El 90% de los incidentes de ciberseguridad tienen origen humano: Whalemate propone un cambio cultural para reducir el riesgo
Ante el aumento de ataques cibernéticos potenciados por inteligencia artificial, Whalemate impulsa un cambio de paradigma: pasar de la reacción tecnológica a la prevención cultural. Con un enfoque que combina simulaciones realistas, formación continua y métricas precisas, la empresa busca fortalecer la primera línea de defensa: las personas.
En un contexto en el que se registran en la región más de 1.600 ciberataques por segundo y el 90 % de los errores provienen del factor humano, la concientización en ciberseguridad pasó a primera plana. Frente a este panorama, Whalemate, una plataforma especializada en concientización y entrenamiento en ciberseguridad, impulsa un enfoque preventivo centrado en las personas, con simulaciones de ataques con IA, cursos interactivos y métricas reales que permiten a las empresas reducir el riesgo desde adentro.
“La ciberseguridad dejó de ser un tema técnico. Hoy está en la agenda del CFO, del comité de auditoría y del directorio. Nosotros ayudamos a convertir ese riesgo en una oportunidad de gestión”, señala Mateo Bovio, CEO y fundador de Whalemate.
Una amenaza creciente, pero evitable
Con el crecimiento de la inteligencia artificial, se han multiplicado las amenazas: phishing hiperrealista, deepfakes de voz dirigidos a ejecutivos y tácticas de ingeniería social automatizada desafían incluso a equipos experimentados. Y aunque la tecnología evoluciona para proteger redes y sistemas, la mayoría de las brechas de seguridad siguen comenzando con un clic erróneo.
Whalemate advierte que muchas organizaciones invierten en herramientas, pero descuidan el factor humano, que sigue siendo el vector de ataque más rentable para los ciberdelincuentes.

La propuesta de Whalemate
Con clientes como Mercado Libre, Rappi y Banco Agrario y un levantamiento de ronda de inversión de 1 millón de dólares liderada por el fondo brasileño Parceiro Ventures, Whalemate está revolucionando la cultura de la ciberseguridad con:
- Simulaciones de phishing realistas que permiten medir el comportamiento real de los usuarios.
- Formación corta y continua, adaptada a los errores cometidos y al rol de cada persona.
- Informes claros que muestran dónde están los puntos débiles, qué equipos necesitan más atención y cómo está avanzando la empresa en su estrategia de seguridad
- Integración ágil con plataformas internas para automatizar capacitaciones y refuerzos.
Recomendaciones prácticas para reducir riesgos
Desde Whalemate comparten algunos aprendizajes que están funcionando en distintas organizaciones:
- No alcanza con una charla al año. La formación en ciberseguridad tiene que ser algo constante, parte del día a día, no un evento aislado.
- Las simulaciones funcionan mejor si vienen con una enseñanza detrás. Cuando alguien cae en un intento de phishing simulado, lo ideal es que reciba una pequeña guía o curso en ese mismo momento.
- Medir ayuda a mejorar. Saber qué áreas tienen más clics o menos reportes permite ajustar la estrategia y enfocar mejor los esfuerzos.
- Que la gente no tenga miedo de preguntar. Crear un entorno donde sea normal reportar algo sospechoso —sin vergüenza ni culpa— es una de las defensas más efectivas.
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