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Día Internacional de la Mujer Emprendedora: una mirada al presente y futuro del liderazgo femenino

En el contexto del Día Internacional de la Mujer Emprendedora, se destacan los logros y desafíos de las mujeres, quienes, desde distintos sectores, contribuyen activamente a la innovación y la transformación de las industrias, con especial foco en la tecnología.

Cada 19 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, una fecha que busca visibilizar los desafíos y logros de las mujeres en el mundo empresarial. Esta jornada, adoptada en 144 países, pone en evidencia las inequidades persistentes en el ecosistema emprendedor, especialmente en sectores de base científico-tecnológica, como el IT. En este contexto, América Latina emerge como una región clave, tanto por el número de mujeres emprendedoras como por las brechas estructurales que enfrentan.

América Latina: líder en emprendimiento femenino

América Latina se destaca globalmente por tener la mayor proporción de mujeres que se animan a emprender. Según la Global Entrepreneurship Research Association, países como Ecuador, Chile, Guatemala y Panamá cuentan con tasas de participación femenina que superan el 28%. En Ecuador, por ejemplo, un tercio de las mujeres entre 18 y 64 años está en la etapa inicial de establecer su propio negocio.

A pesar de este avance, persisten disparidades significativas. Mientras las mujeres emprenden a un ritmo comparable al de los hombres en las fases iniciales, menos logran consolidar sus negocios a largo plazo. Este fenómeno está vinculado a barreras como el limitado acceso a financiamiento, el menor apoyo institucional y los sesgos culturales que restringen su desarrollo.

Día Internacional de la Mujer Emprendedora: una mirada al presente y futuro del liderazgo femenino
Grafico extraído de es.statista.com

Brechas de género en el emprendimiento

El informe de Global Entrepreneurship Monitor (GEM) revela que el 37% de las mujeres en América Latina emprenden por necesidad, en comparación con el 25% de los hombres. Este tipo de emprendimientos suelen carecer de planificación y presentan bajos niveles de productividad. Por otro lado, solo el 20% de las empresas fundadas por mujeres están relacionadas con sectores innovadores como la tecnología o las ciencias, en contraste con el 50% que se centra en rubros tradicionales como la indumentaria, el comercio y la gastronomía.

En Argentina, las estadísticas refuerzan estas tendencias. Según la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (Arcap), solo el 6,1% de las startups financiadas en 2021 tenían una mujer como CEO, una cifra que ha disminuido en comparación con el año anterior. Además, el 70% de las emprendedoras argentinas fundan sus empresas con recursos propios, mientras que apenas un 10% accede a financiamiento gubernamental.

El desafío del financiamiento

El acceso al capital de riesgo es un problema recurrente para las mujeres emprendedoras. A nivel mundial, las startups lideradas por mujeres reciben menos del 2% del financiamiento total de Venture Capital. Este dato es alarmante si se considera que, en 2021, las inversiones en startups europeas superaron los 100 mil millones de euros, pero apenas el 1,8% de ese capital se destinó a proyectos fundados exclusivamente por mujeres.

En América Latina, esta situación es igualmente crítica. Cecilia Ribecco, vicepresidenta de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), destaca que la falta de acceso al financiamiento es uno de los mayores obstáculos para las emprendedoras. “Es necesario promover el financiamiento con enfoque de género como política pública si realmente existe el compromiso con la agenda de los derechos de las mujeres”, subraya Ribecco.

Mujeres y tecnología: un sector pendiente

Aunque la tecnología representa un campo lleno de oportunidades, las mujeres están significativamente subrepresentadas en este sector. En un mundo donde la digitalización avanza a pasos agigantados, resulta paradójico que solo una de cada cinco empresas fundadas por mujeres sea de base científico-tecnológica. Este dato no solo refleja un desafío para la inclusión de género, sino también una oportunidad desaprovechada en términos de innovación y desarrollo económico.

Sin embargo, hay indicios de cambio. En Argentina, la plataforma Alegra señala que el rubro tecnológico está ganando terreno entre las emprendedoras, aunque aún enfrenta barreras.

Día Internacional de la Mujer Emprendedora: una mirada al presente y futuro del liderazgo femenino
Según el Global Entrepreneurship Monitor, muchas mujeres ven en el emprendimiento una forma de escapar de las brechas salariales y la falta de oportunidades en el mercado laboral tradicional.

Hacia una mayor inclusión

Superar los desafíos que enfrentan las mujeres emprendedoras en América Latina requiere un enfoque integral que abarque varios ejes:

  1. Acceso a financiamiento: es crucial desarrollar programas que faciliten el acceso al capital, especialmente en sectores innovadores.
  2. Redes de apoyo: las comunidades de mentoría y asesoramiento desempeñan un papel vital en el éxito de los emprendimientos femeninos. Actualmente, solo el 50% de las emprendedoras tienen acceso a estas redes, en comparación con el 64% de los hombres.
  3. Educación y capacitación: fomentar habilidades en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) puede abrir nuevas oportunidades para las mujeres en sectores de alto impacto.
  4. Políticas públicas inclusivas: es indispensable promover políticas que reduzcan las brechas de género y fortalezcan el ecosistema emprendedor desde una perspectiva inclusiva.

El Día Internacional de la Mujer Emprendedora es más que una fecha conmemorativa: es una oportunidad para reflexionar sobre las barreras que aún persisten y para impulsar acciones concretas que favorezcan la equidad de género en el mundo empresarial. En América Latina, el espíritu emprendedor femenino es un motor clave para el desarrollo económico, pero alcanzar su pleno potencial requiere un esfuerzo conjunto entre gobiernos, empresas y sociedad civil.

Promover la participación de las mujeres en sectores como la tecnología no solo contribuirá a reducir las brechas de género, sino que también potenciará la innovación y la competitividad en la región. El desafío es grande, pero los beneficios de una mayor inclusión son incalculables.

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