Líderes industriales compartieron experiencias y desafíos en el encuentro “ADN de la Transformación Operacional”, donde la tecnología y la cultura fueron presentadas como ejes de la competitividad en la Industria 4.0.

El ADN de la Transformación Operacional: tecnología y cultura como motores de la industria 4.0

El encuentro “ADN de la Transformación Operacional”, organizado por la Universidad Austral y NUMAN, reunió a líderes industriales para debatir cómo la tecnología, la cultura y el talento definen la competitividad en la era de la Industria 4.0. El evento dejó una certeza: la transformación digital en el sector industrial no depende solo de la automatización, sino de integrar procesos y personas con propósito.

Redacción de ITSitio 29 de septiembre de 2025

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La industria atraviesa un momento clave. En un contexto donde los márgenes se achican y los avances tecnológicos superan la velocidad de los planes estratégicos, surge una pregunta inevitable: ¿cómo transformarse sin perder la esencia? Este interrogante fue el eje central del encuentro “ADN de la Transformación Operacional”, organizado por el Centro de Industria 4.0 de la Universidad Austral junto con NUMAN, headhunter industrial, que reunió a más de 60 líderes para repensar la competitividad en el sector.

El evento dejó una conclusión compartida: la transformación industrial no se limita a incorporar software, inteligencia artificial o automatización; se trata de integrar personas, procesos y cultura en una misma estrategia.

Cuando la eficiencia deja de ser un eslogan

El panel de oradores abrió la jornada con casos reales de transformación. Andrés Bassetto, Director de Operaciones del Laboratorio Baliarda, explicó cómo la crisis económica los obligó a repensar la operación: “Antes, el margen tapaba todo. Hoy es momento de revisar qué hacíamos bien y qué mal”. La compañía identificó 200 proyectos “dormidos” y los reactivó con la metodología Hoshin Kanri de mejora continua.

La lección fue clara: la eficiencia dejó de ser aspiración abstracta y se convirtió en condición de supervivencia.

En la misma línea, Leandro Completa, Gerente General de FAEN, una PyME industrial, compartió cómo decidieron no competir en escala sino en valor agregado. Con sistemas de trazabilidad, gestión de inventario y foco en la agilidad, FAEN se transformó en un socio estratégico para grandes clientes. Su frase resonó entre los asistentes: “No te enamores de la solución, enamorate del problema”.

Por su parte, Ramiro Casas, Director de Personas y Cultura de Dreamco, relató la creación de una Escuela de Liderazgo y la recuperación de más de 200 ideas que habían quedado en la burocracia. Allí surgió un concepto innovador: el liderazgo elegible, en el que los equipos eligen simbólicamente a sus líderes por su coherencia y capacidad de simplificar.

El evento, organizado por la Universidad Austral y NUMAN, puso el foco en la eficiencia operacional y la empleabilidad como motores de la transformación industrial.

Desde el ámbito logístico, Nicolás Vega, Gerente de Operaciones de DHL Supply Chain Argentina, expuso cómo combinan automatización, inteligencia artificial y plataformas digitales con una estrategia centrada en las personas. Antes de incorporar una máquina de alta tecnología, la compañía capacitó a los equipos para garantizar una transición exitosa. “Invertir en tecnología sin preparar a las personas es apostar a medias”, señaló.

Talleres: cuando las empresas piensan juntas

Tras el panel, los workshops permitieron debatir desafíos concretos de la Industria 4.0. Entre las principales ideas, se destacaron:

Cultura organizacional: los valores no se escriben en un PowerPoint; se viven en las decisiones diarias. La transformación requiere coherencia entre discurso y acción.
Liderazgo: se cuestionó el modelo verticalista y se valoró el liderazgo colectivo, basado en la escucha y la legitimidad construida desde lo cotidiano.
Talento: atraer profesionales no depende solo del salario, sino también de propuestas auténticas, desarrollo real y culturas con propósito. Sin embargo, se aclaró: un buen clima laboral no compensa una propuesta económica insuficiente.
Tecnología: debe resolver problemas reales y ser adoptada con un enfoque incremental, integrándose a procesos ya existentes.
Cambio cultural: la transformación no puede imponerse de arriba hacia abajo; necesita de mandos medios comprometidos y conversaciones honestas.
Relaciones sindicales: se destacó la oportunidad de construir agendas compartidas, con vínculos profesionalizados y comunicación transparente.
Automatización e IA: cualquier proyecto tecnológico debe contemplar el impacto humano, tanto en capacidades como en bienestar emocional.

Tecnología como habilitador, no como fin

Uno de los consensos más firmes del encuentro fue que la tecnología es un habilitador. No importa cuán sofisticadas sean las soluciones de inteligencia artificial, IoT o robótica si no están al servicio de resolver problemas reales. La clave está en la integración práctica con procesos y equipos.

En ese sentido, se remarcó la importancia de la gobernanza de datos y la confianza en la información como base para tomar decisiones. Muchas implementaciones fallidas en la industria no se deben a la falta de tecnología, sino a la ausencia de preparación, comunicación clara o alineación entre la herramienta y las necesidades del negocio.

Encuesta de empleabilidad: el talento en el centro

En paralelo, se presentó la Encuesta de Empleabilidad Industrial realizada por la Universidad Austral y NUMAN, que reveló la creciente dificultad para atraer y retener talento calificado.

Algunos datos clave:

El 54% de las empresas reconoce problemas para retener talento en áreas operativas.
El 73,1% identifica la escasez de perfiles calificados como el principal obstáculo para cubrir posiciones técnicas.
Las estrategias más valoradas para atraer nuevas generaciones son: programas de formación continua (65%), culturas horizontales (50%) y flexibilidad laboral (42%).
La combinación de habilidades técnicas y blandas es considerada esencial por el 100% de los encuestados.

Sin embargo, la brecha entre intención y práctica aún es amplia: un 25% de las compañías planifica de manera manual, y el uso de IA, IoT y robótica sigue concentrado en empresas con mayor madurez digital.

También persisten desafíos en equidad de género: un 58% de los encuestados identificó estereotipos arraigados, y un 50% mencionó dificultades para adaptar condiciones laborales inclusivas.

Conclusión: el verdadero diferencial es cultural

El director de NUMAN, Leandro Di Nardo, sintetizó el espíritu del encuentro: “La verdadera transformación industrial no se logra solo con tecnología, sino con la integración coherente de personas, procesos y cultura. El diferencial competitivo del futuro será cultural”.

El evento no cerró con fórmulas mágicas, sino con una invitación a seguir conversando. La Industria 4.0 no se define únicamente por sensores, robots o algoritmos, sino por la capacidad de las organizaciones de aprender, adaptarse y cuidar lo que importa.

En tiempos de digitalización acelerada, la transformación operacional se juega en la intersección entre tecnología, talento y propósito. Allí radica el verdadero ADN que definirá la competitividad industrial en los próximos años.