Internet Society, su posición sobre la Inteligencia Artificial y la Seguridad
Los avances en Inteligencia Artificial y Aprendizaje Automático transformarán el mundo con tanta rapidez que la sociedad luchará para abordar consideraciones éticas y consecuencias económicas cruciales. En este contexto, la evolución es imposible sin una nueva visión de la Ciberseguridad.
Juntas, la inteligencia artificial (IA) y la Internet de las Cosas (IoT) transformarán tanto Internet como la economía global. En los próximos cinco años, es de esperar que la inteligencia artificial y el aprendizaje automático se integren en todas las formas de tecnología que incorporen el intercambio y el análisis de datos. Esto genera inmensas oportunidades, desde nuevos servicios y descubrimientos científicos hasta el aumento de la inteligencia humana y su convergencia con el mundo digital.
Existen muchas incertidumbres en cuanto a la inteligencia artificial, entre ellas el hecho de delegar la toma de decisiones a las máquinas, la falta de transparencia y saber si el cambio tecnológico será más rápido que el desarrollo de políticas y normas de gobernanza. La automatización puede cambiar profundamente la industria, afectando el empleo y la forma en que se prestan los servicios públicos. Los gobiernos y las sociedades deben prepararse ahora para sus efectos.
Las claves según el pensamiento de la Internet Society:
- Las economías y las sociedades deben prepararse para la disrupción que traerá la inteligencia artificial (sumada a la IoT).
- El diseño y el despliegue de IA deben priorizar las consideraciones éticas.
- La IA y la automatización traerán nuevas oportunidades socioeconómicas, pero todavía no está claro cuáles serán sus impactos y cuáles serán los costos para las personas y las sociedades.
- A medida que la inteligencia artificial cambia nuestra toma de decisiones, debemos asegurarnos de que los seres humanos permanezcan en “al mando”.
- Existe un alto riesgo de que los beneficios de la IA se distribuyan de forma desigual entre las diferentes sociedades y dentro de cada una de ellas, exacerbando así las brechas digitales actuales y futuras.