
¡Cuidado! Pueden estar espiándote a través de la cámara y micrófono de tus dispositivos inteligentes
La creciente conectividad de dispositivos inteligentes aumenta los riesgos de privacidad. Desde cámaras hasta micrófonos, es crucial proteger nuestros dispositivos contra vulnerabilidades y ataques cibernéticos.
Por Francisco Martinez, gerente comercial de Lockbits.
Cada día estamos rodeados de más dispositivos inteligentes y conectados a Internet: celulares, computadores, parlantes, ampolletas, aspiradoras, sistemas de seguridad, refrigeradores, entre otros; lo que trae consigo un incremento en micrófonos y cámaras en nuestra vida cotidiana.
Sin darnos cuenta, quizá, nuestra exposición a ellos es cada día mayor. Pero, lamentablemente, muchos de los dispositivos pueden estar escuchando y observando lo que hacemos. Esto es más que una leyenda urbana, se trata de una realidad a la que debemos hacer frente. Hoy la ciberseguridad no solo debe ser considerada en los computadores o en el dispositivo móvil, debe estar presente en todo dispositivo que esté conectado a una red.
Desde un punto de vista técnico, si hablamos de un sitio web la seguridad es un aspecto crítico que no debe subestimarse, ya que podría ser comprometido a través de diversas vulnerabilidades. Esto permitiría a atacantes inyectar y ejecutar códigos maliciosos que podrían explotar fallas de seguridad desconocidas («zero-day») en navegadores web, iniciando un proceso de infección en el dispositivo del usuario.

Una vez que la infección se establece, los atacantes pueden lograr la ejecución arbitraria del código. Esto significa que tienen la capacidad de ejecutar comandos y programas en el sistema del usuario sin su consentimiento. Las consecuencias de esto pueden ser graves y multifacéticas. Por ejemplo, podrían encender de forma remota la cámara y el micrófono del dispositivo, lo que les permitiría espiar el entorno físico del usuario.
Más allá del acceso a la cámara y el micrófono, la ejecución arbitraria de código abre la puerta al robo de información sensible. Esto incluye, pero no se limita a, credenciales de inicio de sesión, datos bancarios, información personal, documentos confidenciales y cualquier otro dato almacenado en el dispositivo o accesible a través de él. Los atacantes pueden exfiltrar esta información a servidores externos, comprometiendo gravemente la privacidad y la seguridad de la persona vulnerada.
Además del robo de datos, un compromiso de este tipo podría llevar a otras acciones maliciosas, como la instalación de ransomware (que cifra los archivos y exige un rescate), la integración del dispositivo en una botnet (para lanzar ataques DDoS o enviar spam), o el uso del equipo para minar criptomonedas sin el conocimiento del usuario.

Para mitigar estos riesgos, es fundamental que las personas mantengan sus navegadores y sistemas operativos actualizados, utilicen software antivirus y antimalware confiable, y sean cautelosos al visitar sitios web desconocidos o hacer clic en enlaces sospechosos. Por parte de los desarrolladores web, es imperativo implementar prácticas de codificación segura, realizar auditorías de seguridad periódicas y estar al tanto de las últimas vulnerabilidades para proteger sus sitios y, por ende, a los consumidores.
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