Control biométrico frente a robo de identidad
Según la Condusef, el robo o usurpación de identidad ocurre cuando una persona obtiene, transfiere, utiliza o se apropia de manera indebida, de los datos personales de otra sin la autorización, usualmente para cometer un fraude o delito.
La identidad la constituyen los datos personales: nombre, teléfono, domicilio, fotografías, huellas dactilares, números de licencia y de seguridad social, incluyendo información financiera o médica, así como cualquier otro dato que permita identificar a una persona.
En días pasados, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) impuso una multa por más de mil 800 millones de pesos a una joven del estado de Nayarit, por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto al Valor Agregado (IVA) e Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) por la venta del alcohol etílico, en un caso de robo de identidad.
Cifras del Banco de México estiman en 108 millones de pesos los fraudes ligados al robo de identidad, lo que coloca a nuestro país en la octava posición en el mundo en lo que respecta a este delito. Los casos de robo de identidad en los usuarios de la banca se dan principalmente en apertura de cuentas bancarias y tarjetas de crédito y débito no solicitadas, lo mismo que en créditos diversos no reconocidos.
En un estudio hecho por Unisys, se menciona que 85% de los mexicanos encuestados dijeron estar de acuerdo en que los bancos, agencias gubernamentales y comercios minoristas (retail) utilicen tecnologías biométricas (lectores de huellas digitales, escaneo del iris o reconocimiento facial) para proteger sus datos personales mientras que sólo el 14% se opone a la idea. Actualmente, varios bancos realizan pruebas piloto para la implementación de estos controles, los cuales también se verán con mayor frecuencia en las aplicaciones de banca móvil.
