Licitación de 5G en la Argentina: ¿Espejitos de colores?

No caben dudas de que febrero fue un mes movido en cuando a las especulaciones en torno a la licitación de 5G en la Argentina, con las que el Poder Ejecutivo apuntaría a recaudar US$ 1.000 millones, y otros US$ 800 millones en función del espectro de frecuencias remanente de 4G licitado hace ocho años. Así, el gobierno de Alberto Fernández buscaría acercarse al resultado alcanzado por Cristina Kirchner en 2014, que recaudó más de US$ 2.200 millones por la subasta de frecuencias de 4G, en condiciones técnicas y de mercado mucho más favorables.

El runrún arrancó con Claudio Ambrosini, presidente del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), quien en declaraciones a Tiempo Argentino y La Nación dijo que el plazo de dicha licitación podría ser seis meses. Dos hechos enrarecen el panorama: los rumores acerca de la visita del Presidente Fernández a la planta de Centro Tecnológico Huawei, y el DNU 690/2020, que declaró a las telecomunicaciones servicio público y estableció que los precios serían fijados por el Estado. El especialista del mercado, y director de Carrier y Asociados, Enrique Carrier, considera que el plazo de seis meses no es realista. “Es necesario todavía un trabajo previo a la licitación, que seguramente llevará más de seis meses. No se trata de cuándo se llama a licitación, sino de cuándo estarán en condiciones de hacerlo”. En un reciente post de su blog, Carrier recuerda que esta afirmación de los seis meses ya fue desmentida, no por el presidente de ENACOM, sino por el canciller, Santiago Cafiero, lo cual no hace más que sumar desprolijidad al anuncio.

Las razones por las que los tiempos no acompañan, explica Carrier, son varias. La principal es que todavía hay que “limpiar” ese espectro de frecuencias que será licitado, y que hoy está siendo usado para otros fines o está asignado. “Una de las bandas de frecuencias más populares globalmente para 5G (lo que implica amplia disponibilidad de equipamiento tanto para redes como para dispositivos) es la que se conoce como 3.5, que tiene un buen balance entre cobertura y capacidad. El problema en Argentina es que la misma está en uso para acceso fijo inalámbrico, tanto punto a punto como punto a multipunto. Por lo tanto, liberarla o limpiarla implicaría migrar los servicios operando en ella a otras frecuencias disponibles. Este cambio no implica una mera reconfiguración de equipamiento sino lisa y llanamente, un recambio de éste. Así surgen entonces preguntas como cuánto cuesta, quién lo paga y en cuánto tiempo puede llevarse adelante. Difícilmente esto pueda definirse en 6 meses. Ya hay antecedentes en Argentina (pasó con la banda de 700 MHz) de que este proceso no es rápido ni sencillo”, detalló Carrier.

Hacia fines de 2021, el directorio de ENACOM individualizó bandas de frecuencias que resultan aptas para la implementación y despliegue en nuestro país de Servicios de Comunicaciones Móviles que utilicen tecnologías de última generación. En base a las bandas de frecuencias ya identificadas y en proceso de estandarización por parte de la Unión Internacional De Telecomunicaciones (UIT); como así también el desarrollo de las redes de 5G en la región, en sus distintas instancias, el Directorio de ENACOM declaró aptas las siguientes bandas:

• Banda de 1500 MHz: 1427 – 1518 MHz
• Banda AWS-3: 1770 – 1780 MHz / 2170 – 2200 MHz
• Banda de 2300 MHz: 2300 – 2400 MHz
• Banda de 3500 MHz: 3300 – 3600 MHz
• Banda de 26 GHz: 24,25 – 25,75 GHz
• Banda de 38 GHz: 37 – 43,5 GHz

Respecto del decreto 690 y su impacto en la voluntad de invertir de los operadores (vale recordar que los operadores pidieron y obtuvieron medidas cautelares respecto de las disposiciones del DNU), Carrier señala que su vigencia aumenta la imprevisibilidad sobre los ingresos de estos operadores. “Y esto no sólo lo piensa el operador, sino también los bancos y otras entidades que podrían financiar esas inversiones”. Por último, hay que tener en cuenta “que no venimos de varios años de crecimiento sostenido del PBI”, señala el analista.

El contexto es diferente de lo que sucedió con 4G. Carrier recuerda que cuando la Argentina ingresó a 4G, a la zaga de otros países, la tecnología ya era más económica y había una necesidad manifiesta de ampliar el ancho de banda móvil (vale recordar que las redes 3G comenzaban a colapsarse), cosa que ahora no sucede. De hecho, todavía hay pendiente mucho despliegue de 4G en distintas regiones del país. Para Carrier, “lo que promete y pueda dar 5G todavía está armándose”. Esto incluye aplicaciones de realidad aumentada, realidad virtual y otras demandantes de gran ancho de banda, pero también de cierto hardware que no está masivamente disponible en el espacio de consumo. “Por esto la esperanza está puesta hoy en otros usos, como Internet de las Cosas, Automatización Industrial y Ciudades Inteligentes”. Con todo, el uso de estas aplicaciones excede el despliegue de la infraestructura de red, y está atado a la aparición de nuevos dispositivos y sensores conectados e incluso a una reingeniería de cómo se realizan los procesos en los que esta tecnología participa. Se trata de un modelo disruptivo, aunque no en lo inmediato. “No pasás de un día para el otro a tener una fábrica automatizada o una ciudad inteligente… Con todo este escenario, los operadores no están muy apurados a empezar a invertir en 5G”.

La cuestión que varios analistas están poniendo sobre la mesa es cómo está evolucionando 5G en el resto de América Latina, con Brasil (en la etapa de implementación), Chile (con servicios disponibles) y México (el reciente anuncio de disponibilidad de Telecel, con alcance en 18 ciudades) a la cabeza. Para Carrier, Argentina está encaminada en esta dirección, aunque se está generando una expectativa muy grande que no se va a poder cubrir en el corto plazo.

Respecto de los rumores de licitaciones que puedan jugar en favor de Huawei, desatados a partir de la visita de Alberto Fernández al campus de la compañía, Carrier considera que el proveedor tecnológico “no necesita que nadie las abra las puertas, se las arregla bien. El tema comenzó a enrarecerse en función del enfrentamiento chino-norteamericano”. En todo caso, agrega, la visita del Presidente al centro tecnológico chino podría interpretarse como una mensaje de que este proveedor no será bloqueado, como sucedió en otras partes del mundo. “Favorecer sería peligroso. No sólo porque la ley argentina dice que se velará sobre la neutralidad tecnológica, sino porque podrían desatarse connotaciones políticas, económicas y hasta de índole policial”.

De plazos, propuestas de valor y oportunidades

ITSitio.com también consultó a Diego Anesini, director de Investigación de Infraestructura de IDC para América Latina, quien señala que, “en primer lugar, aún no hay un plazo oficialmente confirmado para la subasta de espectro”. Sin embargo, agrega, “veo como un punto positivo que se comience a debatir públicamente sobre el tema y que el Gobierno participe activamente de dicha conversación”.“

5G aporta básicamente tres cosas a las redes móviles: disminuye sensiblemente la latencia, aumenta significativamente la cantidad de dispositivos que pueden conectarse e incrementa notablemente el ancho de banda disponible en estas redes. Además de esto, 5G permite tener una ´capa´ de inteligencia adicional en la red”, detalla el analista de IDC. “El salto tecnológico debe pensarse en función de los casos de uso de esta tecnología. Esto quiere decir, para qué se va a usar. Los usuarios hogareños que necesiten contar con estas características (por ejemplo, gamers) o las organizaciones que necesiten estas características (por ejemplo, para cirugía remota o algunas industrias) encontrarán más valor en 5G en un primer momento. Habiendo dicho esto, vemos 5G como una oportunidad para que puedan desarrollarse estos y nuevos casos de uso de tecnología en el país. Desde el punto de vista del Estado, es una oportunidad para continuar ofreciendo oportunidades para el desarrollo digital del país, a la vez que en el corto plazo representa una oportunidad de recaudación por la adjudicación del espectro”.

Anesini considera que los carriers, tarde o temprano, “se volcarán por 5G. Lo que vemos que aún están analizando es qué oportunidades de monetización tendrán, en función de los usos que representen una oportunidad de negocio. Actualmente veo que las telcos están en una etapa de evaluación, pero con miras en el mediano plazo”. Si bien IDC observa que tanto Chile como Brasil están en etapa de disponibilidad o de despliegue de esta tecnología, su uso a escala mainstream no se dará hasta 2025. “Con mainstream me refiero a que esta tecnología alcance una masa crítica de clientes y de ingresos”, aclara Anesini.

—¿Cuánto de esta licitación debe ser leída en términos del mercado de consumo (el impacto de tener infraestructura 5G para telefonía celular y datos, con mayor ancho de banda para nuevas aplicaciones) y cuánto en términos del mercado de tecnología empresarial/profesional (IoT, IIoT, domótica para edificios, ciudades inteligentes, conectividad dentro de los edificios)?
—Es una excelente pregunta. Hace un par de años nosotros veíamos a 5G como una tecnología más aprovechable para el segmento de empresas. Sin embargo, en los últimos meses comenzamos a comprender que se van desarrollando más oportunidades también en el segmento residencial si se piensa a 5G como una tecnología de última milla que puede competir con la fibra. Así, el segmento premium del residencial, o el más exigente puede ser también un primer segmento a evaluar. Por ejemplo, gamers o trabajadores remotos con mayores exigencias de ancho de banda.

Sobre la oportunidad en el segmento empresarial, Carrier explica que, en general, las empresas de telecomunicaciones no hacen implementaciones a medida. La oportunidad de los canales especializados pasará tanto por el abastecimiento de los dispositivos y sensores necesarios para cada caso de suso, como del despliegue y su integración con los sistemas y el software existente.