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IBM IOT LAB: Un campo de juegos para Internet de las Cosas y la Nube Cognitiva

En la localidad de Martínez, provincia de Buenos Aires, IBM tiene su IoT Lab: un espacio de innovación que asiste a las áreas de preventa en las demandas de los clientes. En el centro de las iniciativas que hoy está desarrollando el laboratorio está la integración de dispositivos y sensores con los servicios cognitivos de Watson en la IBM Cloud. ¿En qué trabaja el IoT Lab de la Argentina? Se lo contamos.

IBM IOT LAB: Un campo de juegos para Internet de las Cosas y la Nube Cognitiva

El gasto global en Internet of Things (Internet de las Cosas, o simplemente IoT) llegará a US$ 772.500 millones en 2018, lo cual implica una tasa de crecimiento de 14,6% por encima de los US$ 674.000 millones de 2017, según IDC. Este será aproximadamente el ritmo de crecimiento hasta 2021, momento en que se podría llegar a los US$ 1,1 millones. El hardware de IoT es la categoría tecnológica más grande (US$ 239 millones), que abarca desde módulos u sensores, pero también incluye algo de infraestructura y algo de seguridad. Con todo, software será la categoría de más rápido crecimiento y, dentro de esta categoría, analíticas, plataformas y seguridad.

Las cifras de IDC dejan en claro el desafío y la oportunidad que IoT puede significar para los resellers de valor agregado, integradores y desarrolladores. Sin embargo, IoT es un territorio sin cartografiar, abierto a la innovación. Tal vez por eso, IBM está impulsando su IoT Lab. Nicolás Pantuliano, gerente de Tecnología e Innovación de IBM Argentina, lidera este “espacio abierto a la creatividad”, cuyos desarrollos bien pueden servir de insumo a soluciones concretas para industrias verticales específicas.

“Empezamos a incursionar en Internet de las Cosas porque creemos que es un espacio que tienen un sinfín de soluciones posibles. Al ser tan amplio, teníamos que decidir qué industria íbamos a elegir para comenzar. Elegimos banca, aunque IoT no se limita a banca ni mucho menos. Uno de los motivos es que IBM tiene varios clientes de banca y teníamos muchas consultas al respecto, entonces decidimos que lo mejor era empezar por ahí”, explica Pantuliano.

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Nicolás Pantuliano, gerente de Tecnología e Innovación de IBM Argentina.

Hoy, el laboratorio de Martínez está trabajando con dos bancos de primera línea en sendas iniciativas de IoT. “Estamos ya en la fase de diseño, en la fase de bajar la solución a tierra. El primero de estos proyectos tiene que ver con utilizar Internet de las Cosas a través de un gadget. Ese gadget va a ser finalmente convertido en una suerte de regalo empresarial para los clientes top de ese banco. Será un dispositivo que podrá comunicarse con el usuario vía lenguaje natural, gracias al uso de los servicios cognitivos de Watson. También va a incluir algunos aspectos de domótica”, dice Pantuliano. La idea es que el cliente VIP tenga este gadget/asistente hogareño en su hogar (la forma del gadget recordará la imagen de la brand del banco). El cliente podrá preguntarle al gadget sobre cualquier aspecto de su relación con el banco (cotización de una moneda, estado de una determinada inversión, por ejemplo), podrá consultar sobre cuestiones como el clima o el tránsito, y además podrá controlar distintos procesos del hogar automatizado (subir una cortina, o encender el sistema de riego).

Pantuliano explica que, para “aterrizar” las ideas y transformarlas en solución viable, el equipo del Lab utiliza Design Thinking a lo largo de varias sesiones, en las que se involucra al cliente. La idea es crear soluciones a la medida de las necesidades y aspiraciones del cliente. “Una de las cosas que manifestó uno de los directores es que el banco quería ser pionero con este tipo de gadgets. De hecho, no hay banco en la Argentina que haya generado ese tipo de solución. Lo ven más como una acción al servicio del marketing, quieren entrar primero en ese espacio innovador”.

“Empezamos a incursionar en Internet de las Cosas porque creemos que es un espacio que tienen un sinfín de soluciones posibles”.

Nicolás Pantuliano, gerente de Tecnología e Innovación de IBM Argentina

IMPRIMIENDO IDEAS

En la etapa de prototipado, el equipo del Lab se encontró con un gran desafío. Y es que, en general, construir un único gadget para prueba, es antieconómico. Por eso diseñaron y construyeron su propia impresora 3D, aprovechando partes de equipos que ya no se utilizaban. La llamaron I3D700. “Después, trabajando con gente del laboratorio principal de IoT que hay en Munich, nos enteramos de que esta es la impresora 3D más grande que tiene IBM en todo el mundo”, apunta Pantuliano. En poco tiempo, también aprovechando hardware en desuso (como, por ejemplo, guías de sistemas de tape library que ya no se utilizan), el equipo construirá una segunda impresora aún más grande, con un ancho de dos metros. “Ya tenemos todas las piezas”, dice Pantuliano.

Germán Santini, un joven arquitecto de soluciones con especialización en Ciudades Inteligentes que trabaja en el Laboratorio de IoT, asegura: “La idea en IoT Lab es que tenemos la capacidad de prototipar lo que sea que el cliente pida. Si bien en una primera instancia pueden ser poquitos modelos, eso puede cambiar con el tiempo, según lo que el cliente necesite. No nos atamos a la solución como la pensamos inicialmente. Toda la idea del Lab es trabajar con la metodología de Desing Thinking y sentarnos con el cliente y con sus propios clientes, y prototipar lo que vaya surgiendo de todas las ideas locas que se dan en la etapa de ideación”.

IBM IOT LAB: Un campo de juegos para Internet de las Cosas y la Nube Cognitiva
Germán Santini, Arquitecto de soluciones con especialización en Ciudades Inteligentes en IBM IoT Lab.

Santini agrega: “Toda la construcción, desde el nivel electrónico al de programación, es pensada en forma modular. Nosotros podemos pensar que la mejor forma de hacerlo es una, y luego viene el cliente y nos cuenta que sus propios clientes le piden que lo haga de otra forma. Entonces se hacen los cambios, y eso queda implementado automáticamente para todos los dispositivos que tengan cargados con ese código. Cada caso de uso se agrega a los anteriores”.

“La gracia del IoT Lab es que podemos darle inteligencia a cosas que ya están trabajando”

Germán Santini, arquitecto de soluciones de Ciudades Inteligentes en IBM IOT LAB

BAJANDO LA INTELIGENCIA A LA TIERRA

El segundo de los proyectos, propuesto por otro banco de primera línea, se relaciona con el aprovechamiento de las cámaras de alta definición que la institución ya ha incorporado por demandas regulatorias. La idea a la que arribaron, puede ayudar a la institución a fidelizar a los clientes VIP: utilizando el servicio de reconocimiento facial de Watson (la inteligencia artificial que es parte de la IBM Cloud) las cámaras permitirán reconocer a esos clientes. “Luego, a través de distintas entidades que creemos para ese reconocimiento, podremos hacer distintas cosas con Watson, como saludarlo u ofrecerle determinados servicios a partir del conocimiento previo que vamos a tener de ese cliente”, grafica Pantuliano.

https://www.youtube.com/watch?v=pY5d__Sy1hU

Para mostrar buena parte de las posibilidades que el Lab puede desplegar, el equipo —formado por Pantuliano Santini, y los arquitectos de soluciones Amelia Bálsamo y Francisco Morales, entre otros) encararon la creación de un robot-asistente inteligente llamado Emma. “Lo imaginamos como un vehículo para mostrar capacidades cognitivas —explica Pantuliano—. Queríamos concentrar e integrar un montón de capacidades, hablarle en español en lenguaje natural, y que el asistente no sólo te comprendiese, sino que te respondiese. Se nos ocurrió que un robot era la mejor manera. La idea era concentrar un montón de capacidades que el equipo ya tenía, con otras capacidades y conocimientos que no teníamos y tuvimos que aprender. Nos tomó algunos meses, mucho esfuerzo, muchas horas extras. Ninguno de nosotros trabaja de esto. Esta es nuestra pasión. En base a esto generamos Emma”. La carcasa de Emma fue impresa en tres partes (en un principio se pensaba hacerla de una sola pieza) con la impresora 3D del Lab y, de hecho, fue el motivo principal por el que se construyó.

IBM IOT LAB: Un campo de juegos para Internet de las Cosas y la Nube Cognitiva

Emma incluye sensores, cámaras, parlantes y micrófonos y, lo que es fundamental, se conecta con los servicios cognitivos de Watson que permiten entender lo que se le dice, y responder en consecuencia. Puede ser una gran anfitriona, y sus capacidades podrían ser ampliadas modularmente.

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CIUDADES Y EDIFICIOS INTELIGENTES

Otra de las iniciativas en las que trabaja el Lab está relacionada con optimizar el riego (de momento sólo en una pequeña escala, a nivel de cantero de plantas, pero todo es escalable cuando hablamos de IoT y la nube). Amelia Bálsamo explica que el sistema tendrá sensores de temperatura y humedad en dichos canteros. El sistema leerá la información de estos sensores, y también se conectará, API mediante, a la información meteorológica del Weather Channel. “Así sabremos si la tierra está seca, si es adecuada la humedad para la planta que esté en ese cantero y además si va a llover dentro de los siguientes dos días. El sistema de riego se activará sólo si hace falta y por el tiempo que haga falta”. La idea es aplicar una serie de “reglas de negocios” en base a esta información procedente de fuentes muy variadas.

Santini lleva las capacidades de IoT y los servicios cognitivos más allá. ¿Y si se pudiera usar para optimizar las reservas de salas de reuniones en un edificio, o para reducir el consumo eléctrico? El Lab ya está prototipando dispositivos más pequeños que Emma, pero con varios sensores, micrófonos y parlantes, que pueden servir para interactuar con usuarios o detectar si una habitación está vacía. El cielo es el límite. La clave está en integrar. “No necesariamente tiene que ser Emma, o un tótem. La gracia del IoT Lab es que podemos darle inteligencia a cosas que ya están trabajando, que ya están sensando, pero donde con esa información no se hace nada en particular, son datos crudos”. Así, los sensores de temperatura que sirven para saber si una máquina está recalentando, bien podrían ser la fuente para recopilar información que, en retrospectiva, permita detectar patrones. El procesamiento de esa información mediante los sistemas cognitivos permitirá adelantarse a los problemas, respondiendo de antemano preguntas como: ¿Siempre hay problemas de temperatura en este sector del edificio? ¿Por qué? ¿Cuándo suele pasar esto? “Tal vez se haya tapado un ducto de aire, o no funcione el aire acondicionado. Lo que se busca desde el IoT es agregarle ese factor predictivo o de inteligencia por medio de IoT. Tal vez hoy existe la infraestructura, pero no tiene esas capacidades”, concluye Santini.

Autor

  • Alejandro Alonso

    Periodista de ciencia y tecnología, y escritor. Ha trabajado en medios como Insider, ComputerWorld, IT Resellers Magazine, Telecomunicaciones & Negocios y Prensa Económica, entre otros, a lo largo de más de 25 años de trayectoria.

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Alejandro Alonso

Periodista de ciencia y tecnología, y escritor. Ha trabajado en medios como Insider, ComputerWorld, IT Resellers Magazine, Telecomunicaciones & Negocios y Prensa Económica, entre otros, a lo largo de más de 25 años de trayectoria.

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