El eslabón más débil de la seguridad corporativa se trasladó a la casa de los colaboradores

Al inicio de la pandemia se pidió a los empleados de todos los sectores que se llevaran a casa sus computadores de mesa y portátiles para poder seguir trabajando. Así, los datos y la información de la empresa pasaron a depender de la seguridad de múltiples conexiones wifi y estar expuestos a un creciente número de amenazas de seguridad. Los hackers saben que les basta encontrar un eslabón débil para provocar daños impensables y el trabajo híbrido, que llegó para quedarse, es una oportunidad perfecta.

Según una investigación de Gartner, al menos el 48% de los empleados seguirá teletrabajando después de la pandemia. Por esta razón, las empresas hoy deben enfocarse en cuatro pilares estratégicos: equipar a sus colaboradores para la movilidad fluida, desarrollar una gran capacidad de comunicación, optimizar todos los procesos digitales y, finalmente, construir una fuerte infraestructura de seguridad.

Puesto que cada vez son más los dispositivos que acceden a redes compartidas desde cualquier lugar, las empresas se están adentrando en un terreno desconocido que presenta riesgos de cara a los datos confidenciales y a la reputación de la empresa. Por consiguiente, cualquier estrategia de espacio de trabajo híbrido debe girar en torno a la seguridad y resulta fundamental encontrar nuevas formas de proteger los datos.

Esto afecta fundamentalmente a los documentos, tanto en formato digital como en papel, y a los procedimientos para imprimir, escanear, compartir y almacenar archivos. Dado que los empleados están trabajando entre las oficinas y sus casas, necesitan disponer de las herramientas necesarias para colaborar y compartir información entre sí, de forma rápida y segura.

¿Qué se necesita para crear espacio de trabajo híbrido de primer nivel? Recordemos que las empresas que logren adaptarse a los periodos de cambio económico y ambiental tendrán muchas más posibilidades de prosperar. Por ello, lo primero y más relevante es ocuparnos de aquello que hará la diferencia entre lo bueno y lo excelente: la mentalidad empresarial. Y es que los empresarios no pueden cometer el error de pensar que bastará con trasladar su antigua forma de trabajar a despachos domésticos y oficinas remotas.

Si bien hoy disfrutamos de una libertad sin precedentes para decidir cuándo y cómo trabajamos, también nos enfrentamos a una avalancha de nuevas amenazas de seguridad nunca antes vista que van creciendo en volumen, complejidad e inteligencia. Puesto que cada vez son más los dispositivos que acceden a redes compartidas desde cualquier lugar, las empresas se están adentrando en un terreno desconocido que presenta riesgos de cara a los datos confidenciales y a la reputación de la empresa.

¿Mi consejo? Buscar aliados en quienes apoyarse. Existen partners que pueden ayudarles en su camino hacia la transformación digital con soluciones de hardware y software que cuenten con una estrategia para espacios de trabajo híbridos que gire en torno a la seguridad. Contar con un socio de confianza representa una gran ventaja. En esta época de incertidumbre, el dominio de la materia es clave.