en el uso de estas tecnologías, atribuible a factores como limitaciones educativas, económicas, sociales o culturales. Esta carencia de conocimiento acerca de las herramientas digitales y sus procedimientos genera temores entre los usuarios, incluyendo la desconfianza y el miedo a ser objeto de fraudes (49%). Asimismo, los participantes en el estudio señalaron que los costos financieros asociados a la implementación de medios de pago digitales (32%) constituyen otro obstáculo significativo para su adopción.
Argentina y su dinero
Hace algunos años, cuando surgió el fenómeno fintech, se trataba de unas pocas empresas que operaban fuera del sistema financiero tradicional y que buscaban, a través de la tecnología, desafiar algunas de sus normas. Sin embargo, con el tiempo, se han ido creando marcos regulatorios, procesos de integración y, lo más importante, una colaboración entre las fintech y los actores tradicionales del sector financiero. Esto ha permitido que el sistema financiero se modernice y se adapte a los nuevos tiempos.
Hoy en día, fintech ya no es solo una parte aislada del sistema financiero, sino una nueva realidad. Su esencia está en el uso de la tecnología para crear y distribuir servicios financieros. Y cada vez importa menos si detrás de esos servicios está un banco, un programa de crédito, una compañía financiera o un proveedor de pagos. Lo realmente relevante es la lógica fintech: usar la tecnología como herramienta clave para ofrecer esos servicios de manera más eficiente y accesible.
Mariano Biocca es director ejecutivo de la Cámara Argentina de Fintech. Esta asociación, creada en 2017, hoy agrupa unas 300 empresas de tecnología financiera que actualmente administran unas 110 millones de cuentas. “En nuestro país, lo que empezó siendo algo de nicho o para los jóvenes o con el celular, se transformó en algo que hace día a día prácticamente la totalidad de las personas que vivimos en Argentina sea de la perspectiva de los pagos o el crédito de las inversiones”.
“Mucho se hablaba —continúa Biocca— de utilizar la tecnología como un medio para generar acceso al sistema financiero. Esa cuenta no está saldada. Está saldadísima. Hoy en día, todas las personas que tienen más de 18 años tienen una cuenta de pago o una cuenta bancaria. Hoy siete cada diez transferencias en nuestro país tienen, en una punta o en las dos, una cuenta Fintech. No hay otros países que puedan decir que el 100% de su población económicamente activa tiene acceso a una cuenta”.
Según este ejecutivo, existen unas 22 millones de cuentas de inversión y que cuando arrancó todo este fenómeno Fintech, en 2017, era inferior a 500.000. En el vertical de los activos virtuales o cripto, hoy existen aproximadamente unas 10 millones de cuentas y Argentina lidera el volumen transaccional. “Si pasamos al crédito, que es el debe más grande que hoy tiene nuestra economía, con orgullo te digo que hoy hay unas seis millones de personas en nuestro país que acceden al crédito mediante una solución Fintech y lo espectacular es que la mitad de esa gente no tiene cuenta sueldo porque son trabajadores informales”.
Este auge de las fintech está teniendo un impacto positivo en la generación de empleo en la región. De acuerdo con un informe de la Cámara Argentina Fintech, el sector ya emplea a casi 35.000 personas en sus distintas áreas.
¿Y por la casa grande cómo andamos?
Según un informe de Finnovista y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a junio de 2024, el ecosistema fintech en América Latina y el Caribe supera las 3.000 startups. Más específicamente, “el ecosistema fintech registró un crecimiento de más del 340% en la cantidad de emprendimientos de finanzas tecnológicas creados en los últimos seis años, pasando de 703 empresas en 18 países en 2017, a 3.069 en 26 países en 2023”.
Y continúa: “Brasil sigue siendo el país de la región con el mayor número de emprendimientos fintech, con un 24% del total. Le siguen México con el 20%, Colombia con el 13%, y Argentina y Chile con el 10% cada uno”.
“Las fintech se han convertido en vehículos de progreso tecnológico en la región y sus soluciones están al alcance de las personas y empresas. Cerca de 5000 fintech llevan servicios financieros en 16 países de América Latina, El Caribe y España, representados por sus respectivas asociaciones y cámaras en Fintech Iberoamérica”.
Quien dice esto es Roberto Vargas Buendía, presidente de Fintech Iberoamérica, la cámara que nuclea fintech de Latinoamérica y España.
“Las verticales de Préstamos y Pagos Digitales —continúa Vargas— siguen penetrando los mercados año tras año. Cada vez es más usual escuchar sobre la mayor adopción de las soluciones sencillas y centradas en los clientes de las fintech”.
Además, “próximamente, Fintech Iberoamérica iniciará un proceso de aproximación a los presidentes de la región para sensibilizarlos y darles a conocer el potencial de las fintech para acelerar políticas públicas y promover la inclusión financiera. Excepcionalmente, Brasil y Perú han extendido la influencia fintech en algunas esferas de cooperación económica como los BRICs, el G20 (B20) y APEC”.
En este año se espera que la Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje automático sigan impulsando el sector financiero, ayudando a identificar riesgos y prevenir fraudes de manera más eficiente. También se destaca la tendencia hacia la hiperpersonalización de productos financieros, lo que promete mejorar la experiencia de los usuarios. Además, el uso de tecnologías descentralizadas como blockchain y los principios de la Web 3.0 están ganando relevancia en el sector fintech.
Un poco de futuro
“Cerca del 30% de las fintech utilizan inteligencia artificial en sus procesos y en el diseño de nuevos servicios financieros –prosigue Vargas-. Además, la nube (cloud), big data y blockchain son cada vez más usadas por las fintech de nuestra región. Sin embargo, debemos considerar que un grupo significativo de fintech produce tecnología a partir de esas tecnologías emergentes. Ese proceso creativo, a partir del desarrollo de código, permite crear eslabonamientos y círculos virtuosos de creación de riqueza y bienestar al demandar capital humano altamente calificado, demandar especialistas financieros, requerir y levanta capital de inversión extranjera y nacional para sus expansiones y generar más liquidez en las economías debido a la disminución de los costos de transacción”.
Biocca adelanta: “De la tecnología blockchain, en sus distintas aristas, hay una en particular que nosotros entendemos que va a ser estratégica para la Argentina: la tokenización de activos reales o de real world assets. Tokens que dotan de transaccionalidad a activos que no la tienen, como quintales de soja, kilos de litio, inmuebles, etc.
Otro tema que está estudiando mucho en la industria y que si se diseña bien, puede ser muy importante, tiene que ver con las finanzas abiertas o el Open Finances. Tiene que ver con la interacción de información donde el usuario es el dueño de la data de su historial crediticio y lo puede ir moviendo entre entidades. En el caso de Open banking, es únicamente entre bancos y billeteras en el caso del Open finances, se suman otros jugadores fundamentales como pueden ser las casas de bolsa, las aseguradoras, etc.”
Finalmente, “conforme, se acomode la macroeconomía Argentina —concluye Biocca— entendemos que la industria Fintech va a tener un rol extremadamente protagonista en esta reconstrucción ¿por qué? Porque vamos a necesitar que fluya el crédito y esas cañerías ya están construidas. Entendemos que es muy prometedor y que es un futuro cada vez más integrado».
Vargas, por su parte, no apunta tanto a la tecnología: “Cada año las fintech incorporan a nuevos bolsones de poblaciones excluidas a los mercados financieros formales. Por lo tanto, la innovación tecnológica financiera permitirá a las fintech ofrecer servicios financieros cada vez más centrados en problemas validados en el día a día, mayor eficiencia y transparencia con respecto a los productos tradicionales y facilidad para la adopción tecnológica, es decir, serviremos a más personas y empresas año tras año”.