Cada año, el malware afecta a millones de teléfonos inteligentes y tabletas en todo el mundo. En 2014, el 90% de las amenazas se registraron en el sistema operativo Android, es decir, alrededor de 900 mil muestras.
Mil 300 ataques al sistema de Google se detectan cada día. De acuerdo con el proveedor de seguridad en redes, las amenazas de mayor impacto en el año anterior fueron:
- Heartbleed: Una vulnerabilidad que afectó a los dispositivos basados en la librería OpenSSL.
- Filtración de fotos en iCloud: diversos famosos vieron sus cuentas atacadas.
- Shellshock: Afectó a equipos iOS y Android, además de todas las versiones de Bash hasta la 4.3 en sistemas basados en Unix.
- Code4HK: Un spyware que impactó a dispositivos Android e iPhone con Jailbreak. Tomaba información de contactos, SMS, ubicación, historial de correos, entre otros.
A 11 años de la aparición del software malicioso móvil, su evolución es irrefutable. Y es que en la actualidad, son tan variados en sus funciones; como es el caso de los rootkits, los cuales transforman a un equipo en botnet; el ransomware que encripta la información del usuario y solicitan pago para liberarla; así como los ataques de día cero.
CUATRO SEÑALES DE UN DISPOSITIVO INFECTADO
De acuerdo con Manuel Acosta, vicepresidente de Ventas México para Fortinet, hay varias señales a tomar en cuenta para saber si un teléfono o tableta está infectado:
- La memoria del dispositivo está atascada.
- El equipo utiliza cada día más batería.
- Se instalan aplicaciones que el usuario no descargó.
- Aparecen mensajes SMS en la bandeja de salida que el usuario no envió.
- El dispositivo efectúa comportamientos extraños: la pantalla se enciende sola, se abren aplicaciones sin intervención del usuario, se generan archivos aleatorios, entre otros.
