La semana pasada publicamos en nuestro newsletter que el gobierno chino decidió prohibir la adquisición de productos de Seguridad de las empresas Symantec y Kaspersky Lab. Ambos fabricantes declararon posteriormente que las restricciones solo se aplican a organismos centrales pero no a los gobiernos locales ni a las grandes empresas chinas.
Días atrás, la agencia de supervisión del gobierno chino anunció la exclusión de Symantec y Kaspersky Lab de la lista de proveedores de software de seguridad estatales, manteniendo solo a 5 firmas locales: Qihoo 360, VenusTech, CAJinchen, Beijing Jiangmin y Rising.
Symantec y Kaspersky Lab precisaron que las restricciones solo se ejercen en organismos financiados por el gobierno central y no incluyen los gobiernos locales ni las grandes empresas en el país.
Matthew Cheung, director de investigación de Gartner del mercado de software e infraestructuras, explicó que las restricciones impuestas por el gobierno chino no implicarán pérdidas significativas para estos proveedores a corto plazo.
El analista señaló que el sector público representa una pequeña parte de los negocios de las empresas en China. “La mayoría de los negocios de Kaspersky se centran en los consumidores, no en las empresas; y en relación a Symantec, solo el 20% de sus ingresos proviene de las soluciones de seguridad de la información”.
Symantec, con sede en Estados Unidos, manifestó que las restricciones afectan exclusivamente a determinado tipo de adquisiciones y que mantendrá sus proyectos con el gobierno chino.
Por su parte, Kaspersky Lab acató la prohibición al software de empresas extranjeras pero solo para instituciones de nivel nacional.
Por su parte, el gobierno chino continúa con la idea de crear un sistema operativo propio para resolver lo que consideran problemas de espionaje.
Este proyecto se apoya en acciones como la presión que en las últimas semanas ejerció China a sus bancos para que abandonen los productos de IBM en esta nueva cruzada de acusaciones de ciberespionaje a las empresas tecnológicas estadounidenses.
El ataque dirigido a Microsoft sugiere que Windows 8 es una amenaza potencial para la seguridad de la información de China.
El pasado mes de mayo, el gobierno chino informó que había ordenado la prohibición del uso de Windows 8 en todas las computadoras de sus oficinas del gobierno, suspendiendo la cooperación con Estados Unidos en materia de seguridad informática.
China sostiene que el sistema operativo tiene el potencial de reunir información más detallada acerca de los ciudadanos chinos que el propio gobierno y potencialmente estos datos terminan en la administración estadounidense.
“La ley de EE.UU permite que todas las entidades informen voluntariamente al gobierno de estos datos, una buena manera de controlar a otros países”, declaró Ni Guangnan, miembro de la Academia de Ingeniería de China.
