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Ryzen Pro, la alternativa de AMD para estaciones de trabajo

El resultado de varios años de desarrollo intenso bajo el timón de la CEO Lisa Su dieron sus frutos para restaurar la posición de AMD como un segundo e innovador jugador detrás de Intel en el mercado de chips x86. A lo largo de este año, la empresa presentó nuevos chips de alta performance de la línea Ryzen para PCs de escritorio, el chip Epyc para servidores corporativos, una línea de GPUs conocida como Vega y el procesador de alta performance llamado Threadripper. Así y todo, su foco seguía siendo el segmento consumer, tal como lo reconoce el vicepresidente senior de AMD Jim Anderson, “nuestro negocio siempre ha estado orientado mucho más fuertemente hacia el lado del consumidor que hacia el comercial. Es clave para nosotros ganar más participación en el segmento comercial”.

El nuevo contendiente de AMD para el mercado de estaciones de trabajo y PCs de alta performance
El nuevo contendiente de AMD para el mercado de estaciones de trabajo y PCs de alta performance

Para cumplir el objetivo mencionado por el VP, la empresa lanzó su línea Ryzen Pro, orientada al segmento de estaciones de trabajo profesionales; un área que AMD tradicionalmente miraba desde afuera. Para demostrar que va en serio, el lanzamiento de Ryzen Pro (efectuado a fines de agosto de este año) contó con el soporte de importantes fabricantes de PCs, tales como HP, Dell y Lenovo. Las estaciones de trabajo presentadas tienen precios muchas veces por encima de los de las PCs de escritorio comunes, pero están destinadas a tareas exigentes tales como codificación de video HD, renderización de escenas de realidad virtual y operaciones de cálculo intensivo. “Los usuarios de PCs empresariales de la actualidad requieren más poder de procesamiento que nunca antes para correr aplicaciones exigentes, para asegurar que puedan hacer multitasking sin interrupciones, y para ayudar a protegerse de las amenazas de seguridad”, destacó Anderson. “Los Ryzen Pro están diseñados para atender esas necesidades, y estamos orgullosos de colaborar con un conjunto tan poderoso de líderes de la industria en una gama tan robusta de PCs de escritorio que demuestran la fortaleza y flexibilidad de la plataforma”.

AMD asegura que sus nuevos chips Pro son un 62 por ciento más veloces que ciertos procesadores de Intel al ejecutar las aplicaciones exigentes que pueden sacar provecho de múltiples núcleos en un único chip. En pruebas llevadas a cabo por la propia empresa, un chip Ryzen Pro 7 consiguió aplicar un complicado filtro a una foto con Adobe Photoshop un 40 por ciento más rápidamente que un chip Intel Core i7 y calculó extensas planillas Excel con un 25 por ciento más de velocidad. Está claro que los Core i7 no se orientan al segmento de estaciones de trabajo como los Ryzen Pro; para dicho segmento, Intel anunció recientemente sus nuevos chips Xeon-W, pero éstos estarán disponibles recién en el cuarto trimestre de este año, por lo cual las comparaciones entre chips equivalentes de Intel y AMD para estaciones de trabajo tendrán que esperar.

Jim Anderson en plena presentación de los chips Ryzen Pro
Jim Anderson en plena presentación de los chips Ryzen Pro

PRESENTANDO LA FAMILIA

La nueva familia Ryzen Pro imita la nomenclatura de los chips para consumidores, con 3 líneas -Ryzen 3 Pro, Ryzen 5 Pro y Ryzen 7 Pro- que representan distintos niveles de performance. El procesador más veloz dentro de la línea es el Ryzen 7 Pro 1700X, el cual cuenta con 8 núcleos y 16 threads, y ofrece 20 MB de caché. Su velocidad es de 3,4/3,8 GHz (modo normal/turbo). Un escalón más abajo está el Ryzen 7 Pro 1700, similar en características pero con una velocidad ligeramente inferior: 3/3,7 GHz (normal/turbo).

El despliegue de la familia Ryzen a lo largo del tiempo
El despliegue de la familia Ryzen a lo largo del tiempo

Bajando en la línea sigue el Ryzen 5 Pro 1600, con seis núcleos y 12 threads, 19 MB de caché total y velocidades de 3,2/3,6 GHz. El resto de los modelos ofrece 4 núcleos, 10 ó 18 MB de caché y velocidades que oscilan entre 3,1/3,4 GHz y 3,5/3,7 GHz.

Un aspecto en el que los Ryzen Pro se diferencian de los chips para consumidores es la seguridad. Hoy en día, los sistemas comerciales necesitan cumplir estrictos estándares de seguridad diseñados para evitar o mitigar el impacto de las intrusiones. Desde hace años, los procesadores de AMD para empresas y negocios soportan un conjunto de tecnologías de seguridad posibilitadas por la plataforma ARM TrustZone y el núcleo ARM Cortex-A5. Las APUs Pro de generaciones anteriores incluyen Secure Boot, Content Protection, seguridad por aplicaciones, fTPM 2.0 y soporte para Microsoft Device Guard, Windows Hello, detección de huellas digitales, etc. Los Ryzen Pro heredan todas esas características y les suman una nueva llamada Transparent Secure Memory Encryption, un método de encriptación de la memoria DRAM que, por ser transparente, funciona con aplicaciones y sistemas operativos heredados.

CONFIABILIDAD Y ADMINISTRACIÓN

Además de la seguridad y la performance, un microprocesador para entornos corporativos debe cubrir requerimientos de confiabilidad y de facilidad de administración. Para este último aspecto, los Ryzen Pro soportan el protocolo de administración DASH, el cual permite que los equipos empresariales se administren en forma remota usando herramientas basadas en dicho protocolo estándar. Los procesadores de AMD para entornos empresariales ofrecen compatibilidad con DASH desde hace años, por lo que con Ryzen Pro la empresa simplemente mantiene esa característica.

En cuanto a la confiabilidad, como puede esperarse de una línea de productos enfocada en los negocios, las plataformas Ryzen Pro presentan garantías de largo plazo para estabilidad de plataformas y de procesadores. Específicamente, AMD está prometiendo que la familia Ryzen Pro ofrecerá una ventana de 18 meses para estabilidad de plataforma y 24 meses de disponibilidad de procesadores. En otras palabras, lo que la empresa está garantizando es que los chipset Ryzen Pro lanzados este año estarán disponibles por dos años más sin requerir cambios al software, lo que posibilita a los clientes empresariales a comprar e implementar nuevos sistemas basados en sus chips sin cambiar el software que utilizan.

Para completar, todos los chips AMD Ryzen Pro están cubiertos por una garantía de 36 meses; una diferencia importante con respecto a los 12 meses de los procesadores para el mercado de consumo. La razón por la que AMD ofrece una garantía extendida para sus CPUs destinadas al mercado comercial (aparte del hecho de que los clientes lo exigen) es que para Ryzen Pro la empresa selecciona las obleas con los mayores rendimientos y con las menores cantidades de piezas defectuosas. La empresa considera que las obleas con la más baja variabilidad de fabricación ofrecen los chips “destinados a brindar mayor confiabilidad a largo plazo”.

PLATAFORMAS LISTAS Y PLANES FUTUROS

Los Ryzen Pro adoptan la infraestructura de socket unificado AM4 de AMD, con lo cual pueden utilizar las mismas motherboards existentes que actualmente usan (por ejemplo) las APUs AMD Pro; si bien es de esperarse que próximamente surjan placas especiales para Ryzen Pro que complementen sus cualidades de seguridad y confiabilidad con nuevas características implementadas en BIOS, diseños que perduren en el tiempo y el respaldo de garantías extendidas.

La siguiente parada en la hoja de ruta Ryzen Pro es la versión Mobile. Este hito se planea para la primera mitad del año próximo, y la industria espera con ansias para ver cómo el mercado recibirá a la propuesta de AMD para quebrar la hegemonía de Intel en el mundo de los equipos portátiles de alta performance.

Autor

  • Gustavo Dumortier

    Analista en Computación y periodista especializado en informática. Trabajó en diversas publicaciones de tecnología y negocios y es autor de libros sobre algoritmos y programación. Actualmente es socio de la consultora argentina MasterSoft, en la que se desempeña como analista funcional.

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Gustavo Dumortier

Analista en Computación y periodista especializado en informática. Trabajó en diversas publicaciones de tecnología y negocios y es autor de libros sobre algoritmos y programación. Actualmente es socio de la consultora argentina MasterSoft, en la que se desempeña como analista funcional.

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