Explotando las capacidades técnicas de la AI

Un estudio de Forrester Research reveló que, en el marco del COVID-19, las compañías están priorizando iniciativas dentro de la “zona de resiliencia”, es decir aquellas que son indispensables para la operación del negocio en las nuevas condiciones. Business continuity y bots basados en AI para atención a clientes o empleados, en conjunto con iniciativas dentro de la “zona de aceleración”, como la automatización de procesos administrativos para apuntalar la eficiencia y reducir costos, están liderando las prioridades de transformación digital de las compañías.

Un excelente ejemplo de esto último es el procesamiento automático de documentos utilizando inteligencia artificial. En industrias altamente reguladas, como los servicios financieros, seguros, utilities o telecomunicaciones, se procesan diariamente miles de documentos físicos o digitales. Balances de clientes, oficios judiciales, contratos, nuevas regulaciones, etcétera, requieren de un trabajo repetitivo y de bajo valor agregado por parte de los empleados. Además deben estar presentes físicamente en la oficina para ejecutar estos procesos manuales, algo que con motivo de la pandemia y el aislamiento social se ha visto impedido.

¿Cómo funciona la AI para entender y procesar un documento?

A través de sus capacidades de Text Analytics y Natural Language Understanding (NLU), la inteligencia artificial permite automatizar el procesamiento de documentos, extraer la información relevante de cada uno, estructurarla y disponibilizarla para que personas o aplicaciones la consuman. Para lograrlo es posible combinar estas capacidades con diferentes herramientas de Business Process Management (BPM) y Robot Process Automation (RPA), habilitando así la automatización del ciclo de vida completo de un documento.

Esto incluye las etapas de preprocesamiento y de mejora de la calidad de imagen; Optical Character Recognition (OCR) para la extracción del texto; procesamiento con NLU para la identificación de entidades y relaciones relevantes; enriquecimiento utilizando técnicas de reconocimiento de imágenes; y finalmente la disponibilización de los datos estructurados en una base de datos, la que luego puede ser consultada por diferentes aplicaciones en forma directa o exponiendo una API. Dependiendo del caso de uso es posible incluir una instancia de revisión de los datos que han sido identificados con un nivel de confianza que no supere el mínimo definido.

Beneficios de adoptar estas tecnologías

• Reducciones de hasta 90% en el tiempo total de proceso de documentos, con una precisión que puede superar el 90%.
• Crecimiento de hasta el 70% en la productividad de los empleados.
• Aumento de la eficiencia y baja en los costos.
• Procesos 100% digitales que disminuyen los tiempos de onboarding de clientes.
• Escalabilidad y absorción de aumentos bruscos de volumen.
• Suba en la satisfacción de los colaboradores al liberarlos de tareas rutinarias.

No hay dudas de que la pandemia global aceleró los procesos de transformación de las compañías y que, en muchos casos, cambió las prioridades de las iniciativas digitales. La automatización de procesos administrativos es un ejemplo de esto. Pero también demuestra que una respuesta tecnológica a una restricción coyuntural con un caso de uso bien pensando, como es la imposibilidad de tener personal presente físicamente para ejecutar procesos manuales, puede convertirse en una ventaja de largo plazo.