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Revolución en Amazon: más de un millón de robots trabajan en sus depósitos

La compañía de e-commerce más grande del mundo refuerza su apuesta por la robótica, con un millón de unidades activas y procesos que combinan inteligencia artificial y supervisión humana.

Amazon ha alcanzado un hito que marca un antes y un después en la historia de la automatización industrial: ya cuenta con más de un millón de robots desplegados en sus depósitos alrededor del mundo. Esta cifra, que se aproxima al número de empleados humanos en sus centros logísticos, representa un cambio estructural en la forma en que se gestionan los procesos de almacenamiento, clasificación y distribución de productos en la compañía. Según informó Amazon al Wall Street Journal, el 75% de sus envíos globales ya involucran algún tipo de asistencia robótica.

En la actualidad, los almacenes de Amazon son verdaderos ecosistemas híbridos donde conviven humanos y máquinas. Brazos robóticos extraen productos de las estanterías, vehículos autónomos se desplazan por los pasillos con precisión milimétrica y sistemas inteligentes se encargan del embalaje y la clasificación. Uno de los avances más recientes es Vulcan, un robot que identifica objetos mediante el tacto y los recoge desde distintas posiciones, lo que permite una manipulación más versátil del inventario. Este tipo de innovaciones están conectadas a los procesos de cumplimiento de pedidos, lo que permite una coordinación fluida entre el trabajo humano y el automatizado.

Más eficiencia, menos presión sobre el personal

La robótica no solo ha multiplicado la productividad de Amazon, sino que también ha ayudado a mitigar uno de sus mayores desafíos: la alta rotación de personal. Al automatizar tareas repetitivas o físicamente exigentes, la empresa ha podido redefinir los roles laborales, como ilustra el caso de Neisha Cruz. Tras cinco años en un centro de distribución en Connecticut, Cruz fue capacitada para supervisar robots desde una oficina en Arizona. “Pensé que iba a estar levantando cosas pesadas, pensé que iba a caminar muchísimo”, explicó. Hoy controla remotamente sistemas móviles distribuidos por todo Estados Unidos y su salario es 2,5 veces mayor al que recibía cuando comenzó.

Este tipo de transición se ha convertido en una estrategia generalizada dentro de la compañía. Amazon ha capacitado a más de 700.000 empleados en áreas como mecatrónica y robótica, y ha creado nuevos puestos laborales con salarios más altos y tareas más calificadas. “Se están creando empleos completamente nuevos”, afirmó Yesh Dattatreya, científico sénior en Amazon Robotics, quien lidera el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial para mejorar aún más la capacidad de los robots. Su visión a futuro incluye máquinas capaces de responder a órdenes verbales o descargar remolques de forma autónoma.

La automatización en Amazon no reemplaza a los trabajadores, sino que redefine sus tareas: robots y humanos colaboran para acelerar los procesos logísticos.
La automatización en Amazon no reemplaza a los trabajadores, sino que redefine sus tareas: robots y humanos colaboran para acelerar los procesos logísticos.

El impacto en la estructura de empleo

La automatización también ha tenido efectos visibles en la estructura organizacional de la empresa. Aunque Amazon emplea a 1,56 millones de personas, la mayoría en sus depósitos, el promedio de trabajadores por centro en 2023 fue de solo 670, el más bajo en 16 años. A la vez, la productividad se ha disparado: mientras que en 2015 se enviaban 175 paquetes por cada empleado, hoy esa cifra asciende a 3.870.

En este contexto, las instalaciones más nuevas —especialmente aquellas diseñadas para entregas en el mismo día— se caracterizan por tener menos personal y procesos aún más rápidos. Un portavoz de Amazon confirmó que estos centros han sido optimizados para operar con menores plantillas, sin perder eficiencia. Además, el CEO Andy Jassy anunció que la empresa ya está utilizando inteligencia artificial para mejorar la ubicación del inventario, predecir la demanda y optimizar el funcionamiento de los robots.

De Kiva a humanoides: una década de evolución robótica

El camino hacia la automatización comenzó en 2012, cuando Amazon adquirió Kiva Systems por 775 millones de dólares. Aquella compra marcó el inicio de una transformación radical. En sus primeras etapas, los robots se limitaban a mover grandes volúmenes de productos, pero en la actualidad realizan tareas que incluyen embalaje, clasificación, selección de artículos y levantamiento de objetos pesados.

Uno de los ejemplos más notables es el centro logístico de Shreveport, en Luisiana, que abarca 278.700 metros cuadrados. Allí operan más de 70 brazos robóticos que manipulan millones de artículos con visión artificial y una velocidad de procesamiento un 25% superior a otros centros. Robots especializados trasladan productos hacia áreas de empaquetado, colocan bolsas de papel con pedidos en carros automatizados y colaboran en la carga de camiones.

Pese al avance tecnológico, Amazon insiste en que los robots no buscan reemplazar a los humanos. Tye Brady, director de tecnología de Amazon Robotics, declaró que “seguiremos necesitando numerosos empleados” y que el objetivo de la robótica es facilitar el trabajo, no eliminarlo.

El futuro del trabajo en la era de la automatización

La experiencia de Amazon sirve como ejemplo de cómo la robótica puede integrarse a gran escala sin que eso signifique necesariamente una sustitución total del capital humano. Si bien la cantidad de trabajadores por centro ha disminuido, las oportunidades laborales en áreas técnicas y de supervisión han crecido, exigiendo nuevas habilidades pero también ofreciendo mejores condiciones salariales.

Amazon incluso está experimentando con robots humanoides, desarrollados por la empresa Agility Robotics. Estas máquinas, con piernas, brazos y cabeza, han sido probadas en tareas como el reciclaje de contenedores y actualmente están en fase de investigación y desarrollo.

Así, el millón de robots en los depósitos de Amazon no representa solo una cifra impactante: es un símbolo del cambio profundo que está viviendo la industria logística a nivel global. La automatización ya no es una promesa futurista, sino una realidad que redefine las reglas del juego. Y Amazon, como uno de los principales actores de esta transformación, parece decidido a seguir liderando la revolución tecnológica del trabajo.

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