El acuerdo entre AMD y OpenAI busca crear una infraestructura de cómputo sin precedentes para entrenar modelos de IA avanzada.

AMD y OpenAI firman un acuerdo histórico para fabricar chips de alto rendimiento y potenciar la inteligencia artificial global

La alianza entre AMD y OpenAI marca un punto de inflexión en la industria tecnológica. El fabricante de chips estadounidense suministrará procesadores gráficos de alto rendimiento a la creadora de ChatGPT para impulsar una nueva generación de infraestructura de inteligencia artificial, en un acuerdo que ya sacudió los mercados y desafía el dominio de Nvidia.

Redacción de ITSitio octubre 7, 2025

4 minutos de lectura

n un movimiento que promete redefinir el panorama tecnológico mundial, AMD (Advanced Micro Devices) anunció una alianza estratégica con OpenAI —la empresa creadora de ChatGPT— para el desarrollo de una nueva generación de chips de alto rendimiento destinados a potenciar la infraestructura global de inteligencia artificial (IA). El acuerdo, que fue comunicado oficialmente este lunes, no solo representa un salto tecnológico, sino también un hito financiero y estratégico dentro de la competitiva industria de los semiconductores.

Según los detalles del anuncio, AMD suministrará a OpenAI su próxima línea de procesadores gráficos (GPU) de alto rendimiento, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo año. Estos chips serán la base de una infraestructura capaz de ofrecer hasta seis gigavatios de potencia de cálculo, una cifra sin precedentes en el sector. El primer gigavatio estará operativo en la segunda mitad de 2026, marcando el inicio de un despliegue progresivo que busca acelerar el desarrollo y la aplicación de modelos de IA avanzada en distintas industrias.

Un acuerdo histórico en la carrera por la inteligencia artificial

“Esta asociación es un paso importante para construir la capacidad de cómputo necesaria para alcanzar el pleno potencial de la IA”, declaró Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, a través de un comunicado. “El liderazgo de AMD en chips de alto rendimiento nos permitirá acelerar el progreso y llevar los beneficios de la IA avanzada a todos más rápidamente”, añadió.

Por su parte, desde AMD destacaron que la colaboración con OpenAI refleja la madurez tecnológica alcanzada por la compañía y su compromiso por ampliar los límites del procesamiento de datos. Con esta alianza, la firma con sede en Santa Clara busca competir de manera más directa con Nvidia, su principal rival, que actualmente domina el mercado de GPU dedicadas a inteligencia artificial.

Con esta alianza, AMD se posiciona como un nuevo protagonista en la carrera tecnológica frente a Nvidia.

Además, el acuerdo incluye una opción para que OpenAI adquiera hasta 160 millones de acciones comunes de AMD, equivalentes aproximadamente al 10% del capital total de la compañía. Este beneficio estará condicionado al cumplimiento de hitos relacionados con el despliegue progresivo de la capacidad de cómputo pactada y con objetivos técnicos y comerciales específicos.

Impacto inmediato en los mercados financieros

La noticia tuvo un impacto inmediato en Wall Street, donde las acciones de AMD se dispararon más del 20% en la apertura del lunes, impulsadas por el entusiasmo de los inversores frente al crecimiento acelerado del mercado de la inteligencia artificial. En contraste, los títulos de Nvidia —líder del sector— cayeron alrededor del 1,2%, reflejando la expectativa de una competencia más equilibrada a mediano plazo.

El efecto también se sintió en los principales índices bursátiles de Estados Unidos: el Dow Jones subió un 0,08%, el Nasdaq —fuertemente influenciado por las tecnológicas— un 0,50%, y el S&P 500 avanzó un 0,30% durante las primeras operaciones del día.

Analistas financieros coinciden en que este acuerdo representa uno de los movimientos estratégicos más importantes de AMD en la última década, posicionándola como un actor clave en el ecosistema de IA generativa, donde la demanda de cómputo crece de forma exponencial.

AMD busca recuperar terreno frente a Nvidia

Durante los últimos años, Nvidia ha dominado el mercado de chips para IA, convirtiéndose en la empresa más valiosa del mundo en capitalización bursátil dentro del sector tecnológico. Sus GPU son la columna vertebral de los sistemas de entrenamiento de modelos de lenguaje, visión computacional y aprendizaje profundo que alimentan plataformas como ChatGPT, Gemini o Claude.

No obstante, con este nuevo acuerdo, AMD podría acortar la brecha tecnológica y de mercado, apoyándose en su experiencia en arquitecturas avanzadas y eficiencia energética, dos factores clave para la escalabilidad de los centros de datos de IA.

A finales de septiembre, Nvidia también anunció una inversión de hasta 100.000 millones de dólares en infraestructura de inteligencia artificial junto a OpenAI, una movida que refuerza la magnitud de la competencia entre los gigantes de Silicon Valley por el control del futuro de la computación.

Un futuro impulsado por la colaboración

La alianza entre AMD y OpenAI llega en un contexto donde la demanda global de capacidad de cómputo para IA supera la oferta disponible, impulsada por la expansión de modelos cada vez más complejos y la necesidad de procesamiento masivo en tiempo real. La combinación del know-how en hardware de AMD y la capacidad de innovación en software de OpenAI podría marcar el inicio de una nueva era en el desarrollo de chips especializados para IA, con impactos directos en sectores como la salud, las finanzas, la educación y la investigación científica.

En términos estratégicos, este acuerdo podría redefinir la manera en que las grandes tecnológicas acceden a infraestructura de IA, abriendo la puerta a un mercado más competitivo y diversificado. Si las proyecciones se cumplen, el primer gigavatio operativo en 2026 será solo el comienzo de una transformación profunda en la forma en que la inteligencia artificial se entrena, despliega y escala a nivel mundial.

Con este paso, AMD y OpenAI se posicionan como aliados clave en la carrera por el futuro de la IA, un terreno donde la innovación, la velocidad y la capacidad de cómputo definirán el liderazgo tecnológico global en los próximos años.